A la cárcel el asesino de Félix Mercado

A la Cárcel La Vega de Sincelejo fue enviado Iván Manuel Arias Mercado por el homicidio de Félix Teherán Mercado, ocurrido a las 4:00 de la tarde del sábado en un puesto de comidas del pabellón 1 del Mercado Nuevo de Sincelejo.
En las audiencias preliminares efectuadas ayer en el Palacio de Justicia de Sincelejo, el Juzgado Promiscuo de San Onofre atendió y ratificó la solicitud de la Fiscalía 17 Local de imponerle una medida de aseguramiento intramural por representar un peligro para la sociedad.
Iván Mercado le produjo la muerte a Félix al propinarle una herida de puñal en el corazón en medio de una riña que comenzó en las afueras de la central de abastos y culminó en las afueras del pequeño restaurante. Los motivos que tuvo este hombre para herir de muerte a su contrincante no están claros, pero la Policía dijo que se debe a problemas antiguos.
Precisamente, al término de las audiencias Arias Mercado le dijo a AL DÍA que el ahora occiso venía acosándolo desde hacía tiempo y, supuestamente, le había propinado dos puñaladas en el año 2001.
Trascendió que Arias tiene anotaciones judiciales por el delito de hurto en enero de 2019; por porte de estupefacientes el 5 de mayo de 2018, además una sentencia en ejecución de penas, pero la Fiscalía no hizo alusión al delito cometido en el 2009.
El ente investigador-acusador tambipen relevó que el agresor intentó huir, pero cuando corría cerca de las estaciones de gasolina en la avenida Luis Carlos Galán, en el barrio Ciudad Jardín, fue capturado por la Policía gracias a los señalamientos y persecución de la ciudadanía. Llevaba en su mano derecha un cuchillo sucio de sangre con el que habría asesinado a su conocido.
El cuerpo de Félix fue entregado en la tarde de ayer en la sede de Medicina Legal a su hermano Álvaro Teherán Mercado. Este afirmó que su familiar ayudaba en el Mercado en diferentes labores para ganarse unos pesos.
Agregó que nunca le sucedió nada en las fiestas taurinas que le gustaban bastante para que le pasara ahora de esta forma tan vil.
“Me dijeron que una hija mía estaba llorando en el Mercado. Fui a ver y encontré a mi hermano en medio del charco de sangre. Él se iba para allá para el Mercado a cada rato y ayudaba a arreglar pescados y cargar bultos, con eso se ganaba la vida. Vivía en el barrio Costa Azul con su esposa y su hija de 23 años. A él le gustaba el baile, la música y las corralejas. No lo mató un toro y lo vino a matar ese hombre”, afirmó el hermano.
Aprovechó para solicitarle a las autoridades que la muerte de su familiar no quede en la impunidad porque a pesar de que le gustaba la rumba no se metía con nadie.