¿Los ‘Rastrojos Caleños’ vuelven a sembrar terror en el Atlántico?

La reestructuración de una vieja organización criminal que por años causó estragos en el orden público y aumentó los hechos de sangre en varios municipios del Atlántico hoy es tema de análisis entre las autoridades del departamento, pues –según las investigaciones adelantadas– estaría tratando de retomar su poder para dominar las rentas criminales.

Se trata de ‘los Rastrojos Caleños’, una temida estructura de origen vallecaucano que extendió sus tentáculos hasta la región Caribe, especialmente, en dicho departamento, y que a pesar de los golpes propinados por la Policía Nacional, vuelve a resurgir a través del mando de individuos que no estaban en el radar de los investigadores o, al menos, no los habían divulgado. Hoy esta banda estaría enquistada en Sabanalarga, zona central donde en los últimos dos meses se han registrado episodios violentos. 

El origen

Desde el 2011 esta organización se asentó en el Atlántico para ordenar homicidios selectivos, cobrar ‘vacunas’ a comerciantes y dominar el narcotráfico, como principales actividades ilícitas. 

Dentro de sus cabecillas se encontraban exparamilitares como los hermanos Brayan y Juan Manuel Borré Barreto, alias JJ (asesinado) y Senén Fabio Cedeño Camelo, alias Arturo. Y algunos de sus integrantes eran, por ejemplo, Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias Castor, y Digno Palomino, quienes para ese tiempo eran jóvenes y sus nombres apenas comenzaban a sonar en el mundo delictivo.

Sin embargo, después de un par de años de operación, dentro de la misma organización criminal empezó a haber divisiones y disputas, naciendo dos facciones, una denominada ‘los Rastrojos Caleños’, la cual tenía como líder a Senén Fabio Cedeño Camelo, alias Arturo. La otra conocida como ‘los Rastrojos Costeños’, la cual empezó a ser liderada por los hermanos Borré Barreto y entre sus lugartenientes quedaron ‘Castor’ y Palomino. Fue así como se libró una guerra entre clanes.

Tras su debilitamiento por las capturas de cabecillas, ‘los Rastrojos Caleños’ cedieron terreno, y el dominio criminal quedó bajo el mando de ‘los Rastrojos Costeños’ que, a su vez –según registros judiciales– tuvo una subdivisión denominada ‘los Costeños’, de la cual surgieron como cabecillas Castor y Palomino. 

Alias Cejas, en la mira

Hoy todo parece indicar que en la reorganización de ‘los Rastrojos Caleños’ en Atlántico estaría detrás un sujeto llamado Armando Moreno Cardona, alias Cejas, un exparamilitar caleño preso en la cárcel La Tramacúa de Valledupar y que en el pasado fue miembro de la banda criminal ‘los Rastrojos’. 

De acuerdo con las investigaciones adelantadas por la Policía Nacional, alias Cejas es uno de los más antiguos integrantes de ‘los Rastrojos’, que entre los años 2005 y 2010, tuvo injerencia en cuatro municipios del Valle del Cauca. Dentro de sus funciones cumplía el rol de cometer homicidios, cobro de extorsiones y coordinar ataques contra la fuerza pública. 

Pero después de un tiempo llegó a tener un rol de mando dentro de la organización. 

Hace unos años fue capturado por las autoridades y, al parecer, continuaría delinquiendo desde prisión. Al menos, esa es la información que maneja la inteligencia de la Policía del Atlántico. 

Dos asesinatos

El teniente coronel John Jairo Urrea Rozo, comandante encargado de la institución armada, en diálogo con este medio, le atribuyó a ‘los Rastrojos Caleños’ dos de los recientes homicidios perpetrados en Sabanalarga. 

El primero se trató del asesinato del directivo de Cootransa Jorge Jiménez Mesino, en hechos ocurridos el pasado 7 del mes septiembre, momentos en que conducía una camioneta y en el camino fue abordado por criminales en moto que le dispararon en repetidas ocasiones. 

El segundo obedeció al desmembramiento de José Daniel Castillo Querales, de 25 años. Inicialmente hallaron las extremidades (brazos, piernas y cabeza) que estaban en un sector enmontado. Un día después, a un costado de la carretera que comunica al corregimiento de Cascajal, apareció el tronco. 

Acontecimientos como estos obligó a que la institución armada desplegara indagaciones que identificaran a quienes estarían detrás de los ataques.
“Líneas investigativas del Gaula y la Sijín pudieron establecer que los crímenes cometidos en Sabanalarga serían una nueva derivación de ‘los Rastrojos Costeños’. Se detectó una motocicleta que habría sido utilizada en los dos crímenes”, indicó Urrea Rozo.

Precisamente, sobre los operativos, el oficial se refirió al golpe de dos de sus presuntos integrantes. Dentro de ellos se encontraba un hombre de confianza de alias Cejas.

Se trataba de Jesús Manuel Mercado Venera, conocido en el bajo mundo como ‘el Topo’, quien según las autoridades recibía órdenes desde la cárcel de máxima seguridad de Valledupar La Tramacúa. 

El nombre de este sujeto no era nuevo para las autoridades, pues en el 2013 fue capturado tras estar vinculado al cobro de extorsiones a comerciantes y ganaderos de la misma zona del Atlántico. 

Alias Topo cayó por medios técnicos y testimonios. “Se estableció que volvió reincidir y que estaba dedicado a coordinar hechos criminales en Sabanalarga y de recibir llamadas de alias Cejas”, detalló el oficial.

Mercado Venera perdió la vida esta semana cuando se encontraba en una vivienda del barrio Tolima, luego de que unidades del Gaula ingresaran a capturarlo.

Pero también murió en medio de un enfrentamiento con las autoridades un menor de 16 años que, al parecer, fue uno de los que participó de los recientes asesinatos cometidos en la población del centro del departamento. 

Este hecho sucedió el pasado domingo 20 de noviembre en la vía que comunica a Sabanalarga con el oriente del Atlántico. 

En el mismo hecho resultó herido otro hombre, quien logró escaparse, pero debido a la herida que recibió permitió su ubicación. “Mediante una orden judicial se dio su captura en una Clínica de Barranquilla”.

Estos dos individuos, tanto el menor de edad muerto como el capturado, se detectó que eran oriundos de la capital del Valle del Cauca, que no tenían arraigo en el Atlántico y que, aparentemente, eran instrumentalizados por ‘Cejas’. 

Ante la muerte del adolescente, se pudo establecer que el reclutamiento de y utilización de sigue siendo una vieja práctica que parece no tener fin en el país.

“Sí se están instrumentalizando menores para que sea mucho más difícil evadir los controles de las autoridades”, puntualizó el uniformado. 

Es de anotar que hace meses uno de los coordinadores de la Mesa de Participación Efectiva de las Víctimas en Atlántico reveló que el reclutamiento de menores es una “situación aberrante” del conflicto armado, que desde la pandemia se ha venido incrementando por la deserción escolar.

Finalmente, el comandante encargado de la Policía aseguró que se trabaja para contrarrestar los delitos de alto impacto y así devolverle la tranquilidad a los habitantes, especialmente a los sabanalargueros que durante este mes de noviembre han visto morir a siete de sus habitantes de forma violenta. 

Uno más a la disputa

‘Los Rastrojos Caleños’, aparentemente, comenzaron a hacer parte de la guerra de bandas criminales en el centro del departamento. Recordemos que la Defensoría del Pueblo en medio de la Alerta Temprana 029 de 2022, emitida a finales de octubre, mencionó que la mayoría de hechos violentos en esta zona del Atlántico respondería a las disputas entre el Clan del Golfo, ‘los Costeños’ y ‘los Rastrojos Costeños’. 

Lo anterior apuntaría a que la banda valluna, al igual que las dos estructuras creadas en Barranquilla y su área metropolitana, estarían buscando dirigir sus acciones en contra de las AGC, quienes buscan la hegemonía como grupo delincuencial en el territorio.  

Sobre ello, el profesor e investigador en temas de seguridad de la Universidad del Norte Luis Fernando Trejos explicó que “la presencia de varias bandas en Sabanalarga explicaría el por qué del aumento de crímenes”.

Trejos señaló que es posible que antes existiera una convivencia tolerada entre estos criminales; empero, todo parece indicar que ahora el Clan del Golfo inició un proceso de hegemonización para acabar con sus competidores, esto incluyendo ahora a ‘los Rastrojos Caleños’. 

“La presencia de estos grupos en el territorio también dispara la extorsión, el reclutamiento de menores, entre otros hechos, por lo que se debe aumentar la inteligencia para esclarecer los crímenes, prevenirlos y dar con las capturas de los actores delincuenciales”, concluyó el docente.