Diro estaba acomodada sin dificultades en la cabeza de la carrera y a falta de menos de 1 kilómetro, la caída de una de sus rivales terminó zafándole la zapatilla. La etíope trató sin éxito de ponérsela de nuevo y decidió arrancar a correr descalza en medio de una cerrada ovación del público en el Estadio Olímpico.
Unos pasos más adelante también se sacó la media y terminó la carrera hasta ubicarse séptima. Fue tal la proeza de la mujer, devastada por el dolor en el pie y por la tristeza, que sus rivales al finalizar la competición la buscaron y la consolaron. Entre ellas Lydia Rotich, la keniana ganadora de la prueba.
Su tiempo fue de 9' 34.70 y en la clasificación general quedó en el puesto 24...
Lo más sorprendente de esta historia, y que por fortuna nos deja un final feliz, es que
los jueces decidieron calificar de nuevo la carrera de Etenesh Diro y le valió para pasar a la ronda final.
Ahora, si quieren ver de nuevo a la etíope Etenesh Diro, esperamos que perfectamente calzada, su carrera será el próximo lunes a las 9:15 a.m. (hora colombiana). No sabemos ustedes, pero nosotros no nos lo vamos a perder.
Recordando al gran Bikila
La dramática carrera de Diro hace recordar a su compatriota Abebe Bikila, dos veces ganador de la maratón olímpica y quien se ganó la admiración del mundo por ganar la medalla de oro en Roma 1960 tras correr descalzo. Los atlétas etíopes no parecen tener problema con andar a pie limpio, muchos de hecho se sienten incómodos con tenis. El mismo Bikila contaba que corrió descalzo, primero por necesidad y luego por comodidad.
Aquí tienen una corta biografía de este titán que falleció en 1973
Gracias a la Federación Internacional de Atletismo, cuyo reglamento no prohíbe correr sin (uno o ambos) zapatos, y al buen corazón de los jueces, podemos contar estas historias inspiradoras.