A Junior le aumenta la exigencia y se le aprieta la agenda en marzo
Jugará ocho partidos en este mes. Uno cada tres o cuatro días.
Marzo es el mes de la verdad.
Puede sorprender para bien o para mal a Luis Amaranto Perea.
A Junior le sube la exigencia y se le aprieta le la agenda en este mes que definirá la suerte del técnico y del equipo.
Perea y sus pupilos
encararán desde el viernes una seguidilla de ocho partidos
en los que se resolverá en gran medida si el equipo avanza o no a los cuartos de final de la Liga y a la tercera fase de la Copa Libertadores.
La participación en el torneo internacional se iniciará de visitante el miércoles de la próxima semana, a partir de las 7:30 p.m. frente al Caracas FC (Venezuela) o el César Vallejo (Perú).
El adversario en la segunda fase del torneo continental quedará definido mañana en la capital venezolana. El choque de ida, en territorio peruano, concluyó 0-0.
Los Tiburones, que
solo han sumado cuatro de los últimos 15 puntos en disputa en la Liga,
debían llegar con una mejor cosecha de puntos a marzo para poder meterse de lleno en la búsqueda de la clasificación en la Copa Libertadores.
El equipo rojiblanco deberá ahora intervenir en la competencia internacional sin descuidar los compromisos ligueros porque en la tabla hay un lote de equipos con escasa diferencia de puntos y cualquier otro tropezón lo puede tumbar de los ocho primeros.
Junior encarará en marzo seis de los ocho juegos que le restan en la Liga. Enfrentará a rivales complicados como Nacional (en Medellín), Tolima (en Ibagué) y Santa Fe (en Barranquilla). No cabe duda, este mes tiene una agenda apretada y plantea unos duros desafíos.
