El sobrepeso no le permite llevar una vida normal. Se trata de Harrison José Díaz Paternina, un niño de 14 años que vive en Caño del Oro, corregimiento de Cartagena, donde la mayor parte del tiempo permanece sentado porque cada vez que intenta hacer una actividad diferente se agita y presenta complicaciones para respirar.
“Cuando estoy caminando me agito, me canso, tengo que hacer escalas en cualquier parte donde esté porque me agito mucho”, expresa el niño, mayor de tres hermanos y quien está en condición de discapacidad visual.
FALTA DE RECURSOS
La vida del menor no ha sido fácil, sus familiares manifiestan que dejó de estudiar desde que estaba en segundo de primaria debido al sobrepeso y a la falta de recursos. Es la misma razón por la cual dejó de asistir a una fundación en Cartagena donde lo estaban atendiendo hace unos meses para tratar su problema de obesidad.
Su madre expresa que se gastaban más de 15.000 pesos en transporte y comida ida y vuelta todos los días, por lo cual resultó insostenible trasladarlo de Caño del Oro a Cartagena.
Su alimentación está basada en los platos típicos del mar, aunque su madre doña Asmín Díaz asegura que Harrison es un amante de las frutas.
“Le encanta la pera, la manzana, uva, patillas, melón. De platos de aquí de Caño Del Oro le gusta comer arroz con pescado, sopa de pescado y se come desayuno bastante completo”, aseguró la señora Amín.
Lo que le preocupa a la familia es que el joven de 14 años sobrepasa el límite de un peso convencional de 120 kilogramos y lo más grave es que en Caño Del Oro no hay una balanza estime su peso.
Sus allegados suponen que el peso de Harrison supera los 200 kilogramos por eso piden la solidaridad de personas de buen corazón para que Harrison ingrese a una Fundación y pueda empezar un tratamiento que le permita disminuir su peso.
Natalia Lemus, pediatra de la Clínica Cartagena del Mar, expresó que el principal problema que tiene un niño obeso desde temprana edad es que con el tiempo desarrolla serios problemas cardiovasculares.
AMANTE DE LA MÚSICA
A pesar de sus problemas de salud, Harrison es un muchacho de buena vibra y energía positiva. Amante del vallenato y de la champeta cartagenera. Le encanta cantar los vallenatos de Diomedes Díaz en un pequeño minicomponente que tiene en su casa. Escuchar música y cantar son sus principales pasatiempos.
Harrison pide ayuda y agradece a quien pueda ayudarle, porque quiere jugar como lo hacen sus amigos en Caño Del Oro. “Yo también quiero salir a divertirme con mis amiguitos, jugar fútbol y hacer varias cosas como un niño normal", puntualizó.
La persona que quiera brindarle una ayuda a Harrison Díaz Paternina puede comunicarse al 3107217968.