Con 20 años, Rosmira Isabel Rojas Morrón estaba en su mejor momento. Terminaba sus cursos de contabilidad y finanzas en el Sena, su hijo de un año gozaba de buena salud y el 20 de septiembre de 2013 tenía una entrevista de trabajo en una finca de Tucurinca, en la Zona Bananera.
Pero esa mañana salió temprano de su casa ubicada en el barrio 5 de Febrero en Ciénaga. Le pidió al mototaxista Ángel Villa Castañeda que le hiciera la carrera, después de una hora y 15 minutos en el predio Los Robles salió de la cita laboral, pero la joven no volvió a su casa.
Hoy se cumplen cuatro años de su desaparición y nadie da razón de ella.
Yesenia Isabel Morrón Ortega, su madre, no pierde la esperanza de que su hija regrese. Dice, con la voz entrecortada, que no tenía motivos para huir. Gozaba de un bonito hogar, estudiaba lo que le gustaba y estaba a punto de trabajar. Su objetivo: ahorrar para comprar una casa para su pequeño.
“Yo todavía la sigo buscando, aunque para muchas personas ya el caso está olvidado, pero yo tengo mucha fe de que ella esté viva, espero que mi Dios me la traiga de regreso”, dijo Yesenia Morrón.
Cuenta la mujer que el sábado 21 de septiembre del mismo año interpuso la denuncia por la desaparición de su hija en la sede de la Fiscalía. Días después fue hasta la Zona Bananera, allá habló con varios trabajadores de fincas, les mostró su fotografía, pero la respuesta era la misma: desconocían su paradero.
Quizás lo que más desconcierta a los familiares de Rosmira Isabel es que siguieron cobrando durante un año los $120.400 que entregan a los afiliados del Sisbén el Departamento para la Prosperidad Social.
AL DÍA conoció que para hacer estos retiros es necesario tener la tarjeta del Banco Agrario y la cédula del titular de la cuenta. Luego de la desaparición de la joven fueron sacados del banco los subsidios el 23 de octubre, el 16 de diciembre, el 4 de abril de 2014, el 15 de agosto, el 15 de octubre, el 17 de diciembre y un último giro el 18 de febrero de 2015.
“Ahora el caso lo tiene el Gaula, siempre que decían que la habían visto en Santa Marta, en El Rodadero o Pescaíto, yo me iba a buscarla pero no encontraba a nadie, hubo una vez que recibí una llamada de una mujer que se hizo pasar por mi hija, pero no era su voz. Después de un tiempo no han sabido nada”, comentó la mamá de la joven.
¿CÓMO BUSCAN A UN DESAPARECIDO?
El proceso de Rojas Morrón lo tiene la Fiscalía 4 Especializada y, por reserva, no entregaron información.
Voceros de la Oficina de Desaparecidos de la Fiscalía General de la Nación explicaron que cuando hay una denuncia se realiza de inmediato un mecanismo de búsqueda urgente.
“Emitimos una alerta con las características morfológicas de la persona y revisamos en clínicas y hospitales de la región, también en la sede de Medicina Legal”, comentó el investigador.
Después de 30 días, las denuncias pasan a un fiscal.