El origen de Devis Vásquez y sus días en la selección Atlántico
La historia del arquero barranquillero que acaba de firmar por tres años con AC Milan. Hablan los entrenadores con los que empezó a formarse en el Gremio de La Magdalena y los que lo dirigieron en el combinado departamental.
Salió cabizbajo en aquel partido de 2011. Mientras sus compañeros sonreían, brincaban y disfrutaban por una nueva victoria, Devis Stiven Vásquez Llanch, el arquero barranquillero que acaba de ser contratado por el AC Milan, se lamentaba. Había más desazón que entusiasmo, más sonrojo que orgullo en el chico que solo tenía 13 años en ese entonces. Acababa de disputar su primer juego con la selección Atlántico infantil en el Zonal Clasificatorio, en Riohacha, La Guajira, y su actuación individual resultó discretísima.
“Estuvo comprometido en los tres goles. Le ganamos 4-3 a La Guajira, pero a él no le fue bien”, recuerda Javier Romero, entrenador de aquel combinado departamental en el que también jugaba Cristian Barrios, el habilidoso extremo que acaba de pasar de Patriotas al América de Cali.
Era su debut en el representativo rojiblanco en el que era suplente de Homero Guerrero, un guardameta que pasó por el Barranquilla FC (categoría sub-17) y por una selección Colombia sub-15. Atlántico ya había logrado su clasificación a la siguiente fase y en la última jornada Romero decidió darle chance a los emergentes. Así que era su oportunidad para brillar en la formación inicialista, pero…
“Se hizo los goles en tres tiros de esquina. Tenía ganas de llorar, salió muy tocado de ese partido”, rememora Edgardo Victorino, asistente técnico de Romero. “Yo lo agarré y le dije: papi, para que seas portero profesional te tienen que hacer un millón de goles más. Lo importante es que no tropieces con la misma piedra nuevamente. Uno tiene que cometer errores nuevos. El mismo error no lo puede cometer. Ahí está la esencia, si captas el mensaje, te va a ir bien. Tienes lo más importante que es la talla, lo demás se te da con trabajo, quédate tranquilo”, agrega Victorino.
Afortunadamente pasó ese trago amargo. Atlántico, con Guerrero como portero estelar, se coronó campeón nacional de la categoría al vencer 1-0 a Valle, en el estadio Romelio Martínez, el 24 de abril de 2011, y Devis dio dichoso su vuelta olímpica y se mantuvo como integrante de la selección infantil hasta el año siguiente, en la que solo llegaron hasta el segundo zonal.
GRATA SORPRESA
Su llegada al AC Milan con un contrato de tres años, después de destacarse en el Guaraní de Paraguay, tomó por sorpresa a muchos. Devis, con un metro y 95 centímetros de estatura, no aparecía en el radar mediático colombiano ni en el de los aficionados.
De alguna manera también asombró a Romero y Victorino, quienes le vieron madera, evidentemente, a pesar de algunas falencias.
No obstante, los dos entrenadores locales detectaron un aspecto positivo que compensaba los negativos: “Su perseverancia”. Los dos coinciden en afirmar que “nunca bajaba los brazos”.
“El talento nunca es suficiente. Por mucho talento que tengas, tienes que trabajar, trabajar y trabajar. Esa es mi filosofía”, dijo durante su presentación como nuevo miembro de la plantilla rossonera.
No fue diferente en sus comienzos, en aquella selección Atlántico y en toda su carrera.
“Es un arquero hecho a base de trabajo y perseverancia. Nunca abandonó la causa. La mayoría de escuelas de formación nuestras no tienen preparador de arqueros, y a ellos les cuesta. No tienen el trabajo y el fundamento. Devis siempre fue muy receptivo. Se merece lo que está viviendo porque lo supo luchar”, comenta Victorino.
“Después de que le fue mal en aquel partido, siguió luchando y no se rindió. Ahí está su gran mérito, muchos renuncian cuando los sacan de una convocatoria de la selección Atlántico o de Junior. Él no paró de luchar y su premio llegó”, dice Romero.
EL ORIGEN DE TODO
Antes de que se pusiera el buzo de la selección Atlántico, mucho antes de que se vinculara al Patriotas FC, mucho antes de que triunfara en el fútbol paraguayo y fuese transferido al encopetado equipo milanés, Vásquez “era un muchachito flaco, tímido y nervioso” que un día llegó a la cancha del barrio La Magdalena buscando una oportunidad en el Gremio de Barranquilla, un equipo del balompié local dirigido por Adolfo Cotes y Ana Argüello.
“Era un niño tímido, extremadamente tímido, no era seguro de sí mismo”, expresa Ana, su primera entrenadora, la que lo recibió en La Magdalena cuando llegó de la mano de Luis David Angarita (q.e.p.d.), padre de uno de los integrantes del equipo
“Yo le había dicho a Angarita que necesitábamos urgentemente un arquero de la categoría 98 (nacidos en ese año) para el torneo de la Liga de Fútbol del Atlántico y otros campeonatos en los que participábamos. Él me dijo que tenía un muchacho que no sabía mucho, que no había jugado en equipos de fútbol, pero que era alto, muy grande. Devis llegó solito, acompañado por Angarita”, cuenta Ana.
Jorge Vásquez Barrera, su padre, de quien heredó la estatura (1,94), ha residido en su tierra natal, Medellín, mientras Elina Llach Alvarado, su madre, vivía ocupada con sus labores como costurera en un pequeño local en el mercado de La Magola, en el centro de Barranquilla, en el cual conseguía el sustento para Devis y Jorge, su hijo mayor, que también es altico (1,97).
“Carecía de muchas cosas. Su madre no contaba con recursos económicos. Yo visité a su mamá en el puesto de trabajo y le pedí que lo apoyara en todo lo que pudiera. Apenas iba a cumplir ocho años. Ella me dijo: yo no tengo para eso. Tenía pocos ingresos y le quedaba difícil. Angarita y yo lo apoyamos mucho. Le compramos unos guayos y unos guantes. Fuimos dándole forma a ese flaquito tímido y nervioso que se fue soltando y disparando. La mamá se fue acercando y su hijo empezó a brillar. Se ganó la titular y fue escalando. Involucramos y comprometimos mucho más a su madre. Hicimos una gran amistad con ella”, recuerda Ana, que en el último tiempo ha perdido contacto con Devis y Elina, que seguramente tienen sus celulares a punto de estallar con imparables mensajes de felicitación y solicitudes de entrevista.
“Estoy muy feliz con verlo ahora en el Milan. Me encantaría tenerlo frente a frente y darle un fuerte abrazo”, apunta Ana.
CRECE EN TODO ASPECTO
En un torneo de escuelas de fútbol en Bello, Antioquia, Devis atajó de todo y despertó el interés de un equipo local, Talentos Junior. “Hasta le ofrecieron trabajo a su padre para que el muchacho se quedara en Medellín”, cuenta Adolfo Cotes.
En el interior, con entrenador de arqueros, se terminó de pulir. “Se quedó allá y después pasó a un equipo de Boyacá. Ahí lo ve Patriotas FC y se queda con él. Equidad lo pidió a préstamo para jugar la Copa Libertadores Sub-20. Le fue muy bien, pero regresó a Patriotas”, agregó el hombre del Gremio de Barranquilla.
“Allá en Medellín le dije: cuando tú mejores ese gol de desconcentración, tú vas a ser un excelente arquero. Tenía exceso de confianza en las pelotas fáciles. Sacaba un remate duro al ángulo, y la que pensaba que iba a coger sin problemas, se le salía de las manos”.
Durante su trasegar en el fútbol, en 2017 viajó a Italia con un equipo juvenil de Cortuluá para participar en un torneo internacional. Esa visita lo marcó y lo invitó a seguir soñando con lo que vive ahora. Por eso, de forma autodidacta, aprendió a hablar algo de italiano.
“Sinceramente, me enamoré de Italia. Es tan así que al volver a Colombia, tras jugar el torneo, empecé a aprender italiano escuchando música, buscando en internet, sin ningún profesor. Desde ese momento me propuse volver a Italia de nuevo y aquí estamos hoy”, dijo Vásquez en su presentación oficial en el Milan. Se fue lejos el flaquito tímido y nervioso que llegó un día al Gremio de Barranquilla.