Que abortara. Eso le recomendaron a Yeimi Ester Villarreal López cuando a los seis meses de embarazo le diagnosticaron hidrocefalia a la criatura que engendraba. La mujer ignoró la sugerencia y dio a luz a la bebé. Se trata de Valerin, que para poder crecer ha sido sometida a 37 cirugías, que sin embargo no le han quitado las ganas de vivir y sonreír.
“¿37 operaciones a los 13 años y es feliz?”, puede ser la duda de cualquiera. “Sí, soy feliz y sueño con ser enfermera”, es la respuesta de Valerin. En su residencia en la carrera 14 No. 86-51, barrio Ciudad Modesto, Yeimi contó cómo es posible salir adelante con su pequeña, la mayor de dos hermanos.
En medio de sus citas médicas, Valerin saca tiempo para una foto.
‘ES CUESTIÓN DE AMAR LA VIDA’
A los 19 años Yeimi quedó embarazada. Su gestación fue tratada en la Clínica del Rosario, donde un médico le sugirió abortar. “No presté atención. Les dije que me aferraría a Dios, que ellos me ayudaran en lo que humanamente pudieran”, expresó Yeimi, ahora de 33 años.
El 29 de octubre de 2003, en el mismo centro médico en el que los profesionales vieron improbable su nacimiento, Valerin Vanessa Galvis Villarreal vino al mundo.
“Nació con líquido en la cabeza y se hizo indispensable que a los 3 meses le realizarán la primera cirugía”, recordó Yeimi. Valerin fue intervenida quirúrgicamente por el neurocirujano Antonio Berrío (Q.E.P.D.).“Con ese procedimiento le drenaron el líquido en la cabeza”, explicó la madre de la niña.
Luego de una serie de prolongadas fiebres y gripes, Valerin sufrió una convulsión que dio pistas para creer que vendrían nuevas pruebas. “Un año tenía la niña cuando la diagnosticaron paciente epiléptica, derivado de la hidrocefalia”, recordó Yeimi. “Mi hija valía cualquier esfuerzo, era cuestión de amar la vida”, subraya.
DIVERSIÓN DETRÁS DEL CANTO Y LA PRIMA
Si acaso alguna persona pudiera sentirse agotada por todas las vicisitudes libradas por Yeimi y su hija, es preciso adelantar que aún le esperaban más obstáculos. “Cuando la niña cumplió cuatro años le confirmaron displasia congénita de la cadera, lo que no le permitía caminar de forma adecuada, por lo que debió usar silla de ruedas”, precisó Yeimi.
A esto se sumó la presencia de líquido en los pulmones, producto de los procedimientos durante la intervención de la hidrocefalia.
Por si fuera poco,un accidente a la edad de 5 años, en el que se cayó de la silla de ruedas, provocó que le practicaran otra delicada cirugía. “Por el problema de cadera le hicieron múltiples operaciones quirúrgicas, lo mismo por la afección de los pulmones”, dijo Yeimi.
¿Cómo hizo Valerin para soportar todo esto? ¿De qué manera reemplazó el correr, brincar y demás cosas propias de los niños? “Pues con el canto, la pintura, lectura y la compañía de mi prima, Joselín Michell”, respondió la propia Valerin, declarada acérrima hincha de Junior y Real Madrid.
Valerin y su prima Joselín, confidentes y fórmula de la diversión.
“Desde que recuerdo me ha gustado cantar. Ahora escucho mucho reguetón, temas de Oscar Prince y Nicky Jam, que son lo máximo”, continuó la menor. “Mi prima me ha ayudado mucho a pasar los días sin aburrirme, como salgo poco, porque me la paso en terapias, estar con Joselín (12 años) me entretiene. Con ella bailo, escucho música, juego a las propagandas y hacemos cultos (cristianos) dentro de la casa”, agregó la niña.
Un día normal de Valerin inicia a las 7 de la mañana. Desde que despierta se encarga de cuidar a su hermano de 9 años, mientras su mamá sale a trabajar como doméstica.
Al mediodía almuerza puntual.“Como de todo, pero lo que más me gustan son las pastas”, afirma la pequeña. A lo que el reloj marca las 2 de la tarde comienzan las citas médicas. “A veces me aburre porque me puyan mucho, pero bueno, me toca aguantar”, exclama con dejo de resignación. Por la noches la televisión le brinda entretenimiento antes de dormir. “La Ley del Corazón y Los Morales, son mis novelas favoritas”, cuenta la chiquilla.
Valerin ha pasado el 75 % de su vida en centros hospitalarios, esa es más o menos la cuenta que hace su mamá. “Debo hacerles terapias todos los días. En la actualidad la epilepsia está controlada, pero igual debe asistir a fisioterapias y citas con el psicólogo”, manifiesta Yeimi.
NECESITA ESTUDIAR URGENTEMENTE
Valerin solo ha cursado hasta primero de primaria, puesto que por sus patologías padeció el rechazo de las instituciones educativas en las que tocó puertas para estudiar.
“Me la paso haciéndole cartas al Presidente, para que vea mi caso y me ayude a estudiar”, añade.
“Como puedo trato de que lea libros, que escriba, pinte, porque no me la han recibido en los colegios”, expresó la atribulada madre.
“Siempre he trabajado en casas de familia y vendiendo productos, lo que salga para tener dinero con que costear el diario de mis dos hijos”.
Solo en taxis Yeimi gasta diario hasta 30 mil pesos para los controles médicos. A este drama se agrega Yoiner, otro hijo de Yeimi y hermano de Valerin, quien también pasa por un mal momento de salud con sus riñones.
Valerin y su hermano Yoiner son inseparables. Ambos se declaran hinchas de Junior.
“Los taxistas quieren cobrar $15 mil, pero yo les digo que lo dejen en $10 mil”, intervino Valerin entre risas.
Treinta y siete cirugías han marcado el cuerpo de esta guerrera, empecinada en seguir adelante. “Estudiaré y ojalá pueda ser enfermera algún día”, finalizó.