Los sueños de construir una casa de dos pisos y de tener un hijo le fueron truncados a Milton Enrique Zapata Julio. La pelea más grande de su vida no la pudo sortear, un tiro en el abdomen lo noqueó para siempre.
Esta promesa del boxeo aseguraba que no le importaba aguantar los puños que fueran necesarios para comprarle una vivienda digna a sus padres Milton Zapata y Eliana Julio. Mientras eso se cumplía, vivía del mototaxismo, un oficio que le había permitido sobrevivir y que también hizo que la muerte le llegara más pronto de lo previsto.
Milton Zapata, padre, quiere que se haga justicia por la muerte de su hijo y que el asesino pague cárcel porque es un peligro para la sociedad | José Luis Cruz Lora
Era un deportista de alto rendimiento, seguido por Rafael Iznaga, entrenador de la Selección Colombia de Boxeo, sin embargo, no contaba con el apoyo económico por parte de entidades municipales y departamentales.
Milton Enrique inició su vida deportiva desde los 8 años al lado del veterano entrenador Francisco ‘Lisa’ Muñoz en el barrio Villa Carmela. Fue un boxeador que siempre quiso más y por ello le pidió a su padre que lo llevara a practicar con Daniel Álviz Rodríguez cuando tenía 12 años.
Alviz fue su mentor yvio cómo levantó sus brazos al coronarse campeón nacional en la categoría infantil en un torneo que se realizó en Sincelejo, para ese entonces tenía 14 años.
El deportista no paró los entrenamientos y el siguiente año conquistó medalla de bronce en una velada en San Antero (Córdoba), pero por la falta de apoyo colgó los guantes y se dedicó a conducir.A los 16 años viajó a Maicao (La Guajira) donde unos familiares y retomó los entrenamientos, hace peleas locales y consigue triunfos, pese a esto decide viajar a Venezueladonde permaneció año y medio dedicado a diversas actividades.
A su regreso a Colombia retoma los entrenamientos después de 4 años y es cuando se va para la Liga de Boyacá, los dos últimos años se los pasó viajando entre Tunja y Sincelejo.
Se concentró con la Liga para su preparación a los Juegos Nacionales el año pasado en Espinal(Tolima) donde consiguió medalla de bronce.
Añadió que tenía ansias de salir adelante y darle una mejor vida a su familia. Estaba en el peso de 56 kilogramos y en enero partiría para Tunja a entrenar con la Liga de Boyacá.
“Si mi hijo hubiera tenido apoyo del Gobierno, hoy no estaría en este ataúd”, sostuvo entre lágrimas Milton.Su muerte ocurrió el pasado 9 de noviembre a las 7:30 de la mañana en el barrio Tierra Grata, a pocos metros de su residencia en Villa Carmela.
Testigos aseguran que aunque no murió en un cuadrilátero, fueron precisamente los puños los que desataron su triste final. Milton estaba discutiendo con otro mototaxista por una carrera, las palabras fueron subiendo de tono y se fueron a los puños y como era de esperarse el deportista ganó, lo que llenó de ira al perdedor que se marchó y volvió con un arma de fuego propinándole un balazo.
La carrera tan solo costaba 1.500 pesos. Eliana Julio, recuerda que su hijo siempre quiso ser boxeador, mejorar su situación económica, la de su familia y construir un hogar con su compañera sentimental Berusca Núñez, a quien la conoció en una velada boxística en la ciudad de Corozal.
Berusca manifiesta que lo que le gustó de Milton fue su sonrisa y desde hace dos años cuando decidieron vivir juntos, le pedía un hijo, pero no accedió al considerar que no estaban preparados y que les faltaba mucho camino por recorrer. Su padre siempre lo acompañó a las peleas que hizo en Sucre, al igual que sus hermanos David Enrique e Isaac David, quienes también incursionaron en el mundo del boxeo, pero no siguieron.
El presidente de la Liga de Boxeo de Sucre, Juan Manuel Chadid, lamentó el fallecimiento de Milton Zapata, y sostuvo que a pesar de que él pertenecía a la Liga de Boyacá, es sucreño y siempre que realizaba un logro por fuera del departamento, se sentía como propio, además sus formadores también son de esta región.
“Si Milton llegaba a hacer parte de la Selección Colombia como era su meta, de inmediato se volvía un boxeador sucreño porque en esas instancias ya no son de las ligas, sino de los departamentos de origen”, dijo Chadid.
Las autoridades en Sucre ofrecen una recompensa para quién informe sobre la persona que asesinó al boxeador. Hasta el viernes cuando se realizó el sepelio, no habían dado con su paradero. Hoy la familia Zapata Julio queda sin uno de sus miembros y Sucre sin uno de los deportistas que lo llenaría de gloria.