Un policía inspecciona el sitio donde se hallaron elementos para la elaboración del licor adulterado.
Un policía inspecciona el sitio donde se hallaron elementos para la elaboración del licor adulterado.Cortesía
Historias

Licor adulterado que dejó 11 muertos en Barranquilla se habría fabricado en un predio de la SAE

La tragedia por consumo de licor adulterado en el sector de El Boliche, que ya deja 11 personas fallecidas y varias más en estado crítico, sigue revelando hechos alarmantes.

Compartir en:
Por:

El pasado 23 de septiembre, decenas de ciudadanos resultaron intoxicados tras ingerir una bebida artesanal conocida como ‘cococho’, elaborada con metanol —alcohol para madera— mezclado con agua.

El líquido, vendido por apenas 2.000 pesos, era comercializado en zonas vulnerables de Barranquilla y simulaba ser un licor embriagante. En la emergencia, varios afectados fueron trasladados a hospitales de la ciudad, pero no lograron sobrevivir a la gravedad del envenenamiento.

Hasta el miércoles en la noche, las autoridades confirmaron que la cifra de víctimas mortales había ascendido a 11, luego de reportarse dos nuevos decesos en el Nuevo Hospital Barranquilla. Otros pacientes permanecen en unidades de cuidados intensivos.

Operativos y hallazgos

Tras conocerse los hechos, la Policía Metropolitana de Barranquilla desplegó allanamientos en barrios como Las Nieves y Rebolo, históricamente asociados a la producción y distribución de licor adulterado. En los operativos se decomisaron elementos y botellas listas para ser rellenadas con la sustancia mortal. La Alcaldía de Barranquilla, por su parte, instaló un Puesto de Mando Unificado (PMU) para atender la emergencia sanitaria, que funcionará al menos por 72 horas y podría extenderse hasta la próxima semana.

El predio bajo sospecha

Las investigaciones de la Policía llevaron a un hallazgo inesperado: el licor se habría producido en una vivienda del barrio Las Nieves que pertenece a la Sociedad de Activos Especiales (SAE). El inmueble, que había sido embargado años atrás por usarse en actividades ilícitas, estaba bajo administración de la entidad, pero al parecer había sido invadido de forma irregular y funcionaba como fábrica clandestina. Allí se encontraron más de 200 botellas vacías de whiskey y ron, listas para ser llenadas, y tanques con la mezcla letal.

En ese lugar operaba un hombre identificado como Nicolás Manuel Medrano, quien probó la sustancia antes de venderla y se convirtió en la primera víctima fatal de la tragedia. Sin embargo, parte del licor ya había sido distribuido en barrios populares como San Roque, lo que mantiene en alerta a las autoridades por posibles nuevos casos de intoxicación.

Respuesta de la SAE

Jaime Avendaño, director territorial Caribe de la SAE, confirmó que el predio fue recuperado nuevamente tras el operativo y que ahora trabajan con la Policía para ubicar otros puntos de producción clandestina. “Las personas que estaban usando la casa seguramente hacen parte de la red. Aquí tenían elementos, aquí lo envasaban. Ahora estamos buscando junto con la Policía ese sitio en el que lo elaboran. Así que todo el mundo, a prender las narices para ver dónde encontramos el anís, ahí seguramente fabrican el licor adulterado”, declaró.

El funcionario también reveló que la vivienda en cuestión está en proceso de ser donada a una iglesia evangélica y que en el mismo barrio existen al menos cinco propiedades más, bajo dominio de la SAE, que hoy estarían siendo ocupadas irregularmente y utilizadas para actividades ilegales, incluso relacionadas con microtráfico.

Una tragedia que enluta a Barranquilla

La intoxicación masiva en El Boliche no solo deja un saldo mortal, sino que también expone las redes de producción y distribución de licor adulterado en la ciudad, así como el uso indebido de bienes administrados por el Estado. Mientras tanto, familias barranquilleras lloran la pérdida de sus seres queridos, y la ciudad permanece en alerta para evitar que más personas consuman el cococho que aún circula en sectores vulnerables.

Indignación por la muerte de Paloma Nicole, niña de 14 años muerta en cirugía de busto hecha por su padrastro