Vale la pena hacer el ejercicio: tome un mapamundi, póngase al frente y al azar señale con el dedo cualquier punto geográfico. Listo.De pronto le apuntó a una ciudad llamada Ereván, que al menos, en el mundo del fútbol pueda que nadie la conozca. Pero para ir ubicandonos, esta es la capital de Armenia, un país europeo situado en el sur de Rusia.
Si usted prosiguió la investigación tal vez encontró que en esa ciudad juega el Gandzasar Kapan FC, que hace parte de la Liga Premier de Armenia. Pero lo más sorprendente es saber que en la plantilla del irreconocible equipo, milita un futbolista colombiano, un chocoano, para más señas. Se trata de Wbeymar Angulo, que a 12.204 kilómetros de su natal Nuquí, se abrió pasó en el fútbol en una liga futbolera casi desconocida, en la que se compite por objetivos como un cupo al repechaje de la Liga de Campeones, en un país en el que este deporte es mirado en un segundo plano.
“Ereván es una ciudad muy tranquila. Acá ven una persona de color y les causa sorpresa, pero son respetuosos y me tratan muy bien. Usted acá no oye una salsa o un vallenato, me ha tocado adaptarme a muchas cosas, pero estoy jugando fútbol, que es lo único que me importa”, afirmó Wbeymar, en diálogo telefónico con AL DÍA desde una habitación del Hotel Regine, en pleno centro de Ereván.
BUSCÓ LA GLORIA EN COLOMBIA
En Colombia este volante de 25 años pasó por equipos como Patriotas, Bogotá FC y Alianza Petrolera en segunda división. En primera, jugó un par de partidos con el Huila y Nacional, en Copa Águila. “Luego de jugar en Nacional me quisieron devolver a segunda división, y yo preferí pedir mis derechos deportivos. Quedé sin equipo seis meses, hasta que conocí un empresario que me llevó al Murciélagos FC (tercera división de México).Allá jugué año y medio, pero siempre hubo problemas con el sueldo, así que renuncié y regresé a Colombia donde volví a quedarme sin equipo seis meses”, contó.
Estos son los jugadores que están en otras ligas (clic para conocer sus historias)
Estando en México hizo muy buena amistad con un jugador de Macedonia, quien lo recomendó al club armenio.“Él me contactó con su representante, que fue el que me dijo que había una oportunidad en Armenia. No sabía dónde quedaba ese país, pero acepté y acá estoy. Me hicieron la prueba y quedé de una”, narra acerca de su llegada al Gandzasar.
UN DÍA DE WBEYMAR EN EREVÁN
“Me levanto a las 8 de la mañana, tenemos 9 horas de diferencia con Colombia. El equipo tiene una minivan que nos lleva al estadio Gandzasar, donde entrenamos en promedio hora y media. Luego quedo libre y me voy al gimnasio, ahí trabajo tres horas porque acá los entrenamientos con los clubes son diferentes, no son tan rigurosos, entonces complemento de mi cuenta. En la mayor parte de todo este recorrido casi no hablo con nadie, me concentro en lo que tengo que hacer y ya”, cuenta entre risas.
La comida típica en Nuquí y en casi todo el Chocó son los mariscos, en nada similar a los platos que se pueden degustar en Ereván, que son a base de verduras y con mucha influencia de Arabia Saudita. Por tanto Wbeymar ha tenido que variar un poco su alimentación, pero se las ha ingeniado para resolverlo.
“Con lo que me paga el club me alcanza para comprar algunas cosas en el supermercado y tenerlas acá. Además, hay restaurantes italianos y españoles, entonces por ahí resulvo esa parte”. En Ereván se maneja el dram armenio como moneda. Mil drams equivalen a 5.900 pesos colombianos.“Los sueldos en esta liga no son tan grandes como en otras partes de Europa, pero me va bien, le mando el 80 por ciento del salario a mi mamá, Consuelo Mosquera, y a Valeria, mi hija de 3 años. Una Coca Cola cuesta 250 drams, que son 1.500 pesos en Colombia. Las hamburguesas y las pizzas son como a 2.000 drams”, explica.
“Acá escuchan mucha música cristiana, pero yo me la paso oyendo vallenato, soy muy seguidor de Diomedes Díaz”, cuenta.