Hace cinco años el Festival de Orquestas transcurría con normalidad. El último hecho polémico se generó en 2015 cuando Rubén Blades duro tres horas en escena y dejó sin cantar a Checo Acosta, Kvrass e Iván Villazón, este último recibía un tributo por parte del Carnaval.
Ahora, la discordia retorna luego de que el Congo de Oro en vallenato fuera a parar a manos del cantante barranquillero Fausto Chatela. Para muchos de los amantes de este género, su nombre era desconocido, pero tras conquistar la estatuilla, despertó una avalancha de comentarios en redes sociales, algunos positivos y otros negativos.
Desde que fue anunciado como participante en la categoría Vallenato en la Plaza de La Paz el pasado lunes sobre las 7:30 p.m., muchos se sorprendieron. “En serio va a cantar vallenato”, comentaron varios periodistas en la estrecha zona de prensa que fue asignada a los medios de comunicación. El comentario se generaba porque su carrera ha estado ligada a la música tropical, sin embargo, al iniciar su presentación con Lucero espiritual, muchos de los comunicadores se dejaron contagiar por el ritmo y terminaron aplaudiendo, así como lo hizo el público que abarrotó el escenario.
Su presentación siguió con Matilde Lina y culminó con El muñeco, otro de los temas que inmortalizó Diomedes Díaz y que puso a bailar a muchos.
Chatella, quien es egresado del Instituto La Salle, donde también se desempeñó como docente de música, luego de graduarse en Bellas Artes, inició como corista de reconocidas agrupaciones como Grupo Raíces, Juan Piña y Juan Carlos Coronel.
En diálogo con AL DÍA, el artista contó que desde 2012 participa en el Festival de Orquestas y que este es su séptimo trofeo. “Tengo Congos en la categoría Urbana, Tropical, Merengue, he sido escogido como Mejor Intérprete vocal, también gané en Salsa y ahora en vallenato. He demostrado ser un artista muy versátil y en esta ocasión aproveché el homenaje que se le estaba haciendo al vallenato para hacer lo propio en esta categoría, por eso me inscribí, para resaltar este género que hoy nos identifica por el mundo”, declaró el vocalista que en 2007, tras trabajar durante 12 años como corista de Juan Carlos Coronel, armó el grupo Punto G y comenzó a abrirse camino como solista.
“EL VALLENATO NO ES AJENO PARA MÍ”
Hoy Chatella experimenta algo que denomina ‘género tropilatino’ y asegura que es su deber explorar diferentes ritmos. “El vallenato no es ajeno para mí, tengo un acordeonero, Miche Molina, hijo del compositor Alfonso Molina, autor del Cóndor legendario. Yo canto vallenato en mis presentaciones y desde que tengo uso de razón lo canto. Incluso he alternado con Iván Villazón, Silvestre y Peter, ellos me conocen. Me preparé desde noviembre para este show en vivo, lo venía puliendo y por eso el resultado fue impecable, cada uno de mis músicos dio lo mejor de sí y por eso fuimos los ganadores”.
Chatella agregó que está tranquilo porque dentro del jurado había grandes conocedores del vallenato como el acordeonero, compositor y productor Beto Villa y el clarinetista, arreglista y productor musical Carlos Piña que ha sido invitado en muchas ocasiones a grabar música de acordeón. “Me han dado mucho palo en redes sociales, pero yo fui a hacer un homenaje al género, no a decir que soy más que nadie. A parte de eso, les digo a aquellos que critican que se inscriban y den la pelea, porque de seguro si se presenta un Silvestre Dangond o un Peter Manjarrés, de pronto hubiesen ganado, pero no participan, y así va a ser complicado que logren el Congo. Yo estoy feliz y hasta estoy contemplando la idea de grabar un tema vallenato. Seguiré celebrando porque ‘descongueo’ no hay”.
Uno de los que lo ha criticado con fuerza ha sido Carlos Bloom, mánager de Silvestre Dangond, quien a través de redes sociales se expresó así: “Con todo el respeto que se merece el maestro Fausto Chatella, pero él no representa mi folclor vallenato, en el Festival de Orquestas de Barranquilla. Los Congos de Oro de Diomedes, Binomio, Oñate, Los Betos, Villazón, Peter, ya no valen nada. Más respeto. No dudo del talento de Fausto, pero no merece Congo de Oro categoría Vallenato. Es como si Iván Villazón se ganará uno en Salsa”.
Finalmente Chatella contó que ha recibido voces de aliento de Álex Manga, Rolando Ochoa y Panguito Maestre. “Que esto les sirva para pellizcarse porque les ganó un barranquillero, es hora de que vuelvan al Festival”.
“NOS CEÑIMOS A LOS LINEAMIENTOS”
El Rey Vallenato 1988, Beto Villa, quien integró el jurado del Festival de Orquestas 2020, en dialogo con este medio explicó que Carnaval S.A.S. les entrega unos lineamientos a los cuales se ciñeron. “Contamos con un jurado que conocía los diferentes géneros en disputa. Infortunadamente en Vallenato había cinco inscritos y solo se presentaron cuatro, entre ellos: Jorge Mario Peña, Orlando Sandoval, Diogenes Jalaff y Fausto Chatella, este último fue el que más se destacó. En el Festival se califican aspectos como la originalidad y autenticidad del artista, su interpretación, la ejecución de los instrumentos y el respeto del tiempo (12 minutos), y Fausto sin duda cumplió con esto. Interpretó bien el vallenato con algunas fusiones. Quienes hoy critican creo que deberían medirse a la contienda y dar lo mejor de sí”.
Para el periodista e investigador cultural especializado en música vallenata William Rosado Rincones, lo del triunfo de Chatella es una muestra de la “decadencia en la que está sumido el Festiorquestas”. “Este artista no ha grabado una sola producción vallenata, estoy en desacuerdo con esta designación. La única referencia que tenemos de ese nombre en este folclor es el de Fausto Cotes, uno de los tres monitos a los que su padre, Poncho Cotes les hizo el emblemático tema: Nostalgia de Poncho. Y ojo que la coincidencia del Congo con Los Grammy Latinos, no es simple casualidad, por allá también se cuecen habas”.
A su turno, el también periodista y escritor Fausto Pérez dijo que “el triunfo de Fausto Chatela constituye un pellizcón a los intérpretes de la música vallenata, sobre todo a los nuevos. En 2012, sin ser 100% vallenato, Juan Piña, con una producción modesta, con el acordeón de Rodrigo Rodríguez, ganó el Grammy Latino ante competidores de gran cartel como Diomedes Díaz, Silvestre Dangond, Jorge Celedón y Omar Geles. Años después, Fonseca, sin ningún antecedente como intérprete de música vallenata, ganó el gramófono. Creo que los jurados del Festival de Orquestas evaluaron no una trayectoria, sino una presentación”.
Finalmente, la productora del Festival de Orquestas, la experimentada periodista Patricia Escobar, se refirió a lo ocurrido en la categoría Vallenato a través de un escrito. “Hace más de 10 (años), creería yo, ellos decidieron no volver al Festival porque no aceptaban los fallos. El Congo era muy importante y si lo ganaba X, el resto hacía el mitin más grande, y en Valledupar o se exponían a la burla, o eran criticados descarnadamente (…) muchos de ellos, aunque ahora no lo reconozcan, crecieron con el Festival y entonces comenzaron a lloverles contratos, y su participación fue más difícil porque, obviamente, prefirieron los bailes pagos. Es allí cuando las nuevas agrupaciones comienzan a buscar el espacio, y aparecen “los desconocidos” para los críticos. Recuerdo un año en el que ganó el Churo Díaz, y se armó la de Troya en Valledupar. Hoy esa agrupación tiene una agenda apretada que le impide, cuando está en Barranquilla, asistir al Carnaval”.