Por estos días los pedidos de las botas troperas diseñadas y fabricadas por excombatientes de las Farc no cesan en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación Tierra Grata, en el norte del Cesar.
Y es que este proyecto que comenzó hace dos años con la resocialización de dos exguerrilleros en la cárcel, se ha convertido en uno de los más ‘famosos’ en Colombia, luego que el pasado lunes el magnate estadounidense, Howard Graham Buffet, apareciera luciendo un par de este calzado durante un conversatorio ante más de 500 asistentes en Nueva York.
El exitoso inversionista, de 64 años, se puso la botas amarillas que le regaló el presidente Iván Duque, quien se las compró a un grupo de desmovilizados en marzo pasado, cuando estos se las mostraron como una de las iniciativas productivas en su camino a la reincorporación y cumplimiento del acuerdo de paz.
Omar de Jesús Sierra, excombatiente del frente 41 de las Farc, lidera este emprendimiento, y reconoce el impulso que han tenido las botas desde que el millonario Howard Buffet apareció con ellas en un escenario internacional. “Nos han llegado pedidos de Bogotá, Cali, Medellín, y de otras ciudades, de personas y empresas interesadas en este calzado. De hecho, tenemos uno de la Federación Nacional de Cafeteros en Valledupar”, dice mientras enseña las botas en un stand de madera ubicado en la tienda de Tierra Grata.
Precisa que las botas no son fabricadas propiamente en ese espacio territorial, sino en un taller en Bogotá, donde sus dos compañeros se establecieron luego de salir de prisión, aprovechando que el padre de uno de ellos tenía las máquinas para hacerlas. “Aquí en Tierra Grata las distribuimos, y la verdad la acogida ha sido buena”, afirma.
Manifiesta que la capacidad de producción son 300 pares al mes, con un promedio de 10 diarios. Son diseñadas por ellos y fabricadas con suela plástica y ortopédica, hilo, cuero especial, lona de microfibras, y se hacen en colores negro y amarillo.
En Tierra Grata, la mayoría de los excombatientes concentrados con sus familias en el lugar usan las botas; pero también llegan turistas y empresarios. Este calzado, de alta calidad, se hace en dos modelos caña corta, con un valor de $100.000 y caña larga, cuyo precio oscila entre los $140.000 y los $150.000. También fabrican este tipo de calzado para los niños, a $30.000.
Sierra indica que muchos llegan al espacio territorial, les llama la atención el calzado, se llevan los contactos y después llaman a realizar los pedidos.
Así se llaga a Tierra Grata
Desde Valledupar se toma camino en carro pasando por el municipio de La Paz, a 25 kilómetros de la capital del Cesar; se sigue por la carretera que comunica hacia Manaure, hasta encontrarse con un puesto de control del Ejército, de donde se toma rumbo a la derecha vía a San José de Oriente, y a unos tres kilómetros antes, se ubica la entrada de Tierra Grata, vigilada también por soldados.
De allí hasta el Espacio Territorial de Reincorporación hay unos 1.000 metros de camino destapado, por el que solo se puede llegar en camperos, camionetas, motocicletas o a pie. El trayecto con altibajos, se dificulta más en temporada de invierno. Ya en el sitio, se es bienvenido en un espacio de recepción, donde hay fotografías de la dejación de armas, de excombatientes y otros aspectos, y una gran valla con una imagen de ‘Simón Trinidad’. Desde el sitio se aprecia el sistema montañoso de Perijá, y de tarde cuando empiezan a encenderse las luces desde la distancia se puede observar a Valledupar.
Propios y foráneos visitan con frecuencia a Tierra Grata, a vivir la experiencia del ecoturismo, se trata de un plan que comprende un recorrido básico para conocer el Espacio Territorial; una ruta por algunos proyectos productivos y una caminata por un sendero conocido como el de la paz, y baño en el río Manaure; precisamente en estas jornadas es donde se presenta la mayoría de los interesados por las botas fabricadas por los excombatientes.
El respaldo de Buffet
Durante el conversatorio ‘Private Capital as a Mechanism in Sustaining Peace, el magnate lució las botas amarillas troperas que le regaló el presidente Duque, con un elegante traje y corbata. “Estas botas pueden usarse de manera formal e informal”, sostiene Said Prado, excombatiente y vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de Tierra Grata, quien porta un calzado similar al que usó el millonario inversionista.
Las botas fueron un regalo del mandatario colombiano cuando Buffet visitó hace un par de meses a Colombia para conocer de primera mano el estado de la paz en el país y apoyar con inversiones, a través de la Fundación Howard G. Buffet, las zonas afectadas por la violencia.
A mediados de marzo pasado, en su visita al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Tierra Grata, en el municipio de La Paz, departamento del Cesar, se las compró a un grupo de excombatientes que tienen la fabricación de botas como su proyecto productivo.
“Este es un magnífico ejemplo de una cooperativa de exmiembros de las Farc. Y me regalaron las botas y me regalaron una mochila. Y así es como uno logra cambiar las cosas. Y así es como se mantiene la paz”, expresó el inversionista.
Sostuvo que “es una parte muy pequeña, pero son esas pequeñas partes las que, todas juntas, nos llevan a sostener la paz. Y por eso estamos muy interesados en seguir apoyando la política de paz con legalidad del presidente Duque”
Buffet reconoció que la implementación de la paz en Colombia tiene desafíos muy grandes, pero que lo fundamental es contar con gobiernos comprometidos al frente de esta difícil tarea.
“La construcción de la paz no es fácil. Pero el factor primordial es poder contar con un gobierno que lo quiera lograr. Y les podemos decir que nosotros hemos estado en otros países, donde con el devenir de las cosas nos damos cuenta de que los gobiernos no son muy serios. Pero les podemos decir que este Gobierno, en Colombia, es serio, y que sabe que el futuro de su país depende de sostener la paz. Y nosotros queremos ayudar a lograrlo”, resaltó.
“Las compran hasta los militares”
Yudis Rodríguez, excombatiente del frente 37, es la encargada de exhibir las botas, en la tienda de Tierra Grata. Señala que “este calzado es muy apetecido, aquí hasta los militares llegan a comprarlas, viene gente de todas partes a comprarlas, es un calzado de calidad, hecha por compañeros en medio de este proceso de reincorporación”.
Recuerda que el presidente Duque llegó a este espacio territorial, les mostraron las botas y no dudó en comprar un par. Se las vendieron en $100.000, y fueron las mismas que tiempo después le regaló al magnate estadounidense que tal vez sin proponérselo se convirtió en la mejor vitrina para este producto, tras lucirla en el conversatorio en Nueva York.
Said Prado, el vicepresidente comunal en Tierra Grata, afirma que “esta es mano de obra de excombatientes, con material clasificado y de primera calidad, lo que está haciendo que las botas se estén distribuyendo con éxito a nivel nacional en los espacios territoriales. Aquí en Tierra Grata, casi todos hemos adquirido este calzado por cuestiones de trabajo, unos para el trajín cotidiano, y otros para salir, son confortables”.
Ante el aumento de la demanda, más excombatientes se preparan para participar en el proyecto que se ha convertido en un modelo exitoso de emprendimiento ‘Made in’ Tierra Grata, Cesar.