Historias

José Gregorio se despidió de su parche, fue a comer y lo mataron

Testigos del crimen explicaron que Ventura De la Hoz se topó de frente con sus agresores, dos de los cuales traían los rostros ocultos con pasamontañas

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Acosado por la necesidad de comer algo antes del anochecer, sorpre­sivamente José Gregorio Ventu­ra De la Hoz abandonó al grupo de amigos con los compartía una partida de dominó en el barrio Por fin, suroccidente de la ciudad.

Eran las 5 de la tarde del lunes cuando el muchacho de 18 años se despidió de su ‘parche’, con el que había permane­cido la mayor parte del día. “Lo último que nos dijo fue, ‘ya vengo, voy a la casa a comer algo y regreso’”, contó ayer uno de sus ‘llaves’.

Pero ‘Goyo’, como le decían a Ventura, no alcanzó a llegar a su casa, y mucho menos a reencontrarse con sus amigos.

Camino a su vivienda, en la calle 86 con carrera 24, fue atacado por un grupo de por lo menos 20 jóvenes, que según testi­gos hacen parte de tres ‘combos’ de ba­rrios vecinos de Por fin.

“Estaban reunidos ‘los 75’, de Nueva Colombia; ‘los 53’ y ‘los 23’ de Me Quejo. Es que nosotros teníamos ‘murga’ con ese combo”, dijo un amigo de ‘Goyo’ co­mo explicando las razones de su muerte. El joven, que pidió el anonimato, agre­gó que ellos hacían parte de un combo que se hace llamar los ‘Solo Fama’ y los ‘Kawa’. “Pero nosotros no somos una pandilla, es un ‘vacile’ de ‘farándula’ en Facebook, sin embargo esos manes nos tienen ‘la mala, no sé por qué’, agregó.

Testigos del crimen explicaron que Ventura De la Hoz se topó de frente con sus agresores, dos de los cuales traían los rostros ocultos con pasamontañas. “Cuando quiso reaccio­nar y escapar de la celada ya era dema­siado tarde. Al pelao se le vio la cara de susto, pero no le dio tiempo de correr, le hicieron el ‘corralito’. Manoteó y discutió, pero los del pasamontañas le dieron pu­ñal”, contó uno de los testigos.

Tras recibir las dos puñaladas Ventura pudo correr e intentó buscar refugio. Un grupo de jóvenes residentes en el sector reaccionó y evitó que lo siguieran ata­cando. “Un mototaxi que pasaba lo mon­tó y lo llevó al Hospital de La Manga. El pela’o iba diciendo ‘no me dejen morir... no me dejen morir’’. En ese centro asis­tencial falleció desangrado. “En el ata­que le robaron el reloj y el celular, para mí que eso fue un atraco”, señaló por su parte Luis Antonio De la Hoz, abuelo del muchacho. Los familiares negaron que el joven tuviese vínculos con pandillas.

La despedida

Los amigos de ‘Goyo’ dijeron ayer que el lunes este actuó como si se estuvie­ra despidiendo. “Es que estuvo todo el día con nosotros. En la mañana jugamos fútbol en el polideportivo y en la tarde la pasamos jugando dominó”, narró uno de ellos. El abuelo Antonio De la Hoz contó a AL DÍA que el lunes su nieto amaneció contento porque se había matriculado en la escuela Manuel Elkin Patarroyo, en donde cursaría undécimo grado. Un paso más para lograr sus expectativas de pre­pararse y acercarse al sueño que tenía de estudiar mecánica y diseño gráfico.

“Pasó casi todo el día en la calle con los amigos, llegó a almorzar y no dijo para dónde iba. Como a las 5:30 la Policía nos avisó que habían matado a ‘Goyo’”.