En San José los jóvenes toman la ‘batuta’ y hacen de la Navidad una época memorable

A diferencia de la reconocida casa ubicada en la Murillo con carrera 19, cómo unidad, el barrio San José no brilla mucho en el último mes del año. Si bien hay un sin número de bares y estancos ubicados en toda la carrera 21, que un fin de semana tras otro inundan de música la zona y en fechas como carnavales es muy común ver turbos tocando para cuadras enteras, en diciembre no son muchos los hogares que exponen el alumbrado navideño.

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Las razones podrían ser muchas, los estragos que ha dejado la pandemia en el bolsillo de la gente son críticos y el reciente alza en las tarifas de energía, que no colabora demasiado, son razones de peso para decidir no poner el tradicional sin número de ‘foquitos’ que le agregan una belleza sin igual a la época.

Sin embargo, para Geraldine Rambal, miembra de la Junta de acción Comunal del barrio, la verdadera razón es la edad general de los residentes del sector. “Tenemos muchos adultos mayores que viven solos aquí en San José y por eso creo que no decoran, porque la mayoría lo hacían por sus hijos cuando estaban pequeños”. 

- Geraldine Rambal (de blanco y short negro) asiste a los niños para que lean los gozos. 

¿Y entonces?, ¿cómo se la arreglan los padres de la actualidad para conservar viva la tradición navideña en sus niños? Para su suerte, los jóvenes del sector se han organizado y han construido un pesebre, tan colorido como reciclable, y a su alrededor, una novena participativa en la que los propios nenes son los protagonistas, haciendo ellos mismos las lecturas y participando de actividades lúdicas previas a la celebración religiosa.

Esta se convierte en una oportunidad maravillosa para el esparcimiento de los más pequeños, quienes, a diferencia de otros sectores de la ciudad, cuentan con muchísimas vías principales cerca de sus hogares, como la carrera 19, 20 y 21, que presentan gran afluencia de vehículos a cualquier hora del día y que muchas veces impide que puedan jugar en exteriores por el peligro que esto representa.

- Pesebre de la novena en el IED San José. 

Precisamente por eso y otros factores, es que Angie Rambal, hermana mayor de Geraldine, propuso el IED San José como el lugar predilecto para hacer la novena. “Aquí en la cancha del colegio los niños pueden jugar entre ellos con total libertad e incluso ellos mismos nos piden a veces que empecemos minutos antes la novena para que les quede tiempo de jugar aquí después”.

Por esta razón, ella, junto a su hermana, que son la representación de la sangre joven en la JAC de San José, también trajeron personas por fuera de la organización cívica, que pudieran enriquecer la experiencia de los niños en la actividad.

Es el caso de Esteban Gramm, representante de la facultad de sociología de la Universidad del Atlántico, quien que además, tiene experiencia trabajando con los más pequeños al estar vinculado previamente con el ICBF. Esto lo sacó a relucir en la forma en la que tres de los nueve días, estuvo a cargo del esparcimiento de los pequeños previo a las lecturas.

- Esteban Gramm liderando la novena.

“Yo conozco a Geraldine de la universidad y me propuso que dirigiera la novena, lo cual me pareció magnífico, porque era una oportunidad para brindarle un momento agradable a los niños(…) además, yo ya tenía experiencia con este tipo de público y lo que hice fue tomar lo que hacía con el ICBF y nos funcionaba, para replicarlo acá”, expresó Gramm.

Sin embargo, no fue el único participante sorpresa de las reuniones, pues evocando los ritmos que mueven la mayoría del año al barrio, que no son precisamente los de las maracas y panderetas de esta época, la Reina Popular del Carnaval 2023 en representación de San José, María Alejandra Portela, también dijo presente en la celebración.

“Las chicas me propusieron (Angie y Geraldine) venir para conducir las oraciones y me pareció una oportunidad increíble para acercarme a la comunidad”, aseguró la soberana, a quien los niños adoraron al instante, aunque no más que ella a ellos. “Amo los niños”, aseguró Portela, quien también es licenciada en preescolar.

- Angie Rambal y María Alejandra Portela.

Además, comentó que el reto más difícil de la realización de los nueve días del evento, fue no solo llamar la atención de los pequeños, sino también “la de sus padres, que ellos sintieran que era un espacio seguro y divertido para los niños”. 

Sobre ese tema en específico, Angie señaló que habían pensando en hacer la novena, por facilidad de espacios y ser un lugar público, en el parque que lleva por nombre el del barrio, sin embargo, al tener una estación de policía al lado en la que aseguró que en este momento cuenta con 112 reclusos, prefirieron hacerlo en un lugar cerrado como el colegio. 

Aunque la actividad fue una iniciativa liderada por los jóvenes, al menos tres integrantes veteranos de la JAC estuvieron presentes durante toda la novena para brindar apoyo y guiarlos desde su experiencia realizando este tipo de actividades, que según Melba Peña, datan de 25 años atrás. 

“Nosotros antes nos reuníamos con 2 o 3 barrios cercanos y hacíamos las novenas en conjunto debajo del puente de la 22, ahí se les daba su refrigerio diario a los niños y el último día se hacía la entrega de los regalos”, expresó la mujer de la tercera edad. 

Para esta edición 2022, los chicos de la Junta y sus colaboradores externos, planearon hacer este 24 de diciembre la entrega de regalos sobre a las 3:00 de la tarde, no solo dándole detalles físicos a los niños, brindándoles comida, un sin fin de actividades lúdicas o la posibilidad de jugar en un ‘brinca brinca’, sino también creando en ellos un bello recuerdo en torno a la Navidad.

“Todo esto lo hemos logrado con apoyo de la comunidad y convocando a las personas puerta a puerta para brindarles una bonita experiencia a los niños”, puntualizó una muy feliz Angie Rambal.

Algunas casas decoradas del barro San José: