“Tardé tres horas matándolo”: Daniel Sancho, el asesino del cirujano colombiano
Daniel Sancho, el confeso asesino, se encuentra en prisión preventiva. En las últimas horas aseguró que colaborará con la justicia, mientras que las investigaciones apuntan a que, al parecer, habría gastado el dinero de Edwin Arrieta antes del crimen.
De chef reconocido a asesino premeditado y atroz. El giro de 180 grados en la historia de Daniel Sancho ha hecho que los ojos del mundo se vuelquen en dirección a Tailandia, donde durante este fin de semana se conoció no solo la muerte por descuartizamiento de un médico colombiano, sino que también se descubren poco a poco los tormentosos detalles relacionados con la secuencia de los hechos.
Sobre este caso: Habla autor confeso de asesinato a médico colombiano en Tailandia: "Yo era su rehén"
La historia que enlaza a estos dos hombres comienza en un pasado no muy distante, cuando sus vidas se cruzaron y una amistad nació. Sin embargo, como un frágil lienzo que poco a poco se rasgó, la relación fue tensándose, hasta llegar al punto en que Daniel decidió que debía ser cortada de raíz. Las llamas de amistad comenzaron a ceder ante la oscuridad de sus intenciones, y el contexto de una fiesta a la que ambos habían decidido asistir dio la puntada final al hilo de eventos que ambos habían vivido con el paso de los meses.
Diarios españoles consultaron a amigos cercanos de ambos hombres, quienes aseguraron que fue el cirujano quien se acercó al chef bajo una propuesta de negocios. Poco a poco, ambos descubrieron afinidad en gustos diversos, por lo cual floreció la amistad como una espontánea manifestación de la comunidad de uno con el otro.
Las últimas noticias
Una de las versiones que ha dado a conocer la prensa internacional a propósito de los detalles del crimen, indica que Daniel Sancho habría decidido de forma premeditada que en la isla se llevaría a cabo el macabro plan.
Los acontecimientos posteriores tras la crueldad del crimen cometido por Daniel Sancho han salido a la luz, al tiempo que las autoridades oficializan nuevas medidas en torno al caso. Es menester mencionar que, en las últimas horas, las autoridades tailandesas determinaron cobijar con prisión preventiva al joven español, quien confesó que, a pesar de haberlo asesinado, era él quien se sentía “como un rehén” del cirujano colombiano.
Este lunes, el joven volvió a comparecer ante las autoridades tras dar a conocer que colaborará con la justicia. En su más reciente confesión con los encargados de investigar el caso, Sancho reveló que tardó tres horas asesinando al colombiano.
Explicaron los medios nacionales que fue un golpe en la cabeza el que provocó la letalidad. Entonces necesitó los implementos para realizar el descuartizamiento. Cuchillos, guantes, bolsas: todo lo necesario, como si de una película de Hollywood se tratara. Entonces redujo los restos mortales de quien era su amigo a 14 pedazos que fueron ocultados en bolsas. La pregunta entonces fue, ¿cómo desaparecerlo?
¿Había una relación sentimental?
Fuentes cercanas a los medios de comunicación de Tailandia explicaron que no había una motivación sentimental entre ambos que justificara la creencia de que el crimen hubiese sido cometido por celos.
Sin embargo, sí se supo que la motivación de Sancho para acabar con la vida del cirujano colombiano fue que Arrieta intentó tener sexo con él. El joven se negó y, en un ataque de ira, golpeó a su amigo en reiteradas ocasiones.
Pronunciamiento del padre
El joven es hijo de un afamado artista español,, quien salió al paso de las menciones en la prensa internacional y redes sociales, pidiendo a través de un comunicado el “máximo respeto” por la integridad de su hijo y el honor de su familia.
Aseguró además que su primogénito se encuentra bajo una “presión emocional difícil de controlar” ante las situaciones actuales, por lo que afirmó que los medios de su país deberían “limitarse a no incurrir en especulaciones” con relación al caso.
El dinero
En declaraciones a la agencia EFE, Sancho confesó que era culpable del crimen y para justificar el hecho dijo ser su “rehén”. "Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula”, señaló.
la reciente evidencia presentadas por las autoridades tailandesas dan cuenta que el hijo del reconocido actor Rodolfo Sancho, habría estado gastándose el dinero de Arrieta. Presuntamente, después de acabar con su vida, Sancho busco las tarjetas bancarias de Arrieta.
El presunto asesino del cirujano está casi en total libertad en Tailandia, es entrevistado por varios medios, a la víctima no la mencionan, por poco y lo culpan de su propia muerte atroz.
— 🌙 (@Susanadmar) August 7, 2023
Donde hubiera sido al revés el crimen, no quiero ni imagínar el trato hacía un colombiano. pic.twitter.com/PiUk2zoKP5
El programa español Fiesta de Telecinco también dio a conocer que el joven llevaba un tiempo usando las tarjetas aprovechando de los ingresos económicos del médico colombiano en España. Incluso podría haber pruebas que demostrarían esta teoría.
Adicionalmente, Telecinco explicó que las autoridades del país asiático creen que Daniel desmembró el cuerpo sin ayuda de nadie por su evidente habilidad con los cuchillos.
¿Cómo sucedieron los hechos?
La cronología de los hechos inicia en una conversación que ambos habían tenido para viajar a Tailandia a propósito de la fiesta Full Moon, celebrada en la isla Ko Pha Ngan, ubicada en el sureste de ese país.
Edwin se encarga de pagar una reservación de cuatro días: del 31 de julio al 3 de agosto, y ambos acuerdan encontrarse en la isla. Al parecer, no se les veía del todo mal.
La reconstrucción de los hechos por cuenta de las autoridades indica que Daniel, el confeso asesino, llegó a Koh Phangan en horas de la mañana y a la 1:39 p.m. alquiló una motocicleta. Horas antes había ingresado a un centro comercial para comprar bolsas grandes de plástillo, un cuchillo de picar carne, detergente, esponja, guantes y lana de acero inoxidable. "Actuaba como cualquier persona, no parecía sospechoso", aseguró un testigo.
En la tarde del miércoles 2 de agosto se capturó la última imagen con vida de Edwin: iba de parrillero a bordo de la moto que Daniel había rentado. Ambos comieron y recorrieron la isla antes de dirigirse al hotel Salad Beach, en el que se perdió para siempre el rastro del médico colombiano.
Habla el portavoz de Rodolfo Sancho: “Las manifestaciones que pueda estar haciendo Daniel Sancho en Tailandia son bajo una situación de presión emocional difícil de controlar”. pic.twitter.com/m7PB5RFWIl
— 𝑅❀𝒸ío (@mohedanismo) August 8, 2023
En la quietud de la isla, donde las aguas tranquilas y las noches llenas de estrellas parecen ocultar los horrores que se esconden en las sombras, Daniel comenzó a borrar todas las pruebas. La transacción de alquiler de un kayak revela la sutil astucia de su plan. Fueron dos los viajes al mar, cargando el cuerpo del hombre con el que alguna vez compartió risas y secretos.
Hace varios viajes y poco a poco se deshace del cuerpo descuartizado. Primero a las 11 p.m. del miércoles, luego a las 6:00 a.m. del jueves y a las 12:00 p.m. aparece la tercera bolsa en la planta incineradora de la isla, donde los pobladores suelen deshacerse de desechos tóxicos. Allí se vislumbran intestinos troceados, partes de las nalgas y el pene de Edwin. De inmediato, la Policía es puesta en conocimiento de lo sucedido.
La investigación policial
Tras los viajes en kayak, Daniel arribó a la Comisaría para explicar a los oficiales de Policía que su amigo estaba desaparecido, y él, en consecuencia, decía encontrarse desorientado y sumido en una profunda preocupación. A pesar de lo locuaz en su discurso, los uniformados no pudieron ocultar una inclinación en dirección a ciertos aspectos en el cuerpo del joven: aruños en su piel, moretones y señales evidentes de que había sostenido un forcejeo con un rival.
El viernes 4 de agosto las autoridades encontraron la bolsa negra de plástico en la que estaba contenida la pierna derecha y una camiseta, junto a otras prendas de vestir, que daban la sensación ineludible de que era el cuerpo del cirujano el que ahora se hallaba descuartizado.
