Hay un tema en Junior que se ha tocado al comienzo de las últimas pretemporadas. Es hora de que José Luis Chunga tape por encima de Sebastián Viera, se oye decir. Chunga, esperando su chance ya ha cumplido 26 años. Viera, dueño del arco con todos los méritos cumplirá 35. El tema de los arqueros no se mide por la edad.
Los arqueros se vuelven sólidos después de los 30 años y quizá un poco más allá. Este tema no es fácil y tan no es fácil que Viera sigue siendo titular y Chunga sigue esperando. Y no se trata que Chunga no pueda tapar. No, ni más faltaba. Se trata de lo que Viera ha sido en los últimos años en Junior.
Los arqueros se van haciendo en medio de los partidos. Hacen camino al tapar. Que hay jóvenes que irrumpen de pronto y se van quedando con la posición también es cierto. Son las excepciones a la regla sobre la experiencia en los arqueros.
Hablo de David Ospina que aprovechó, siendo juvenil, su debut con Nacional y pronto se fue al Niza francés. O de Wuilker Fariñez que con 19 años se convirtió en arquero titular de la selección de mayores de Venezuela de la mano de Rafael Dudamel.
Claro que en el caso de Ospina y Fariñez hay que decir que fueron arqueros de selecciones nacionales menores y allí adquirieron una experiencia que no podían en sus equipos por razones de edad.
En Junior hay un antecedente, el de José María Pazo que esperó cerca de ocho años en divisiones menores hasta cuando Hugo Gallego lo hizo debutar y lo mantuvo contra toda presión después que el club trajo al argentino Juan Carlos Docabo en 1990, y lo mismo hizo Julio Comesaña al año siguiente.
Aquí no hace falta que se alineen los astros para decidir. El tema pasa por el calendario de juegos, por los partidos, por el rendimiento de Viera y por las oportunidades que Chunga sepa aprovechar. Que no hay otro mecanismo. Solo el fútbol decidirá…