El skinhead que se cansó de pelear con nazis en la ciudad y se fue para las Farc
Con el acuerdo espera fortalecer el partido político que nazca.
Luego de la Décima Conferencia de las Farc han sido muchas las historias que se descubrieron de cómo vive una de las guerrillas más longevas del mundo. Uno de esos relatos fue el de Simón Nariño, Un skinhead que se enlistó en la guerrilla de las Farc. Así lo cuenta el periodista Rodrigo Almonacid de la agencia AFP.
En El Diamante -una región controlada por los rebeldes- este joven bogotano, con toda la estética que caracteriza a los skinhead (tatuaje, la cabeza rapada y patillas anchas), cuenta como decidió cambiar las calles de la localidad de Kennedy en Bogotá por las selvas de la guerrilla.
Con 31 años, Simón Nariño empezó involucrarse a movimientos estudiantiles que luego lo llevaron a creer y militar en el comunismo, sin descuidar otra de sus pasiones: el fútbol. A pesar de haber querido jugar de manera profesional no pudo lograrlo ya que el síndrome de Guillain-Barré empezó a hacer mella en él. Por esto decidió enamorarse de la revolución.
La pelea que lo hizo unirse a las Farc
Cuando solo era un skinhead en Bogotá, se vio enfrascado en una pelea con un grupo neonazi y, según sus palabras a la agencia, “fue un factor determinante” para engrosar las filas de las Farc.
En el 2006, con casi 21 años, se unió a las Farc y entró al frente Antonio Nariño. En el 2009 estuvo en Bogotá, fue capturado y condenado por rebelión. Pasó tres años en la cárcel y al salir empezó a militar en la guardia del comandante Carlos Antonio Lozada, uno de los negociadores de la guerrilla.
Su sueño, tras la firma y refrendación de los acuerdos de La Habana, es fortalecer la organización política que nazca del regreso de las Farc a la vida civil.
La historia completa en este link.