Tal vez por no saber controlar sus emociones y dejarse llevar por la ira, José Luis Julio Osorio está preso y en tremendo lío. Él es el humilde albañil que apuñaló a su jefe porque este se negó a pagarle cinco meses de sueldo que le adeudaba.
El caso ocurrió el pasado 6 de marzo, en una construcción de la calle 95 con carrera 51, barrio El Poblado.
Ese día, a las 7:30 de la mañana, José Luis, de 53 años, hirió dos veces en el cuello a Pedro José Correa Fontalvo, su patrón, quien actualmente se recupera de las heridas.
Después de la agresión salió corriendo, pero algunos compañeros lo persiguieron, lo alcanzaron, lo golpearon, y han podido lincharlo, si no llega una patrulla de la Policía y lo captura.
Actualmente el albañil está preso en la cárcel distrital El Bosque. La Fiscalía lo acusa de tentativa de homicidio, un delito que da hasta 16 años de cárcel.
A PUNTA DE ‘CHICHIGUAS’
El relató de los testigos confirmó que Pedro Correa, el contratista de la obra, llevaba cinco meses sin pagarle el sueldo a José Luis. Cada cierto tiempo le daba ‘chichiguas’, unos pocos pesos que le resultaban insuficientes para sostener a su familia.
José Luis tiene cuatro hijos que residen en Bogotá, y actualmente vive con dos hermanas y cuatro sobrinos, menores todos, en un apartamento de Las Gardenias, en Barranquilla.
Sus allegados sostienen que él era el sostén económico de la casa.
Estos son los nietos de José Luis quienes dependen económicamente del albañil. Ahora después de su encarcelamiento la familia pasa más necesidades.
Ingrid Osorio, hermana de José Luis, recordó que ese fatídico día, el 6 de marzo, el albañil le confesó que estaba desesperado porque no tenía dinero para costear la misa de un año de muerta de su mamá, María Osorio Cervantes, que se iba a celebrar el pasado 21 de marzo, en Cartagena, de donde ellos son oriundos.
José Luis se había comprometido a pagar la misa y darles a sus hermanas y sus sobrinos la plata para los pasajes.
Malgeniado, angustiado y abatido, salió del apartamento, el 502 del conjunto 11, torre 16, en la Urbanización Las Gardenias, a cobrarle a su patrón.
A las pocas horas llamaron a Ingrid al celular y le informaron que su hermano le había pegado dos puñaladas al jefe, lo habían capturado y estaba en la URI de la Fiscalía.
“Él nunca había sido agresivo, es un hombre alegre, le gusta tomar cuando descansa, pero no es un tipo de problemas, no tiene antecedentes, jamás lo habían capturado por nada, ese día ‘se le cruzaron los cables’ por lo de la mamá ypor la mala situación que estamos viviendo y cometió un error”, sostuvo Ingrid.
AHORA LE SALIÓ A DEBER
Y el error es bien grave. Ahora para tratar de solucionar el problema José Luis tiene que buscar la forma de negociar con su patrón y pagarle una indemnización para que le quiten el cargo por tentativa de homicidio y se lo rebajen a lesiones personales.
“Dicen que el jefe está pidiendo $50 millones de indemnización, no sé si eso sea cierto, pero eso fue lo que nos dijeron algunos compañeros de trabajo de mi hermano, ni siquiera vendiendo el apartamento le podríamos pagar esa plata”, se lamentó Ingrid.
Mientras tanto José Luis sigue en la cárcel por dejarse llevar de la ira y por ahora no va a salir.
José Luis con su abogado defensor de oficio, Carlos Ospina Medina.
En su argumentación el Juez que presidió las audiencias, Alberto Oyaga Machado, reconoció que el caso es triste, ya que existen muchos contratistas que se enriquecen a costillas de sus trabajadores y les pagan como quieren, o no les pagan.
Pero nada justifica la agresión que cometió José Luis, ya que al atacar a su jefe con un puñal y herirlo en el cuello fue más allá de los límites de una simple riña. Por no saber dominarse el juez considero que José Luis era un peligro para la sociedad y por tanto debía recluirlo en una cárcel.
También es penoso que José Luis, en un segundo de irracionalidad, paso de víctima a victimario, ya que si hubiera buscado ayuda legal habría podido demandar a su jefe ante el Ministerio del Trabajo, y seguramente habría recuperado el dinero que la adeudaban.
¿QUÉ HACER SI NO PAGAN?
Si la empresa, o la persona, con la que usted trabaja no le pagan existen mecanismos legales para que le cancelen lo debido y lo indemnicen por los daños causados.
En primer lugar puede acudir al Inspector del Trabajo con el fin de recibir asesoría, presentar una queja por el incumplimiento de las obligaciones o, en ciertos casos, intentar una conciliación.
También puede pedir ayuda a la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, la Personería, para que lo asesore para demandar el no pago ante un Juez Laboral.
Lo importante es conservar la calma y pensar antes de actuar con violencia porque el remedio puede ser peor que la enfermedad como le ocurrió a José Luis Julio Osorio.