El salsero panameño Rubén Blades está celebrando sus 50 años de carrera musical en territorio colombiano. Su primera escala la hizo en el pasado viernes en Medellín, donde hizo parte de la décima edición del mercado de la industria de la música Circulart, protagonizando allí en el debate ‘Música y cambio social’. En este evento hizo varis reflexiones sobre su vida personal, de las cuales en AL DÍA escogimos 10 datos claves.
El próximo encuentro con los salseros de nuestro país se cumplirá este viernes 15 de noviembre en el Movistar Arena de Bogotá, donde estará acompañado por Roberto Delgado Salsa Big Band y las actuaciones de Yuri Buenaventura y Monsieur Periné. Hoy desde las 9:00 p.m. Canal Caracol transmitirá el documental Yo no me llamo Rubén Blades, ganador de múltiples premios.
Ser Panameño
Soy de un país que tiene costas en ambos lados, lo que fue determinante, por lo que siempre doy gracias de haber nacido en Panamá, por muchas razones, en especial, porque teníamos acceso a las ideas que fluían de ambos lados del mundo. Eso se tradujo en la música, porque teníamos acceso que llegaba de todas partes.
Inmigrante
Soy inmigrante, hijo de inmigrantes, nieto de inmigrantes porque mi familia llegó de todas partes a Panamá. Mi abuela venía de familia vasca, quien tuvo a mi padre en Santa Marta. Mi madre llegó de Cuba de madre gallega y su padre estadounidense, mientras que mi abuelo paterno era inglés. Toda esa gente terminó en Panamá.
Blades estudiante
Yo me quedé en la escuela en tres materias. Fracasé en matemáticas, música y educación artística.
Herencia artística
La recibí de mi madre porque ella era cantante, mucho mejor de lo que yo jamás seré. Fue pianista y fue actriz, trabajó en las novelas de la Radio Panamericana, por lo que de ella también recibí la inspiración para ser actor.
El universitario
En el 73 mi familia salió de Panamá por un tema relacionado con la dictadora y yo me graduaba en el 74, pero no fui a mi graduación, siendo el primero de mi familia en graduarme de la universidad, y era el sueño de todos en la casa, la graduación. Ya en Harvard, me di uno de los gustos más grandes de mi vida, que mi mamá allí pudo verme graduar.
Inicio de la escritura
Yo empecé escribiendo cuentos cortos, a los 7 años ya estaba escribiendo, participando en torneos literarios para niños. Siempre me gustó escribir, pero creo que eso es una consecuencia de haber aprendido a leer gracias a mi abuela, por lo que me interesaba crear mis propias fantasías.
Enfermizo
Yo siempre tuve la sensación de que me moriría joven. Cuando aparecía una nueva bacteria o enfermedad, llegaba al barrio y preguntaba dónde vivía yo, porque siempre me daba de todo a mí primero.
¿Por qué ser abogado?
En ese tiempo las opciones eran ser arquitecto o ingeniero, pero no tenía opción por las matemáticas, también médico pero no voy bien con la sangre, por lo que me quedaban las leyes y era algo que me interesaba, por la justicia, aunque venía de papás músicos, pero siempre se tuvo la idea de buscar la educación para tener un mejor futuro.
Rumbo a Nueva York
Mi mamá tenía mucho temor de que terminara metido en líos y tenía un hermano que trabajaba en una aerolínea y tenía acceso a pasajes baratos, por lo que salió la oportunidad de un pasaje a Nueva York por 20 dólares, que era mucho dinero, pero que se podía pagar. Mi mamá me decía, tú vas a ser presidente o presidiario.
Su salida de La Fania
Me fui porque básicamente no le pagaban a la gente. Que la familia de Lavoe y Riviera no sean dueñas de su obra es absurdo.