La nueva novena de Barranquilla venció 6-4 a Caimanes, actual campeón, este lunes en el estadio Édgar Rentería y puso la serie semifinal 2-1 a su favor. Este martes se disputa el cuarto duelo por un cupo a la final.
Definitivamente se crecieron. Los Gigantes no han pagado ninguna novatada y se mantienen firmes en la semifinal de la Liga de Béisbol Profesional Colombiano. Este lunes, con una buena actuación monticular de Jefri Hernández y batazos oportunos de José Rosario y Sneider Batista, derrotaron 6-4 a los Caimanes, actuales campeones, en el estadio Édgar Rentería, y pusieron la serie 2-1 a su favor.
Este martes se disputará el cuarto enfrentamiento entre las dos novenas barranquilleras, a partir de las 7 p.m
El coloso del barrio Montecristo registró la mejor entrada y el ambiente más festivo de la temporada en el tercer duelo del choque por un cupo a la final. El público abarrotó la mayoría de las tribunas del diamante currambero y disfrutó de un buen espectáculo deportivo que tuvo otros ingredientes como bailarinas y show de mascotas, Willy el caimán y Dante el gigante.
Con la emoción de la invitación a Colombia a la Serie del Caribe 2020 todavía fresquita en el ambiente beisbolero de la ciudad, los dos equipos salieron al campo dispuestos a tomar ventaja en la serie. Caimanes, que esta vez ejercía como visitante, mordió primero con una carrera anotada en la segunda entrada por Audy Ciriaco tras un elevado de sacrificio de Carlos Triunfel.
Gigantes no dejó ampliar la diferencia y en el tercer acto aprovechó un error del jardinero central adversario, Manuel Meléndez, para conseguir el empate.
Un hit de Batista que superó al segunda base se escurrió en las manos de Meléndez y Leudys Báez, que se había embasado por base por bolas, llegó hasta el ‘home’.
Los locales se envalentonaron y en el quinto inning, Báez empujó con un doble la carrera anotada por Erick Salcedo, quien también había despachado un imparable de dos almohadillas.
El abridor Julio Vivas, quien cargó con la derrota, comenzó a titubear y el mánager de los reptiles, el venezolano Lipso Nava se vio en la necesidad de pedirle la bola cuando se llenaron las bases.
El relevista José Altamiranda, que en el primer juego concedió tres bases por bolas consecutivas, llegó al montínculo lanzando por fuera de la zona a Jorge Martínez y Báez anotó ‘de caballito’.
Altamiranda salió sin hacer el trabajo y le dio paso a Luis De Ávila, quien permitió un doble hacia el bosque derecho de José Rosario que remolcó hasta el plato Batista y Flete.
Cuatro carreras que pusieron el tablero 5-1 y a los Caimanes contra las cuerdas. No obstante, en el sexto capítulo, aparecieron los hombres fuertes de la ofensiva reptil. Dos imparables consecutivos de los grandesligas Dilson Herrera y Harold Ramírez encendieron la luz de la esperanza y el posterior jonrón del dominicano Audy Ciriaco hacia el jardín izquierdo alumbraron el camino. Rápidamente se volvió a apretar el marcador 5-4.
Pero el flojo trabajo de los relevistas del equipo campeón, contrario al de sus pares de Gigantes, lo volvió a condenar. El anfitrión agregó una rayita más a la pizarra cuando Batista impulsó a Báez en la parte baja de la sexta entrada.
El serpentinero Jefri Hernández, que empleó 89 lanzamientos, se acreditó la victoria. Laboró durante siete entradas completas, permitió seis hits y cuatro carreras. Ramón Morla se anotó salvado.
En la otra semifinal, Vaqueros superó 5-4 a Toros de Sincelejo, ayer en Montería, y está adelante en la serie 2-1.