El pasado de ‘Diomedito’: ¿Cómo pasó de la música a la mafia?
El artista de música vallenata Enaldo Barrera Hernández estaba listo para presentar su nuevo trabajo discográfico este fin de semana.
La carrera como cantante vallenato se le truncó a Enaldo Barrera Hernández de la manera más inesperada.
Sobre este caso: El 'Clan del Cóndor' tenía a su 'Diomedito': artista vallenato entre los capturados
Conocido en sus inicios musicales como ‘Diomedito’, este artista colombiano viajó a Estados Unidos el 20 de noviembre de 2001 con el objetivo de promocionar su trabajo musical ‘Por quererte tanto’, pero a Enaldo le ocurrió algo que nunca estuvo en su mente al momento de planear el viaje: en su equipaje le encontraron droga.
Permaneció preso 10 años en los Estados Unidos y en marzo de 2012 retornó al país.
Para esa fecha retomó su rumbo en la música, pero luego volvió a pisar fuerte en los escenarios tras grabar las canciones de la bionovela del Cacique de La Junta, Diomedes Díaz, protagonizada por Orlando Liñán. Dicha producción empezó a grabarse en junio de 2014 y vio la luz en 2015.
En redes sociales el artista de música vallenata Enaldo Barrera estaba listo para presentar su nuevo trabajo discográfico llamado ‘Buscando un Amor’, este fin de semana en La Mesa, Cundinamarca.
La captura reciente
El director de la Policía, general William Salamanca, reportó este martes 11 de julio en rueda de prensa desde el Comando General en Bogotá que la organización criminal tenía presencia en La Guajira, Atlántico, Bolívar y Magdalena.
A su vez que era liderada por alias El Cóndor, un hombre nacido en Maicao y de nombre Edicto Segundo Castañeda Hernández.
Según la autoridad, el ‘Cóndor’ tenía nexos con el Cartel de Sinaloa, de México, y envió al menos 90 toneladas de cocaína a los Estados Unidos, valoradas en 1.800 millones de dólares, con ayuda de un ‘séquito’.
La Policía comunicó que la organización bajo el mando de alias el ‘Cóndor’ “contaba con la mayor capacidad de tráfico y control sobre plataformas de salida para narcotraficantes inversores en Colombia y Venezuela, realizando envíos mensuales hasta de 8 toneladas”.
Estratégicamente, según la investigación, para dicha actividad ilícita empleaban los puertos naturales de Puerto Inglés y Puerto López, en el corregimiento de Parajimaruhú (Uribia, La Guajira), donde coordinaban el acopio y salida de las sustancias ilícitas en dialecto wayuunaiki con el fin de evitar la intervención de la Fuerza Pública.
