Ecuador confirmó este viernes el asesinato en cautiverio de los dos periodistas y el chofer del diario El Comercio de Quito, secuestrados el 26 de marzo. El Gobierno lanzó inmediatamente acciones militares en la frontera donde ocurrió el plagio y el vil asesinato.
La noticia enmudeció a Ecuador, que nunca había sido víctima con tanta crueldad de la violencia derivada del narcotráfico que enfrenta Colombia.
Este es el homenaje que El Comercio de Ecuador le hizo a sus periodistas, proviendo el HashTag #NosFaltan3:
Visiblemente dolido, el presidente Lenín Moreno le anunció al país desde un salón de crisis: “Tenemos información que confirma el asesinato de nuestros compatriotas”.
Así fue el anuncio:
En la sede de gobierno la bandera fue bajada a media asta, y decenas de personas, en silencio, dejaban flores sobre una tela blanca con el rostro de las víctimas.
Moreno se dirigió a un país consternado tras cumplirse el plazo de 12 horas que les dio a los captores para que entregaran pruebas de vida de los rehenes. El hecho criminal se lo atribuyen a un frente disidente de la recién desmovilizada guerrilla de las Farc, comandado por el ecuatoriano Walter Artízala, conocido como ‘Guacho’.
La incertidumbre reinaba desde la víspera cuando se conocieron fotografías de tres hombres encadenados y ejecutados. El periodista Javier Ortega (32), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60), habían sido tomados como rehenes en la localidad costera de Mataje, limítrofe con Colombia.
Allí realizaban un reportaje sobre la violencia que al final segó sus vidas. Las autoridades ecuatorianas ahora buscan que organismos internacionales, la Iglesia Católica y la Cruz Roja Internacional rescaten los cuerpos.
Desde Lima, donde participa en la Cumbre de las Américas, el presidente Juan Manuel Santos expresó su condena y aseguró que los hechos “ocurrieron en el Ecuador, con un individuo de nacionalidad ecuatoriana”. Sin embargo, Quito cree que los tres fueron asesinados en territorio colombiano. Cruz Roja anunció por su parte que ya fue contactado por todas las partes implicadas, incluidos los captores, para “facilitar una posible operación de recuperación de los restos”.
De manera simultánea Ecuador se embarcó en una ofensiva en la porosa y selvática frontera, uno de los puntos estratégicos en la ruta del Pacífico, para transportar cocaína a Estados Unidos a través de Centroamérica. “Hemos reiniciado las operaciones militares y policiales (...) que fueron suspendidas y dispuesto inmediatamente el despliegue de las unidades élite de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional”, declaró Moreno.
Una delegación de Colombia encabezada por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, está en Quito para coordinar acciones. El equipo de El Comercio se cruzó con sus captores cuando cubría la inusual oleada de ataques a la fuerza pública, registrada en la frontera desde el pasado mes de enero que ha dejado siete muertos y decenas de heridos.
CACERÍA A ‘GUACHO’
Walter Patricio Artízala Vernaza, de 35 años, conocido como ‘Guacho’, nació en la localidad de Limones (Ecuador). Es responsable de la muerte de los tres periodistas ecuatorianos secuestrados, y señalado de los ataques que ha sufrido la infraestructura eléctrica en Tumaco.
Desde un comienzo las autoridades colombianas acusaron del secuestro al Frente Oliver Sinisterra, de la disidencia de las Farc. Con entre 70 y 80 hombres, esa organización dedicada al narcotráfico está dirigida por ‘Guacho’, uno de los hombres más buscados tanto en Colombia como en Ecuador.
El presidente Moreno informó ayer que se incluyó al “narcoterrorista alias Guacho” en la lista de los más buscados en Ecuador, y ofreció una recompensa de 100 mil dólares por información que conduzca a su captura en Ecuador o Colombia. El director de la Unidad Antisecuestros de la Policía de Ecuador, coronel Polibio Vinueza, explicó más tarde que ‘Guacho’ mantuvo comunicación con ellos “hasta el 7 de abril por WhatsApp”, y que planteaba el canje de los rehenes por “tres detenidos por tráfico de armas en Mataje”. La última vez que se les vio con vida a los periodistas y el conductor fue en un video en el que aparecían con cadenas al cuello, clamando bajo coacción por un trato con los captores.
QUIÉNES ERAN LAS VÍCTIMAS
Los dos periodistas y el conductor estaban tras una historia sobre violencia en la frontera. Javier Ortega vivió su adolescencia en Valencia, España. De allí regresó a Ecuador para estudiar periodismo.Desde hace seis años trabajaba en El Comercio cubriendo temas judiciales y de seguridad. Entre sus coberturas destacadas figuran el terremoto que asoló la costa ecuatoriana en 2016, y el accidente aéreo que dejó 22 militares muertos en la Amazonía ese mismo año.
El fotógrafo Paúl Rivas iba a cumplir 46 años. Coleccionista de cámaras antiguas, dejó de lado una carrera de publicidad por el oficio de “dibujar con la luz”.
Un fotorreportaje sobre los familiares de personas desaparecidas le dio el premio Eugenio Espejo. Efraín Segarra era padre de dos hijos. En 16 años de servicio en el periódico se aficionó a la fotografía. En su celular coleccionaba las 'selfies' en cada ciudad que visitó, según su familia. De espíritu aventurero, Segarra trabajó como conductor en un ministerio y en un banco, en el que llegó a manejar camiones blindados.
“El país está de luto, sepamos respetar el dolor”. Lenin Moreno, presidente de Ecuador.
LA SIP CONDENÓ EL ‘COBARDE’ ASESINATO
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) publicó un comunicado su repudio al “cobarde” asesinato de los tres periodistas ecuatoraianos a manos de las disidencias de las Farc. La agremiación exigió justicia y que el crimen no quede impune.
SOLIDARIDAD INTERNACIONAL
Tras el fatal anuncio del presidente Moreno, se sucedieron muestras de solidaridad de varios gobiernos, como el de España y Bolivia, la ONU, organismos de derechos humanos como Human Rights Watch y ONGs dedicadas a la libertad de expresión.