Así es imposible. Todo lo bueno que Junior mostró en ataque se arruinó con su titubeante defensa. Libertad aprovechó el ‘festival de la pifia’ que protagonizaron los rojiblancos en zona posterior y se impuso 4-3 (¡cuatro!), este miércoles en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Mientras de mediocampo hacia arriba se vio armonioso, veloz y contundente, sobre todo en el primer tiempo, en la retaguardia concedió todas las ventajas posibles.
Fue un Junior ambicioso, intenso y ofensivo en los primeros 10 minutos. De la mano de un ‘Cariaco’ González ‘pimientoso’, enchufado y claro, salió a arrasar con su rival y a los tres minutos de juego Carmelo Valencia ya estaba cantando el primero al definir un pase profundo de Wálmer Pacheco.
Parecía que el equipo seguía de largo hasta que empezaron a cometerse esa serie de errores que matan.
Germán Mera, que sigue lejos de su mejor nivel, falló en su intento de rechazo y Gabriel Fuentes se resbala en una zona del césped con exceso de riego y sirve en bandeja el gol del empate a Héctor Villalba, a los 11 minutos.
Dos minutos después, cuando los Tiburones no superaban el baldado de agua fría, el mismo Villalba aprovecha las libertades por izquierda que entregaban Fuentes y Mera para marcar el 2-1.
Panorama nublado
El equipo local perdió brillo y confianza. Sin embargo, con el transcurrir de los minutos, nuevamente el ataque se encendió.
‘Cariaco’ seguía inspirado, Hinestroza reaccionó y Piedrahíta no desentonó en su nuevo puesto de extremo. Precisamente el lateral derecho redondeó con éxito una vistosa jugada colectiva del ‘Tiburón’. No renunció ante un centro al segundo palo de Fuentes y concretó la igualdad al minuto 35.
Libertad no vino a esconderse y siempre planteó el juego de tú a tú con la calidad de jugadores como el cerebral chileno Marcelo Díaz, el habilidoso Espinoza y el contundente Villalba. No obstante, estaba abrumado ante la intensidad y coordinación ofensiva del anfitrión.
Por eso al minuto 37 ya perdía 3-2, cuando Hinestroza, en su segundo intento de larga distancia, marcó el 3-2 con algo de complicidad del arquero Silva.
Junior bajó el telón del primer tiempo con una alentadora remontada. Fue una etapa inicial agradable, de mucha dinámica y emociones en las porterías.
Pero en el segundo tiempo la felicidad se fue borrando de los rostros junioristas muy rápido.
A los dos minutos de la complementaria, Espinoza se filtró por izquierda y mandó un centro rasante que Viera no rechazó de la mejor manera y quedó servido para que Enciso pusiera el 3-3.
El visitante apretó tuercas en defensa y Junior ya no fue tan penetrante en ataque. Mucho menos después de la exclusión de Marlon Piedrahíta para darle paso a Cristian Martínez Borja, quien tocó la pelota muy pocas veces.
La salida del lateral convertido en extremo restó salida y poder ofensivo y metió al equipo en un enredo y una escasez de ideas.
Las sustituciones de Luis Amaranto Perea poco y nada ofrecieron. No hubo mejoría y todo se fue desdibujando. Aún más tras otro craso error.
Junior se empeñó en salir jugando a pesar de la pérdida de fluidez en su toque y la presión del cuadro paraguayo. Viera entregó un pase comprometido a Larry Vásquez y el volante confió demasiado en sus cualidades técnicas y terminó extraviando el balón ante Hugo Martínez, quien resolvió certero, marcó el cuarto y sentenció el pésimo comienzo de temporada de Junior.
Martínez Borja, Bocanegra, Cetré y Rodríguez entraron y no lograron poner la chispa que se notó al en el primer tiempo y Junior terminó impotente.
El partido de vuelta será el miércoles en Asunción. Tendrá que ganar por dos goles de diferencia para poder clasificar. Difícil misión en Paraguay por protagonizar el festival de la pifia en Barranquilla. Se dio demasiada libertad (‘papaya’) en defensa.