"Qué dolor, me duele el alma". El grito malherido de Greys Villa, la madre de Chelo José Acevedo Villa, describe lo vivido por los familiares de uno de los jóvenes asesinados en la madrugada de este lunes en Las Flores.
El cuerpo de Chelo fue llevado a sepultar este miércoles, en una jornada gris e inolvidable por el dolor que ha representado para los cientos de personas que han acompañado el cortejo fúnebre desde el barrio Las Flores hasta el cementerio Inmaculada Concepción, donde descansarán los restos mortales del joven.
El llanto de los asistentes a las exequias se hizo presente Mientras, otros gritaban: “Chelo, no merecías morir”. “Aquí estamos con tus gallos, cómo te gustaban”. Pero también el repudio al múltiple homicidio fue evidente. “¡Justicia por tu muerte!”, fue la súplica generalizada.
“Me duele el alma”
Sumida por el certero golpe que le arrebató a su hijo, Greys Villa, madre de Chelo, expresó: “Ay mijo lindo, que dolor, me duele el alma”.
La mujer no se separó del ataúd, mientras derramaba sus lágrimas y escuchaba las canciones que sonaban por un grupo de mariachis.
La última vez que Chelo José, de 22 años, vio a su mamá fue el domingo en la noche cuando salió en compañía de la novia con quien iría a comprar comida en la calle 106 con carrera 80, justamente donde cometieron la acción criminal.
La madre de Chelo encontró a su hijo en la escena del crimen tras recibir una llamada telefónica, por medio de la cual le notificaron que el joven había sido herido de gravedad.
Al ella llegar al lugar de los hechos, encontró al joven vivo, canalizado, pero perdiendo sangre en grandes cantidades, como consecuencia de recibir dos heridas con arma de fuego, una en el estómago y otra a la altura de la pelvis.
Para Greys su objetivo era salvar a su Chelo, y por eso tomó una motocicleta para trasladarlo a otro centro asistencial. Sin embargo, al llegar a la Clínica Portoazul, los médicos aseguraron que no pudieron hacer demasiado para salvarle la vida.
Acevedo Villa era el hijo menor de la familia, había estudiado mecánica diesel y su dedicación lo llevó a cursar natación, inclinándose por el buceo.