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Los móviles pasionales y económicos que le costaron la vida al rector Armando Rivero en Sucre

En la más reciente edición del Festigaitas en Ovejas le rindieron homenaje a Rivero Manjarrez, uno de los promotores.

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  • Armando Rivero Manjarrez, rector en Sucre, soñaba con mejorar la infraestructura educativa de la región de la Mojana.
  • Su gestión se vio truncada tras su trágica muerte luego de solo seis meses de labor.
  • El educador había compartido sus sueños de mejora con una amiga de hace 20 años en Ovejas.

Haberse ganado el concurso de rector y llegar a la Mojana, una de las zonas más empobrecidas del departamento de Sucre a ejercer ese cargo de directivo docente, fueron algunos de los logros que Armando Rivero Manjarrez no pudo disfrutar como quería.

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Soñaba con que en medio de los embates de la ola invernal la infraestructura de la Institución Educativa Gavaldá, situada en el corregimiento que lleva el mismo nombre, en el municipio de Guaranda, subregión de la Mojana sucreña fuera mejorada, así como el mobiliario de esta y las vías de acceso para que los niños y niñas que cumplen diariamente su sagrada cita con la educación no padecieran tanto.

Los planes que Armando logró tener en su mente en los escasos 6 meses que estuvo como rector en la Mojana se los había contado a una amiga que conoció hace más de 20 años en su natal Ovejas, pero estos y quizás muchos más fueron frustrados con su trágica muerte.

Armando, en sus 47 años de vida, había empezado a disfrutar, como todo lo que le gustaba, de los logros personales alcanzados en el magisterio tras haber cursado una maestría, pero parece, de acuerdo con la verdad procesal, que mientras él disfrutaba otros se molestaban.

Deterioro de la relación

Si bien su profesión de licenciado y directivo docente nada tuvo que ver con su crimen, la lejanía para cumplir con sus actividades laborales terminó abriendo un brecha que afectó el hogar que había conformado hacía más de 12 años con la también licenciada Juana Yaneth Perea Amud, viuda y con dos hijos. La relación se fue deteriorando al punto que en los últimos 4 meses ya no convivían bajo el mismo techo en el barrio Villa Natalia, en Sincelejo.

A ese distanciamiento se suma que, según los relatos de la Fiscalía Segunda Especializada de Sincelejo, el profe, como por cariño lo llamaban, había empezado una relación sentimental con una persona de su mismo sexo que se dedica al mototaxismo, actividad que ejerce en Sincelejo a pesar de ser nativo de la zona indígena del vecino departamento de Córdoba, a donde fue hallada abandonada e incinerada la camioneta Duster gris en la que Armando desapareció, para no volver más con vida, el 12 de julio el año en curso.

Yofran Orozco Perea, el hijastro de Armando que tiene 29 años, estaba encargado, ante la permanencia del profe en la Mojana y las ocupaciones extensas de su mamá Juana en un colegio de Ovejas, casi que del total de las actividades en la casa de Villa Natalia que le fueron confiadas y designadas por el rector y en especial el manejo de los cobros del arriendo de unos apartamentos de su padrastro, por lo que conocía a la perfección de las finanzas de este, lo que podría llevar a la configuración de las motivaciones de índole económico de este crimen.

Malestar de Yofran

Adicional a ello, Yofran, de acuerdo con la versión de un testigo de la Fiscalía, que resultó ser amigo de este, estaba molesto por la ida del profesor de la casa y con ello abandonar a su mamá que le brindó todo “casa, cama, carro”.

Esto además por sostener una nueva relación, pero con otro hombre, por lo que lleno de ira y al parecer con sed de venganza, habría cometido el atroz crimen que conmocionó a Ovejas, a Sucre y al país, y del que ya confesó su participación a pesar de que en un principio no aceptó os cargos que le imputaron por homicidio agravado y secuestro.

Nada se dijo del porte ilegal de armas de fuego a pesar de que en el cadáver Medicina Legal evidenció el uso de esta y a su vez Yofran le dijo al ahora testigo estrella de la Fiscalía que le había disparado en varias oportunidades al profe en el interior de la camioneta cuando transitaba por la Troncal de Occidente, cerca al colegio Simón Araújo.

Hasta este momento procesal, de acuerdo con lo que la Fiscalía posee de este sonado caso, los móviles del crimen del rector y gestor cultural Armando Rivero Manjarrez fueron pasionales y económicos.

Esta teoría también la comparte el abogado Frank Mejía Arnedo, quien representa a la familia del profesor en el proceso penal.

¿La inocencia de Juana?

Para este jurista, la confesión de participación de Yofran en el crimen de su padrastro y que está acompañada de un perdón que ‘limpia’ a su madre de responsabilidad en el hecho “no es otra cosa que un elemento más de la coartada de la que fue víctima el profesor Armando y de la que Juana también es partícipe. Sabía todo lo que ocurría y se prestó para ello. Los análisis de los expertos y de las autoridades no mienten y por eso hemos pedido, desde la representación de víctimas, que se imponga medida de aseguramiento intramural en contra de Yofran y de Juana porque han actuado con un modus operandi de banda criminal y son un peligro para la víctima y la sociedad”.

Agrega que lo que Yofran ha hecho es “pedir un falso perdón para desviar la atención hacia Juana como inocente y hasta como víctima, como lo dice en el escrito que leyó en la audiencia reciente (martes 15 de octubre). Es un perdón falso y Juana no es víctima, es otra responsable de la muerte del profesor Armando”, resalta el abogado Frank Mejía Arnedo.

A su vez aclara que la distribución de bienes que hubo entre los tres hermanos de Armando y la expareja de este, Juana Perea, y que se dio en la Notaría Tercera de Sincelejo el 1° de agosto en horas de la tarde, “no fue una situación en los mejores términos porque no pueden estarlo cuando saben que ellos asesinaron a quien era el todo, el sostén, de esta familia en Ovejas”.

El inconformismo de Yofran hacia Armando por abandonar a su madre y luego iniciar una relación con un hombre no era, al parecer, una situación desconocida para la víctima y eso se colige del dicho del mototaxista cuando le indica que el profesor le había manifestado “tengo miedo porque Yofran no se ha tomado las pastillas y puede hacerte daño a ti o a mí”. De esto hizo alusión el abogado Samir Gallo que defiende a los procesados Yofran y Juana.

Preacuerdo

A propósito de Gallo, no se opone a que la juez Cuarto Penal Municipal de Sincelejo envíe a prisión a Yofran, que dicho sea de paso también reconoció públicamente que el “error” que él y otros cometieron lo deben pagar tras las rejas, pero para Juana Perea su defensor se niega a la imposición de alguna medida, ni menos ni más gravosa, porque sería aceptar la responsabilidad en algo de lo que ella asegura no participó y mejor prefiere estar muerta. ¿Cuál es la urgencia de privar de la libertad a una persona que es inocente?, se pregunta el abogado Samir Gallo que dejó claro también la intención de firmar un preacuerdo con la Fiscalía para el caso de Yofran.

Más capturas

AL DÍA conoció que del interrogatorio al que se sometió Yofran ante la Fiscalía el pasado puente festivo se derivarán las capturas de las personas que habrían participado con él en los hechos del 12 de julio, pues el procesado entregó todos esos detalles. Esta es una etapa que ya surte trámite en la judicatura.

De llegar a materializarse la real vinculación en los hechos por parte de los futuros capturados, se estaría confirmando la tesis de la defensa de las víctimas en el sentido de que sería un modus operandi de banda criminal y allí habría un concierto para delinquir.

La Procuraduría Judicial, con agencia especial en este caso, también es de la teoría de la inocencia de Juana Perea Amud, quien a pesar de no estar conviviendo con el profesor Armando le dijo a la Fiscalía que sí había una relación cordial, al punto que él solía llegar a visitarlos en el barrio Villa Natalia, en Sincelejo, con cierta regularidad.