Desmembramientos: crímenes en Atlántico con sello ‘Rastrojo’

Dos casos con sevicia pura consternaron al departamento luego de que una banda criminal, con distintas facciones, dejara su enmarcado modus operandi para, según expertos, enviar mensajes, principalmente, a sus contendientes. En este 2022, en cinco meses, dos historias de terror fueron protagonizadas por criminales con el sello de ‘los Rastrojos’.

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El domingo 5 de junio, entre las 12:00 del mediodía y las 3:00 de la tarde, un individuo conocido como ‘Juanchito’ llegó al Hotel Spanic, en Barranquilla, para cumplir una orden que venía del Establecimiento Carcelario de Alta Seguridad de Cómbita, Boyacá.

Para esa hora Ángelo Aldair Cerra Jaime, de 34 años, ya estaba muerto. Sus asesinos esperaban la llegada del sujeto que lo desmembraría. La Fiscalía dijo que el cadáver fue llevado a la azotea de aquel lugar, ubicado en la calle Murillo #6sur - 27, del barrio Ciudadela 20 de Julio, al frente del estadio Metropolitano Roberto Meléndez, y allí lo mutilaron. Después movieron sus restos a la habitación 6 del hostal y luego los sacaron del sitio por partes.

Su torso y extremidades fueron dejados en la calle 37C con carrera 3 del barrio Galán, y en la calle 37C con carrera 1J esquina del barrio Los Laureles. En la noche del siguiente día (6 de junio), un habitante de calle que hurgaba entre unas bolsas de basura halló la cabeza. Eso pasó en la carrera 15 Sur con calle 48D, de Las Cayenas.  

 

Además, vincularon a las indagaciones a Juan Camilo Reales Sierra, alias Gokú, señalado por el ente acusador como uno de los dos individuos que torturaron a Ángelo Cerra antes de su homicidio. Este sujeto murió en medio de un procedimiento policial en el que iba a ser capturado el anterior 14 de julio. 

Tanto trascendió el crimen en mención, que el juez asignado y el fiscal encargado terminaron siendo amenazados de muerte por ‘los Rastrojos Costeños’, en plena audiencia de formulación de cargos contra ‘el Negro Ober’. 

En últimas, alias el Barbas fue enviado a la cárcel y junto a Martínez Gutiérrez y alias 07 se encuentran a la espera de un juicio por el crimen en el Hotel Spanic.

Le decían ‘Yanbi’

El mismo día, solo que cinco meses después, en un motel sin razón social desmembraron a un joven de 23 años.

A plena luz del día, moradores de Sabanalarga hallaron el 5 de noviembre los brazos, las piernas y la cabeza de un joven, acompañados de una nota escrita en un folder de papel cartón que decía “pagó con su vida los robos que hizo en la Cordialidad”. Aquello dio apertura a una caja de pandora que tuvo en vilo a toda la población.

Se supo que la víctima respondía al nombre de José Daniel Castillo Querales, a quien le decían ‘Yanbi’. 24 horas después de eso, en un tramo que conduce a Cascajal, en el mismo municipio, encontraron el que sería su torso, envuelto en un saco blanco y abandonado a un costado de la carretera. Para ese momento, Sijín y CTI de la Fiscalía realizaron ambas inspecciones técnicas para abrir las investigaciones.

Días después, los detectives pudieron establecer que el crimen se había registrado en un hostal, ubicado en una de las arterias viales del departamento. En ese lugar, por medio de una diligencia de inspección con luces forenses, la autoridad dejó por sentada la magnitud de lo que en una de las habitaciones del sitio había ocurrido. 

El CTI confirmó que la sangre que había por todos lados en aquel cuarto era de ‘Yanbi’. Sumado a ello, el coronel John Urrea Rozo, comandante (e) de la Policía del Atlántico, informó que los partícipes del hecho habían sido miembros de ‘los Rastrojos Caleños’, un ala de la estructura con miembros provenientes del Valle del Cauca, que también cometieron otros hechos de sangre en el municipio, señaló el oficial.

Destacó que un menor de edad, un hombre apodado como alias el Topo y otro como alias el Pescador fueron vinculados a las indagaciones. Los dos primeros murieron en medio de operativos adelantados por policía judicial, mientras que el tercero fue capturado y enviado a la cárcel por el caso de Castillo Querales. 

Huellas

Recordemos que la Defensoría del Pueblo señaló a finales de octubre en la Alerta Temprana 029 de 2022 que en poblaciones como Sabanalarga, en el centro del departamento, se estaría llevando a cabo una guerra entre tres bandas criminales que buscan tomar el control del territorio.

Sus enmarcados modus operandis, de acuerdo con el Ministerio Público, dejaron al descubierto la presencia del crimen organizado en por lo menos nueve barrios y cinco corregimientos, donde la sevicia de los hechos de sangre no ha causado más que terror.

La Defensoría alertó sobre homicidios selectivos, teniendo en cuenta el desmembramiento de ‘Yanbi’, e hizo mención a que de esta manera las bandas certifican un tipo de mensaje violento ante sus rivales, que en el caso de ‘los Rastrojos’ serían ‘los Costeños’ y el Clan del Golfo. 

Por su lado, en conversación con este medio, el profesor e investigador en temas de seguridad de la Universidad del Norte Luis Fernando Trejos se refirió a este tipo de hechos de la siguiente manera: “La presencia de estos grupos en el territorio disparan los crímenes, la extorsión, el reclutamiento de menores, entre otros hechos (…) se debe aumentar la inteligencia para esclarecer los casos y prevenirlos”. 

Paralelo a lo anterior, el catedrático señaló que se deben mirar los descuartizamientos, las amenazas y los homicidios para identificar si estos hacen parte de los procesos de estas personas en busca de convertirse en los principales actores criminales, principalmente en municipios como Sabanalarga. 

Operaciones mored

Para prevenir casos como el de Ángelo Cerra, el general Jorge Urquijo, comandante de la Regional 8 de Policía y de la Metropolitana de Barranquilla, señaló en diálogo con este medio que para el 2023 implementarán 20 operaciones Mored. “El año entrante tenemos planeadas estas actividades, que son operaciones estructurales que se articulan con la Fiscalía para ir detrás de los actores criminales que están inmersos en delitos que afectan la vida”, señaló el oficial.

Destacó Urquijo que las acciones de la Policía estarán volcadas a afectar estructuras dedicadas a la extorsión, al homicidio, al tráfico de drogas y al microtráfico. “También incluimos una línea muy específica para generar un impacto tanto en la prevención como en la investigación de crímenes como estos (…) las capacidades investigativas también fueron reforzadas para un trabajo articulado entre Policía, Fiscalía y demás autoridades”, finalizó.