El pasado sábado 14 de mayo, durante la celebración del cumpleaños del alcalde de Puerto Colombia, Steimer Mantilla Rolong, ocurrió un hecho que ha sido ventilado en los medios de comunicación por Rebeca Carbonell, madre del artista Lyan Galindo, de 15 años, quien fue contratado para amenizarle la fiesta al mandatario.
Rebeca Carbonell, contó su versión. | Foto: Archivo
La mujer asegura que a su hijo lo buscó para que cantara allí, Ramón Rojas Corro, quien se le identificó como funcionario de la Alcaldía de esa localidad. Rebeca Carbonell afirma que su hijo cumplió con la actuación y hasta la fecha Rojas Corro ha cumplido con el pago al joven cantante.
Lyan Galindo (izq), junto a Ramón Rojas Corro. | Foto: Archivo
“Quiero que Ramón Rojas me pague los 550 mil pesos acordados, representa dos en dinero en efectivo y bonos de gasolina para nuestro desplazamiento. El pasado 11 de mayo nos reunimos con él, y también me pidió que buscará a un artista cartagenero para amenizar la fiesta, y así lo hice, me traje desde allá a Jessumar, un cantante que tampoco ha recibido el pago y que me toca mantener en mi casa en el barrio San Francisco”, declaró Carbonell.
La afectada agregó que Rojas hasta el momento solo le ha salido con excusas, lo cual la mantiene indignada, ya que se desplazó hasta Puerto Colombia desde las 11:00 p.m., hasta la 1:00 a.m., para cumplirle y su esfuerzo hasta el momento ha sido en vano.
Galindo (izq), al lado del alcalde Steimer Mantilla. | Foto: Archivo
AL DÍAle marcó insistentemente al celular de Ramón Rojas, pero este no respondió. Quien sí lo hizo fue el jefe de prensa de la Alcaldía de Puerto Colombia, Carlos Hernández, que sirvió de vocero del primer mandatario de los porteños.
“El alcalde fue invitado a una actividad en la que se le festejó su cumpleaños. Durante el agasajo cantaron varias agrupaciones que fueron llevadas por el señor Ramón Rojas Corro, de quien debemos aclarar no hace parte de nuestro equipo de trabajo. Desconocemos si pidió aportes a nombre de la Alcaldía y lamentamos el episodio ocurrido con la señora Rebeca Carbonell y su hijo”.