Ober Ricardo Martínez Gutiérrez, alias el Negro Ober, ya fue noticia esta semana luego de que uniformados del Inpec y el Gaula de la Policía hallaran un teléfono celular en su celda con el que, aparentemente, continuaba ordenando desde Popayán la ejecución de hechos criminales a sus ‘cachorros’ en Atlántico.
Ahora este viernes 21 de julio AL DÍA obtuvo dos cartas elaboradas a puño y letra del cabecilla de los ‘Rastrojos-Costeños’, de fechas de mayo y julio, en las que pedía un cambio rápido de celda por la supuesta vigilancia y el encierro que no soportaba.
Además de eso, este manifiesta en el documento que quiere hacer un alto en el camino o en la senda del crimen, por lo que señala que quiere “bajar el índice de homicidios, de criminalidad y extorsiones en Barranquilla”.
“Quiero pedir disculpas públicamente a las autoridades competentes y si me lo permiten este lunes 29 de mayo de 2023 solicito pedir disculpas públicamente a usted director del Inpec, a las autoridades competentes, si me lo permiten, aunque no tenga artículos y resoluciones para poder sustentar la tutela y a la vez hacer un acta de compromiso por mi parte y de los Rastrojos- Costeños en seguir haciendo bajar el índice de homicidios, de criminalidad y extorsiones en Barranquilla. A la vez le solicito también por favor me den la oportunidad nuevamente de parte de que hacer un acta de compromiso de pasarme a un patio e irme resocializando y comportando con otros internos, así poder ir cambiando la mente con tanto encierro”, redactó el hombre desde la prisión de Popayán, adonde permanece.
Y remató: “Todos somos seres humanos y cometemos errores por eso hago tal solicitud ya que llevo muchos días aislado”.
Este jueves 13 de julio, previo a la última requisa en la que se le halló el teléfono móvil, elevó una nueva solicitud, pero al director del penal en el que se encuentra.
“Yo, el privado de la libertad Ober Ricardo Martínez Gutiérrez me dirijo a usted señor director respetuosamente del establecimiento penitenciario para solicitarle patio y a la vez me permito preguntarle por qué ordena extremar medidasde seguridad conmigo si yo no tengo nada contra usted, y puedo vivir en cualquier patio que usted me asigne. Aquí se están violando mis derechos como persona y humano que soy, les agradezco su mayor colaboración y que Dios los bendiga…”.
Frente a ambos requerimientos, el Inpec señaló que el grupo de seguridad penitenciaria informó de la clasificación de seguridad y de la asignación de pabellones y se procedió a ubicarlo atendiendo la personalidad del sujeto, sus antecedentes y su conducta.