La salud de su hijo incluye el bienestar físico, mental y social. La mayoría de los padres conocen los aspectos básicos para mantener a los niños sanos tales como darles alimentos saludables, asegurarse de que duerman, se ejerciten lo suficiente y garantizar su seguridad.
También es importante que los niños tengan chequeos médicos regulares. Estas visitas son una oportunidad para revisar el desarrollo de su hijo. También es un buen momento para detectar o prevenir problemas.
ADEMÁS DEBEN IR AL MÉDICO
Además de los chequeos los niños en edad escolar deben ir al médico por pérdida o aumento importante de peso, problemas para dormir o cambios de conducta, fiebre de más de 38.8ºC, erupciones cutáneas o infecciones en la piel, dolores de garganta frecuentes y problemas respiratorios.
Parte de su responsabilidad como padre es enseñarles a sus hijos cómo llevar una vida sana. El mejor momento para comenzar a enseñarles estas lecciones es cuando son jóvenes. Esto los ayuda a evitar que tomen decisiones poco saludables y desarrollen malos hábitos para toda la vida. Es importante que los padres den un buen ejemplo.
La niñez es una época de crecimiento y cambios rápidos. Los niños tienen controles pediátricos con mayor frecuencia cuando son más jóvenes. Esto se debe a que el desarrollo es más rápido durante estos años.
Cada control pediátrico incluye un examen físico completo. En este examen el médico verifica el crecimiento y desarrollo del bebé o del niño pequeño con el fin de encontrar o prevenir problemas.
El médico registrará el peso, la estatura y otra información importante del niño. Asimismo la audición, la visión y otros exámenes serán parte de algunas consultas o controles. Un recurso sin duda indispensable para cuidar la salud de los niños son las inmunizaciones o vacunas, ya que ayudan a proteger contra enfermedades e infecciones.
Durante las revisiones médicas periódicas se deben administrar las primeras dosis y a lo largo de la infancia y hasta la adolescencia los refuerzos correspondientes.