Lillian grabó su violación para poder llevar tras las rejas a su agresor

Lillian Constatine es una joven británica de 19 años que fue violada en 2016 y contó su terrible experiencia a BBC.

La joven explicó que todo ocurrió hace un año. Ella estaba a tan solo a unos minutos de su casa, cuando sintió que un hombre la estaba persiguiendo. El lugar estaba totalmente oscuro, así que sacó su celular pensando que el sujeto se detendría. “Yo le grité "¡te estoy grabando, te estoy grabando! no te vas a salir con la tuya", pero me tiró al suelo y me violó sin vacilación. No duró mucho, pero me dio la impresión de que nunca se acababa”, dijo al medio.

Lilliam Contastine, de 19 años. | BBC Mundo

Luego de que fuera abusada, la joven llegó a su casa y sus padres llamaron inmediatamente a la policía, ellos le dijeron que tenía que quedarse tal cual y como estaba, que no se duchara, ni se lavara los dientes. Lillian afirmó que “parece un gran cliché, pero te sientes tan sucia... todo lo que quería hacer era darme una ducha y sacarme todo de encima”. Las autoridades la remitieron al Centro de Referencia de Agresión Sexual.

Este suceso cambió la vida de Lillian por completo, así que ella decidió contar su historia porque quería que las personas supieran todo lo que pasa después de una violación. “No hablo solo de lo horrible que es que tu cuerpo se convierta en una escena de crimen y que te hagan una y otra vez las mismas preguntas. También hablo de todo lo que tienes que hacer, y, lo más importante, hablo de que las cosas mejoran con el tiempo”, confesó.

La joven explicó que en el Centro de Referencia de Agresión Sexual al que fue remitida le hicieron un análisis forense, donde la analizaron y la medicaron para prevenir enfermedades de transmisión sexual. Esto contó Lillian sobre su experiencia en ese centro: “es surrealista. En el momento en que entras te tienes que desnudar por completo. Te tienes que acostar en una camilla de metal mientras alguien te mete cosas en la vagina. Miden los hematomas y los cortes hasta el milímetro”.

Lillian se sentía como “una rata de laboratorio” por todas las veces que tuvo que contarle a la policía lo que había sucedido. “Una vez me hicieron preguntas extremadamente íntimas sobre la violación: "¿Te subió o te bajó la falda? ¿Te penetró de este lado o del otro?". No me esperaba eso en absoluto. Lloré con histeria y pensé: "yo no me puedo hacer esto a mí misma". Y en ese momento pensé en retirar el caso”.

Frente a toda su situación, la joven dijo que en cierto punto hubiese preferido callarse como las demás personas que son agredidas, pero sacó fuerzas y siguió con el caso, porque quería sacar a “ese criminal de las calles”, así que se levantó y continuó con el proceso.

“Si puedo hacer esto, puedo hacer cualquier cosa”, pensó. Una de las piezas fundamentales para el caso de Lillian fue el video que grabó cuando en el momento de la violación. Gracias a eso pudieron dar con el paradero de su agresor.

El sujeto se declaró culpable, aceptó algunos de los cargos y recibió una condena de 13 años. Para Lillian la decisión de los jueces le causó un gran alivio tanto a ella, como a sus acompañantes. “Así me sentí yo también: un alivio abrumador. Sentí que se cerraba un ciclo. Ahora podía seguir adelante con mi vida”.

Meses después, la joven publicó en su cuenta de YouTube un video llamado “lo que no te cuentan sobre las agresiones sexuales”, donde da consejos sobre cómo sobrellevar una violación y lo que puede suceder luego de eso. “Yo creo que si la gente supiera todo lo que puede pasar después, tanto desde el punto de vista médico como legal, habría más probabilidades de que siguieran adelante con el proceso legal, y eso es importante”, siguió explicando.

Este es el video:

Lillian finalizó diciendo que no hay que dejar que una violación defina el camino, que la vida no se puede ir en picado como muestran en las películas, que lo que hay que hacer es “levantarse y seguir luchando”.