Esta vez no fue el estadio Atanasio Girardot como pista de baile, sino el Metropolitano. Edwuin Cetré, Luis Narváez y Luis ‘Cariaco’ González, fueron los coreógrafos para que Junior a ritmo de salsa venciera 3-0 a Deportivo Cali, en la Jornada 16 de la Liga Águila.
Este partido no fue uno más del torneo. Los rojiblancos antes de pitazo inicial del juez Carlos Mario Herrera llegaban con 25 puntos a uno del rival que venció en casa, pero con esta victoria, el ‘Tiburón’ se ubicó con 28 unidades y es segundo del balompié colombiano a dos de Alianza Petrolera, único líder del presente torneo.
Un primer tiempo donde Junior fue claro dominador del partido. Al minuto 7 llegó el primer gol gracias a la asistencia de Teófilo Gutiérrez y Edwuin Cetré, que dejó sin opciones al portero Johan Wallens.
No había pasado 10 minutos hasta que llegó una pena máxima a favor del ‘Tiburón’. Quien más sino Narváez para pegarle, anotar y celebrar con su ‘bailecito’ característico el 2-0 de su equipo.
Los dirigidos por el asistente Luis Grau estaban en su salsa y disfrutando el partido, pero todo cambió hasta que Cetré sintiera una molestia física y saliera del campo.
En el entretiempo, el club informó que el extremo sufrió una distensión muscular, isquiotibial, en la pierna derecha y se espera los días de incapacidad del jugador.
Los primeros minutos del complemento, Junior bajó la velocidad y neutralizó el partido. Al 56’ tiro libre para los locales. Todos los jugadores voltearon al arco porque se venía Sebastián Viera a cobrarlo. Tensión en las tribunas del ‘Metro’, ¿será que lo hace?, disparó y pegó en palo, respiró el Cali.
Pasan los minutos hasta que el 75’, Sebastián Hernández pidiera atención médica y de inmediato fue sustituido por Leonardo Pico. En la misma jugada, los defensores ‘Azucareros’ quedaron sorprendido del pase de ‘Teo’ y la velocidad de Luis ‘Cariaco’ González, donde definió de buena factura y selló la victoria 3-0 de su equipo.
En las tribunas todo fue una fiesta. Cada pase de un jugador rojiblanco se coreada al mejor estilo de una corraleja: ¡olé, olé y olé! Hasta que sonó el pitazo final y todos felices a casa.