Luego de que un conductor de la compañía de transporte público colectivo Coolitoral fuera víctima de una supuesta intimidación en la madrugada de este martes, cuando apenas se disponía a comenzar su jornada laboral, empleados de la misma línea de buses dicen sentirse desprotegidos ante el hecho y temen por sus vidas.
El caso de este martes se produjo hacia las 4:30 a.m., cerca de la nevada de la empresa en Soledad 2000. El conductor salía en su primer turno y, según versiones de testigos, dos motorizados se le acercaron al bus para amenazarlo con un arma de fuego.
Ante la situación, el conductor de la compañía habría frenado el vehículo bruscamente, por lo que los sujetos continuaron su marcha. Luego, el afectado habría retornado a la nevada de buses.
“Lo qué pasó esta madrugada no es atraco. A esa hora que el bus está vacío siempre van dos a tres pasajeros, cómo pueden denominarlo atraco. Además si nosotros sacamos son 10 mil pesos en efectivo, incluso a veces salimos sin nada, en el camino es que se hace el diario”, relató uno de los choferes, quien añadió que no iba a salir a trabajar por “miedo”.
Esta versión del atraco trascendió luego de las declaraciones del comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, coronel Jorge Urquijo, quien aclaró en un medio radial que el caso estaba relacionado con “un atraco” y no con un hecho asociado con un atentado contra el gremio transportador, similares a los ocurridos en el mes de julio.
Sobre lo acontecido en la madrugada de este martes, el empleado contó además: “El compañero iba apenas iba saliendo de la nevada y, cuando va por un arroyo, salieron dos hombres en una moto y se le pegan al lado del bus. Con un revólver le dan golpes a un vidrio. Intentaron abrir la puerta, pero no pudieron porque el conductor la llevaba cerrada”.
El hombre, según lo narrado por su compañero, al vivir esos minutos de zozobra “arrancó y se vino para la nevada. Llegó asustado, dejó el carro y se fue para su casa alterado”, precisó el compañero.
Tras confirmarse lo antes mencionado, los empleados decidieron cesar las actividades por más de tres horas hasta que las autoridades y directivos lleguen a una solución. Sin embargo, algunos han salido a trabajar por decisión propia, mientras otros se abstuvieron a realizarlo.
“Yo apenas iba llegando cuando me avisan que me pusiera las pilas porque la cosas volvió a calentarse. No voy a salir, no hay garantías para hacerlo. Esperemos qué pasa”, expresó otro conductor consultado por este medio.
Por el momento en la sede de la línea de transporte permanecen reunidas las autoridades.