Cárcel Modelo: el penal frente al río Magdalena que ‘nada’ en la corrupción
Tras la captura de seis miembros del Inpec, adscritos a esta penitenciaria, AL DÍA conoció detalles de cómo se está manejando internamente y de algunas denuncias graves que no han trascendido a nivel disciplinario.
La olla no se ha destapado completamente. Las capturas de seis miembros activos del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, adscritos a la Cárcel Modelo de Barranquilla, ubicada en el corredor industrial de la Vía 40, en cercanías al río Magdalena, es apenas el comienzo de una investigación sobre este penal que no solo encierra a criminales, sino también numerosos casos de corrupción.
La semana anterior, por orden del juez 15 penal municipal con funciones de Control de Garantías, fueron detenidos, en medio de diligencias de allanamiento y registro, realizadas por miembros del Gaula de la Policía, los inspectores Luis Yobani Tovar Ardila, de 49 años; Octavio Márquez Segura, de 36 años, y Mauricio Alejandro Acosta Acosta, de 34 años. Asimismo, los dragoneantes Álvaro Iván Díaz Cañas, de 31 años; Harold Iván Ramos Bastidas, de 31 años, y Darwin Manuel Fernández Salcedo.
Los detenidos fueron presentados en audiencias preliminares, en las que les fue legalizada la captura, y misma en la que la togada que lleva el caso manifestó que los funcionarios detenidos son investigados desde 2022 por el delito de extorsión. Al parecer, los guardianes serían un enlace entre presos y las víctimas del flagelo que hoy azota a todo el país, incluso, recibiendo dinero en la plataforma virtual Nequi.
Sin embargo, este no es el primer caso en el que funcionarios del Inpec de La Modelo se ven inmersos en acciones delictivas, pues el pasado 4 de marzo, un dragoneante fue detenido por el delito de hurto calificado agravado.
Se trató de Jorge Salvador Daniells Buelvas, de 42 años, quien, según la Fiscalía, interceptó e intimidó con arma de fuego a un hombre para que le entregara las llaves de la camioneta en la que se desplazaba; no obstante, al ver que estas se cayeron al piso, el victimario también decidió hurtarle un anillo de oro y dos celulares. Esto ocurrió entre los barrios San Isidro y Los Andes. Hoy este hombre debería estar en prisión.
Cárcel Modelo: el penal frente al río Magdalena que ‘nada’ en la corrupción
Y ni qué hablar de la compulsa de copias que en agosto de este año ordenó la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla a la Fiscalía contra los funcionarios del Inpec que supuestamente facilitaron el ingreso de unas menores al centro carcelario en mención para que visitaran al exjefe paramilitar Hernán Giraldo Serna, excomandante del Frente Resistencia Tayrona del Magdalena y conocido con el alias de El Patrón de la Sierra, por delitos asociados a violencia sexual contra menores.
Eso pasó entre los años 2007 y 2008, luego de la desmovilización del excomandante de las Autodefensas en la Sierra Nevada de Santa Marta y previo a su extradición a los Estados Unidos.
Dentro del penal
AL DÍA conoció a través de un investigador del Inpec, que opera desde Bogotá, cómo se maneja internamente la Cárcel Modelo, y una de las principales oraciones con la que este definió al penal fue: “Allá todo el mundo habla, todo el mundo dice, pero nadie sostiene”, esto referente a las denuncias internas que nunca logran salir a flote.
“Uno se da cuenta de que las cosas no se hacen como se deben hacer. Acaban de capturar a seis funcionarios, pero, en realidad, la corrupción allá es casi general. Desde los comandantes de cada compañía. Cuando hay algún funcionario que quiera hacer las cosas bien se quejan y el malestar es casi que absoluto”, relató el funcionario.
En esa misma línea, de acuerdo con la fuente, la cuestión allí es muy sencilla: no se respeta ninguna clase de procedimiento. “Los privados de la libertad tienen lo que quieren, cuando lo quieren, todo con la anuencia de los uniformados y administrativos”, detalló.
El miembro de la institución manifestó que algunas de las cosas que han intentado hacer es la rotación de los uniformados, para así desequilibrar a los miembros inmersos en esa “corrupción”: “Mandando a los miembros para otro lado, de manera que se pueda ir limpiando en Barranquilla y que cuando ellos lleguen a otro lado, no tendrán poder, ni contactos”.
Empero, esto no se ha podido hacer, pues se les ha impedido el tema de los sindicatos. Además, hay, según lo informado, “una piedra en el zapato”, debido a que, supuestamente, no hay apoyo de la Dirección Regional del Inpec.
“Todo lo que sucede en la cárcel se le notifica: la entrada ilegal de alimentos, que entran celulares, que estaban entrando droga, que hacían celebraciones en los en los turnos en los que el director no está presente, pero hacen caso omiso”, agregó.
Justicia y Paz
El pabellón de Justicia y Paz de La Modelo, el cual alberga ex miembros de las extintas AUC que cumplen condenas por asesinatos y otros delitos lesa humanidad, es uno de los que más problemas da dentro del lugar, o quizá, el que “más capital invierte”.
“Los reos de Justicia y Paz hacen celebraciones y cuando se pedían videos de cámara de seguridad no había nada. La persona encargada de cámaras dice que no encuentran absolutamente nada al día siguiente de que se alerta. Con todo ello, en los pasillos siempre ronda que meten botellas de whisky, pasteles de cumpleaños, y forman fiestas por lo alto”, declaró el funcionario.
Asimismo, el investigador agregó que los inspectores y dragoneantes les dicen a los que llegan “los que tienen celdas inmensas (miembros de Justicia y paz) tienen una legislación especial y hay que tratarlos diferente”.
Allí prima la “prima”
El pago de nómina no sería lo suficientemente bueno para los miembros rasos, ni para los administrativos de rango alto, pues, conforme al relato del miembro del Inpec, dentro del centro de reclusión “todo se cobra”.
“Para todo cobran prima en Barranquilla; cobran prima para adjudicarles celda; cobran prima para dejarles entrar las cosas; gente con televisores plasma en una celda para ellos solos, con más de 20 ventiladores que no han pagado el impuesto para tal efecto. No pueden tener joyas, dinero, comidas que no sean las que les dan en el Inpec, armas, celulares, usb, entre otros”, expuso el detective.
Además, se conoció que este año se realizaron varios operativos en los que encontraron armas, joyas, droga, neveras, ventiladores, patas de cabra, y hasta dinero en efectivo.
El mismo agente dio a conocer que, supuestamente, un uniformado encargado de la parte jurídica recibía dinero por los procedimientos, e incluso, detalló que tuvo conocimiento de un video de hace algunos años, en donde un privado de la libertad lo grabó recibiendo plata, y que jamás le iniciaron un proceso disciplinario.
Liderazgo
La fuente puntualizó en un tema preocupante: el liderazgo entre privados de la libertad. Se pudo conocer que, al parecer, estos realizan tomas de los patios para hacer “cambio de líderes”, pues el que manda es el que tiene mayor protección por los guardianes del Inpec. Cuando ya no les empiezan a cumplir con las primas, porque los que manejan los cobros directamente son los privados de la libertad, se hace el cambio.
Este supuesto liderazgo lo maquillan siendo los representantes de derechos humanos del penal, quienes tienen el permiso de transitar en cualquier patio penitenciario.
Domiciliarias
Otro de los más grandes inconvenientes que, según el funcionario, se percibe en el interior de la cárcel, es con las personas que son beneficiadas con la medida de aseguramiento en domicilio: “Las domiciliarias son un inconveniente, pues cuando un capturado recibe esta medida, llegan de vuelta a la cárcel en la que realizan el papeleo y así enviarlos a sus casas. Es un trámite que dura un par de horas; Sin embargo, todo se ha vuelto lento”, añadió.
Esto, supuestamente, se debe a que los miembros de la institución encargados del procedimiento “cobran prima por el proceso; es decir, si no pagaban, los dejaban más tiempo en la cárcel, por lo menos hasta que pagaran, mientras los que entregaban la plata se iban de inmediato”.
“Obviamente en su casa van a estar en mejores condiciones que en la cárcel, por obvias razones, entonces la gente busca el dinero”, dijo el funcionario.
Además, este detalló que las personas “importantes” con domiciliarias no los manejan las cárceles de Barranquilla, las maneja la Dirección Regional: “esto es otro negocio mucho mayor”, pero no ahondó en el tema.
Alimentos
Es preciso decir que en el penal está prohibido el ingreso de alimentos para la venta dentro de los patios, pero, aquí, supuestamente, hay una excepción: “Allá no, allá el expendio de alimentos del Inpec no prospera. ¿Por qué razón? Porque tienen negocio entre los guardianes y los privados de la libertad, y estos vendían a costos superiores los alimentos. Es decir, una gaseosa que en el expendio valía dos mil pesos, por ejemplo, ellos lo vendían a cinco mil, seis mil pesos”, explicó el agente.
En ese sentido, como supuestamente había complicidad entre los que tenían el contrato del kiosco de alimentos y los reos, el expendio del Inpec nunca tenía nada, por lo que les tocaba buscar a los internos que vendían.
“Eso lo entraban los uniformados y lo pagaban en efectivo. Una de las prohibiciones del reglamento es precisamente que no puede haber dinero dentro de las cárceles”, reafirmó.
Nadie sirve de testigo
El silencio es el más grande acompañante de los pasillos húmedos del circuito cerrado. Nadie dice nada, el que hable, tendría consecuencias. “Entre ellos se dicen: somos presos y nuestro apellido es reja y de rejas para dentro ya la cuestión cambia”, mencionó el detective.
En ese sentido, el investigador añadió que existen funcionarios que no tratan de meterse en ese mundo. “Ellos dicen que prefieren callar porque está en juego su vida y la de sus familias”.
Por último, añadió que supuestamente el director general, el coronel Daniel Gutiérrez, sabe todo lo que ocurre dentro de la penitenciaría, así como la Dirección General y Regional: “De esas seis personas capturadas todavía faltan. Hay mucha gente que es arrastrada por la corriente de la corrupción”.