ESPECIAL | La historia de Osiris, la modelo a la que un atraco le cambió la vida

Dieciocho años y 28 días han transcurrido desde aquel aciago 8 de octubre de 1999 cuando la vida de Osiris Ahumada López sufrió una dramática transformación.

A las 10:30 de la noche de ese día, ella se movilizaba en un carro Sprint conducido por su esposo Norberto César Medina Bonnet, en compañía de una hermana y sus dos pequeños hijos, Jesús Antonio y Thara Medina Ahumada. Regresaban a casa tras comer pizza en la calle 45 con carrera 14. Cuando el automóvil llegó a una casa de la calle 31 con carrera 14, donde Osiris iba a recoger algunas pertenencias, un taxi marca Daewoo los interceptó. Del vehículo se bajó un sujeto que sacó una pistola calibre 9 milímetros, introdujo la mano por la ventanilla del carro y apuntó a Osiris en la cabeza gritándole que se quedara quieta.

Osiris Ahumada y Norberto Medina Bonnet, el día de su matrimonio. Él murió de un infarto cuando los atracaban.

Ella reaccionó, agarró el arma y el delincuente le propinó un balazo que le entró por el pulmón derecho y le alcanzó el izquierdo. Su esposo Norberto se impresionó de tal manera al ver a su mujer baleada que sufrió un infarto cardiaco y murió de manera instantánea, dentro del carro.

Los niños gritaban desesperados. Su hermana ya se había bajado del automóvil y entrado en la casa. “Recuerdo que vi a mi esposo doblado frente al volante. Escuché cuando mi hijo le decía a su hermanita: ‘Thara, agáchate’. Yo sentía que la sangre me asfixiaba”, evocó con tristeza infinita Osiris.

EL ÁNGEL SALVADOR

Carlos Cárdenas Díaz ingresó a Osiris al centro asistencial. Su rápida intervención evitó que ella muriera.

Como enviado por Dios apareció en medio de la nada un joven. Dieciocho años después, Osiris supo su nombre porque un estilista, hermano de él, se lo confesó: “Señora Osiris, mi hermano Carlos Cárdenas Díaz fue el que la ayudó el día en que la hirieron”, le dijo Aurick Cárdenas a Osiris cuando le hacía un blower.

AL DÍA contactó en Bucaramanga, vía celular, a Carlos.“Escuché el disparo y vi cuando un tipo se subía con una pistola en la mano en un carro Daewoo y huía. Me acerqué al Sprint y vi a Norberto inconsciente y a su esposa malherida. A él lo saqué primero porque estaba desmayado. Lo cargué y llevé a la emergencia del Seguro Social, justo a 30 metros de donde estábamos (allí queda hoy la Clinica Campbell de La Unión). Lo puse sobre una camilla y los médicos certificaron que ya estaba muerto. Salí corriendo y vi a la mujer llena de sangre. La saqué del carro, la cargué y como pude la ingresé a emergencia. Ella iba consciente. Me gustaría verla nuevamente. La ayudé por solidaridad humana. Si tuviera que hacerlo con otro ser humano lo haría nuevamente”, precisó Carlos, quien trabaja como animador de almacenes en el Centro de la capital santandereana, y es padre de cuatro hijos. Hoy cuenta con 42 años. En ese entonces tenía 24. Osiris no duda en decir que él fue su ángel salvador.

EL DRAMA DE LA EXMODELO

Durante su rol como Chica Miércoles, de El Heraldo, en agosto de 1984. Foto por: Enrique García

El dictamen médico de Osiris fue devastador. Además de la pérdida de su esposo, ella estaba en condiciones críticas. La bala le perforó los pulmones y la onda expansiva le afectó la médula ósea, dejándola en silla de ruedas. Osiris estuvo en cuidados intensivos 12 días y permaneció hospitalizada cuatro meses. Su suegra, María Dennis Bonnet de Medina, se convirtió en su mayor apoyo, pues mientras ella luchaba por su vida, la señora se encargó del cuidado de Jesús Antonio y Thara, sus dos hijos, quienes para ese entonces tenían 8 y 3 años, respectivamente. Desde adolescente, Osiris se sintió atraída por el modelaje y la actuación. Su esbelta figura y rostro hermoso la llevaron a ser escogida en 1984 como Chica Miércoles. En 1985 fue seleccionada con cinco jóvenes más para ser Chica Águila. También participó en el concurso Miss Juventud y fue ganadora del Rostro más Bello.

Osiris Ahumada posando como Chica Águila 1985.

“Tuve muchas experiencias positivas en el mundo del modelaje. Fue una bella etapa en mi vida”, recuerda Osiris. Asegura que logró salir del duro trance que vivió a punta de pura fuerza de voluntad, confianza y fe en Dios. “Acepté la realidad y la enfrenté. Sabía que tenía que luchar por mis hijos. Me propuse sacarlos adelante. Hacía bolis para venderlos. Aprendí a tejer. Vendía mochilas y camisetas de Carnaval. Hoy administro un restaurante que abrimos con mis hermanos. Pienso que la discapacidad está en la cabeza. Dios me dejó una mente lúcida y mis manos. Ahí está el internet y el celular. Uso esas herramientas tecnológicas para trabajar. Trato de valerme por mí misma”, recalcó.

Thara Medina, hija de Osiris, es visitadora médica.

Ella quiere seguir luchando y volver a caminar.“Gracias a la fortaleza que Dios me ha dado estoy viva. La verdad estoy convencida de que si no hubiese sido por Dios, no existiría. Sé que después de la tormenta viene la calma. Hay que tener mucha resistencia y creer en el Todopoderoso”, enfatizó esta mujer, guerrera de la vida y ejemplo de superación.

Jesús Antonio Medina, hijo de Osiris, vive en Argentina.