A lo grande fue despedido Othon Alberto Dacunha. Familiares, amigos y exglorias de Junior se reunieron este sábado en el Cementerio Jardines de la Eternidad Sede Norte, para darle el último adiós al expuntero derecho del equipo barranquillero. Muchos de los asistentes al sepelio coincidieron en que si bien Othon será recordado en el aspecto futbolístico, también lo será por su humildad y sencillez.
Su hijo mayor, Juan Carlos Dacunha Tcachman, considera que el legado más importante que deja su papá es su forma de ser, siempre amable y dispuesto a colaborar en lo que pudiera. “Una persona humilde, sabia, le transmitía a uno muchas enseñanzas, no solo a nosotros sus hijos sino a todos sus amigos y familiares. Las manifestaciones de cariño en este momento tan triste demuestran lo que significaba él para todos sus amigos. Quería mucho a esta ciudad, por algo nunca se regresó a Río. Se consideraba un barranquillero más”, manifestó.
El mayor de los Dacunha expresó la admiración que tenía por su padre, una persona que dejó huella en Junior y en todas las personas que tuvieron la oportunidad de compartir y trabajar con él. “Nunca tuve la fortuna de verlo jugar, pero lo vi como profesor y entrenador. Educaba a sus alumnos primero como persona y luego como futbolista, por eso sus pupilos lo quieren mucho. Por eso se inmortalizó”, expresó.
DACUNHA, TRABAJADOR INCANSABLE
El exdefensor barranquillero Dulio Miranda, también resaltó las cualidades de Dacunha, a quien siempre siguió por su trabajo en las divisiones inferiores de Junior. “Fue el gestor de muchos jugadores que pasaron por sus manos cuando existía la Primera C que trabajaba ahí en el Romelio Martínez, y la verdad es que se nos va alguien que era brasilero, pero nosotros lo queremos como colombiano y como barranquillero”.
Agregó que si algo tienen que aprender las nuevas generaciones, era la forma de trabajar de Othon.
“Tenía paciencia y sabiduría para manejar jugadores en inferiores, a muchos los llevó hasta el profesionalismo. No se cansaba de practicar, su ‘oficina’ era la cancha del Romelio Martínez, hasta cuando el cuerpo le dio”.
Armando ‘Ringo’ Amaya afirma que no volvió a ver un puntero derecho de la categoría de Dacunha. “Oto era un puntero derecho espectacular, lo que llama hoy en día por las bandas. Recuerdo que en aquella época venían los mejores jugadores brasileros a Junior y entre esos llegó él, un puntero de raya, de dribling, de velocidad, de amague, de todas las cualidades que puede tener un jugador de fútbol”.
No le queda duda de que el brasilero puede entrar dentro del mejor once titular en la historia del equipo barranquillero. “Oto quedó en la historia de Junior, yo creo que si hay escogencia de los mejores jugadores de Junior en toda su historia, Oto puede estar en ese once inicial”. También recordó a través de una anécdota el suplicio que era enfrentarlo por su gran calidad y despliegue dentro del terreno de juego.“Cuando yo jugaba de lateral izquierdo en el Unión Magdalena, y me tocó enfrentarlo, recuerdo que había tremendo tiempo de lluvia. Yo le pedí a Dios que ese día lloviera duro para que no me tocara marcar tanto las salidas de Oto y él tuviera inconvenientes por la raya”.
Gabriel Berdugo recordó el buen manejo que le dio Othon al equipo de reservas de Junior que salió campeón de este torneo en Colombia en 1982.
“Él fue un formador tremendo. Cuando Varacka llegó en el 77 y Junior era fuerte, Oto tenía un equipo de reservas que también era bravo. Entonces Varacka decía, tráeme ese equipito y ese equipito nos ganaba a nosotros, siempre en los entrenamientos los jueves, esos eran entrenamientos a muerte y siempre nos ganaban, bajo el mando de Othon”.
Para Jesús ‘Toto’ Rubio, tampoco ha salido un jugador en el fútbol colombiano con las características tan especiales que tenía Dacunha.
“Él era puntero derecho y cuando los esquemas en el fútbol colombiano se jugaban por los costados él fue sensacional. No ha aparecido otro hombre por el sector derecho como Othon Alberto Dacunha”.
Carlos ‘el Pibe Valderrama’ también se acercó a despedir a Othon y valoró su forma de ser y hasta recordó la forma en que se jugaba con él porque nunca perdió el acento brasileño. “Siempre le mamaba gallo porque nunca aprendió a hablar español bien, yo le decía: ‘Joda Oto todavía, cuántos años llevas tú en Barranquilla’, y él me decía, ‘no me interesa, ya con el cariño de la gente yo me quedo aquí’. Se fue un grande”.
“El gran legado que deja es su forma de ser, era un trabajador teso, muy humilde siempre, yo cada vez que podía lo visitaba y siempre me trataba de forma especial. Él se quedó en Barranquilla, una vez se fue para Río y vio que sus amigos y su gente estaban era en Barranquilla, para qué se iba a ir de acá, si acá estaba bacano”, agregó Carlos Valderrama.