Colombiano abatido por EE. UU. estuvo vinculado al robo de más de 200 armas en 2016

La muerte de Alejandro Andrés Carranza Medina durante un operativo militar de Estados Unidos en aguas del Caribe ha generado una fuerte controversia diplomática entre Bogotá y Washington.

Mientras el Gobierno colombiano denuncia una supuesta violación de soberanía y el presidente Gustavo Petro lo describe como un “pescador humilde”, documentos judiciales indican que el hombre era un viejo conocido de las autoridades, vinculado a uno de los mayores escándalos de corrupción policial ocurridos en Santa Marta.

Un pasado marcado por el robo de armas

Carranza, identificado en expedientes de la Fiscalía con el alias de ‘Coroncoro’, fue capturado en 2016 junto con cinco policías por su presunta participación en el hurto de 234 armas de fuego que estaban bajo custodia de la Policía Metropolitana de Santa Marta.

De acuerdo con la investigación, parte del arsenal sustraído terminó en manos de la banda criminal ‘Los Pachenca’, una de las estructuras armadas más poderosas de la región Caribe, dedicada a la extorsión, el narcotráfico y el homicidio.

Los registros del caso señalan que Carranza acompañó a una patrullera de la Sijín en los traslados irregulares del material bélico. Su testimonio, junto con la confesión de la uniformada Jennifer Mendoza Gómez, permitió identificar a varios oficiales presuntamente implicados, entre ellos el entonces jefe de la Sijín, mayor Rolando Pinzón García.

Un escándalo que sacudió a la Policía

El caso, conocido como el robo masivo de armas de 2016, destapó una red de corrupción dentro de la Policía. Las investigaciones revelaron que se falsificaron las firmas de fiscales para retirar el armamento de los depósitos oficiales.

Peritajes grafológicos confirmaron la alteración de al menos 227 actas de retiro, mientras que el resto del material desapareció sin dejar rastro.
Los implicados enfrentaron cargos por peculado por apropiación, falsedad en documento público, hurto agravado y concierto para delinquir.

El ataque que lo devolvió a los titulares

Siete años después de aquel escándalo, el nombre de Carranza volvió a aparecer en los medios, esta vez tras el ataque de una aeronave estadounidense a una embarcación en el mar Caribe, ocurrido el 16 de septiembre pasado.

Según reportes del Pentágono, el operativo se enmarcaba en una acción regional contra el narcotráfico. Sin embargo, desde Colombia, el Gobierno ha sostenido que se trató de una agresión injustificada contra civiles.

Petro defiende a la víctima y exige explicaciones

En una intervención reciente, el presidente Gustavo Petro reiteró sus críticas a la operación y cuestionó la versión de las autoridades estadounidenses.

“La lancha del pescador de Santa Marta no era del ELN, era de una familia humilde, amante del mar y de ahí extraía sus alimentos. (…) ¿Qué le dice usted a la familia del pescador Alejandro Carranza? Era un ser humano humilde”, escribió el mandatario en su cuenta de X.

Audenis Manjarres, familiar del fallecido, también defendió su inocencia en declaraciones a RTVC Noticias.

Por ahora, ni la Casa Blanca ni el Departamento de Estado se han pronunciado sobre el caso individual. El Pentágono, no obstante, ha reiterado que los ataques en el Caribe hacen parte de una estrategia conjunta de seguridad regional en la que, desde septiembre, se han registrado al menos siete operativos y treinta muertes.

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