“Lo bendije y le dije que lo amaba”: esta fue la última conversación del patrullero Valera con su padre
El joven patrullero barranquillero murió en el ataque con dron bomba en Amalfi, Antioquia. Su padre recuerda la última llamada
En Evaristo Sourdis, suroccidente de Barranquilla, la tristeza se respira en cada esquina. Allí vivía José Daniel Valera Narváez, el patrullero de 24 años que murió junto a otros 12 uniformados tras la explosión de un dron bomba contra el helicóptero en el que viajaba, en Amalfi, Antioquia.
El joven, adscrito a la unidad Antinarcóticos de la Policía, fue una de las víctimas del ataque ocurrido en la mañana del jueves 21 de agosto, cuando las aeronaves Black Hawk que participaban en una operación de erradicación de cultivos ilícitos fueron sorprendidas por miembros del frente 36 de las disidencias de las Farc.
“Lo bendije y le dije que lo amaba”. Henry Valera Castro, padre del patrullero, aún no logra asimilar la noticia. Sentado bajo un árbol, con la voz quebrada, recuerda la última conversación que tuvo con su hijo. —Yo hablé con él el miércoles 20. Como siempre, le dije: “Hijo, bendiciones”. Y él me respondió: “Amén, papi”. Esa fue la última vez que lo escuché… El jueves, cuando intentó escribirle por WhatsApp, la señal fallaba en Caucasia, Antioquia, donde estaba José Daniel. Más tarde, la llamada de su otro hijo le confirmó lo que no quería escuchar: “A José Daniel lo derribó un dron, estaba en el helicóptero”.
El hijo que no quería volver al monte
El patrullero llevaba casi cinco años en la institución. Se graduó en el IED José Raimundo Sojo en 2018 y en 2020 ingresó a la Escuela de Policía Antonio Nariño. Sin embargo, según su padre, desde hacía dos años pedía traslado a Barranquilla. “No le gustaba estar en el monte. Me decía que estaba cansado de esas operaciones y que quería venirse para la Costa, incluso pensaba en pedir la baja para trabajar en vigilancia” contó el padre.
“Era popular con todo el mundo” Entre lágrimas, Henry lo describe como un hijo ejemplar, servicial y pendiente de su familia. “Siempre me decía: “¿Papi, ya almorzó? Si no, vamos a almorzar”. En diciembre me compraba ropa, me ayudaba con los gastos. Aquí en el barrio todos lo querían, era muy popular, muy dado al cariño.
Un barrio vestido de luto
En Evaristo Sourdis, el silencio es pesado. Vecinos y familiares se han reunido en la casa de la familia Valera para acompañarlos en el duelo. El dolor por la muerte del joven patrullero se mezcla con la indignación por un conflicto que arrebató a un muchacho que, como dicen sus allegados, “no quería más monte, solo volver a Barranquilla”.
La versión oficial
Desde Medellín, el director de la Policía Nacional, mayor general Carlos Triana, confirmó que los responsables del atentado son integrantes del frente 36 de las disidencias de las Farc, vinculados al narcotráfico. —Estamos de luto por esos 13 policías y dos caninos asesinados. En honor a ellos, seguiremos trabajando por los colombianos —aseguró.
