Yenni Argüelles aseguró que “el tormento comenzó el pasado 19 de octubre cuando su hija acudió al Centro Hospitalario Regional Santa Mónica por dolores de parto”, contó la progenitora a AL DÍA.
“Amaneció con fiebre y mareo, ingresó a la clínica ubicada en Barranquilla, un médico la revisó y quedó internada porque el nacimiento sería al día siguiente, es decir, el 20 de octubre”, relató la mujer.
En medio de su hospitalización, la joven de 22 años le comunicó cada reporte de los profesionales en turno, entre ellos que su bebé pesaba 4 mil gramos. Aunque las cosas no salieron como la esperaban. Manifestaron los parientes que el parto natural le desprendió la placenta y el útero por lo queordenaron su traslado a UCI.
“A las 6:00 a. m., el médico me dice que el bebé salió bien, pero de mi hija no me daban razón. Le digo a la pareja que ingrese y me dice que necesitaba una firma para una ‘pequeña cirugía’, de inmediato autoricé. Pasaron las horas y la tuvieron que intubar, con 98 % de mortalidad”, aseguró Argüelles.
Al parecer, sus complicaciones se debieron a que no tuvieron en cuenta el peso del pequeño. Es así que a las 9:20 del pasado 21 de octubre, el corazón de Karolay se detuvo.
De esta manera interpusieron la denuncia ante la Fiscalía, la cual espera el dictamen del Instituto de Medicina Legal, quien arrojará las causas de su muerte.