En el Carnaval de 1968 ocurrieron dos hechos históricos: por primera vez un presidente colombiano (Carlos Lleras Restrepo), asistió a la fiesta cultural más grande del país; y ese mismo año debutaron en Barranquilla Richie Ray y Bobby Cruz, dos pilares fundamentales de la salsa.
Han pasado ya 50 años de esa visita, y el tiempo no ha borrado de la mente de estos dos grandes artistas los recuerdos de aquella primera vez en nuestra ciudad.
La expectativa por el arribo del presidente Lleras, como la del dúo salsero, comenzó a sentirse intensamente con un mes de anticipación. Así se evidencia en los ejemplares de la época del periódico El Heraldo, en los que desde el 20 de enero comenzaron a publicarse notas y avisos para ambientar estos dos hechos importantes.
Sobre el arribo de los creadores del Boogaloo y el Jala Jala, la empresa de gaseosas Pepsi Cola y el Salón de Baile Veracruz, iniciaron una campaña de expectativa en la que diariamente aparecía la imagen de una conga con el siguiente mensaje: “Buenas orquestas han venido… pero como esta ninguna! Ricky Ray, el creador del ritmo que hace bailar al mundo en los Carnavales de Barranquilla”.
Vale la pena mencionar que lo anunciaban como ‘Ricky’ Ray. AL DÍA habló y recordó con Richie Ray y Bobby Cruz las cinco décadas de romance con la ciudad, donde tienen un público cautivo que los idolatra y mantiene vigentes sus éxitos.
Lo primero que se le viene a la mente a Bobby Cruz de aquel jueves 22 de febrero, es que cuando aterrizan procedentes de New York, la pista estaba llena de policías y gente del común, lo cual lo puso nervioso. “Éramos muy jóvenes, y la mayoría de la orquesta no funcionaba sin drogas, así que me preocupé mucho y les dije a los que consumían que fueran al baño y botaran todo lo que tuvieran en los bolsillos, porque nos iban a poner presos. Las azafatas anunciaron que se podían bajar todos menos nuestra orquesta. Ahí entré en pánico, me asomé por la ventanilla y veía que cada vez llegaban más policías y me decía a mí mismo: ‘No puede ser que nos encarcelen, nosotros no somos criminales’. Pero luego quise pensar positivo, y me dije debe ser que como son Carnavales ha venido el presidente, y por eso se revolucionó el aeropuerto”.
Bobby aún con cara de asombro, y como quien narra una película de terror, sigue recordando que al avión subieron dos uniformados que les pidieron los acompañara. “Yo le pregunté a uno de ellos, por qué había ese montón de gente, era que acaso nos iban a meter presos, y se echó a reír. Me dijo: ‘Tranquilos, aquí los vinieron a recibir como se lo merecen’. Eso no se me olvidará jamás, porque en ninguna ciudad del mundo nos han recibido en un aeropuerto unas 4.000 personas, Barranquilla es única”, dice emocionado Bobby Cruz.
LOS REYES DEL CARNAVAL
La primera aparición en público la hicieron con toda su orquesta en la Batalla de Flores, a bordo de la carroza de Pepsi Cola. Fue un debut inimaginado para ellos, ya que habían concebido la idea de hacerlo en una tarima, y no en el desfile inaugural del Carnaval que presidía la reina Rocío García Bossa.
“El público coreaba nuestras canciones y nos sentimos reyes del Carnaval, eso es algo que jamás hemos vuelto a experimentar, y que significó el inicio de nuestro romance con un país que nos ama demasiado, porque Barranquilla fue la primera plaza que pisamos en Colombia. Aquí nos hemos ganado cinco Congos de Oro, no seguimos participando porque hubo cambios en el concurso y preferimos quedarnos quietos, Dios nos ha colmado de bendiciones en esta bella ciudad, aquí nos regocijamos con tanto amor”.
Hay un detalle que hizo aún más inolvidable esa primera visita a Colombia para Bobby, y es que él nació el 26 de febrero, por lo que el Martes de Carnaval celebró en La Arenosa sus 31 años. “Fue una celebración muy loca de la que prefiero no dar muchos detalles porque tú sabes… vivíamos días muy agitados, pero créeme que los celebré por lo alto, y justo al día siguiente nos devolvimos para New York, el Carnaval nos duró poco, pero las ganas de seguir viniendo han sido eternas”.
A su turno el destacado pianista Richie Ray, rememoró su primer concierto en Barranquilla. “Lo hicimos en el parque de los Locutores (calle 45 con carrera 41, hoy parque de los Enamorados), eso estaba lleno de jóvenes. Pese a que eran alrededor de las 6 de la tarde, hacía mucho calor, el público estaba muy efusivo y respondió como lo esperábamos. Recuerdo que traíamos una producción nueva Jala Jala y Boogaloo que incluyó el tema Colombia’s Boogaloo ‘Voy pa’ Colombia, me voy pa’ Colombia, mi hermano’, que habíamos grabado sin siquiera conocer este país, y eso desató la locura. La gente se identificó mucho con nuestra propuesta y allí surgió un romance eterno con esta tierra que suma 50 años”, declaró Ray quien recién cumplía 23 años cuando llegó a La Arenosa.
‘BARRANQUILLA NOS CAMBIÓ LA VIDA’
‘El Embajador del Piano’ insiste en que esta ciudad fue clave para el crecimiento de su carrera, y de su vida personal. “Desde que llegamos a Barranquilla nuestra vida cambió, porque nos impresionó mucho la alegría de la gente, ustedes disfrutan la vida al máximo, comen bien, beben bien, les gusta estar juntos, bailar, tienen unas mujeres espectaculares. En el resto del mundo créanme que los envidian, se los digo yo que he estado por los cinco continentes, y siempre quiero volver a esta ciudad donde me siento como en casa, y ese palpitar nunca falla porque cada vez que regreso parece que nos amaran más”, destaca el artista.
Fueron ocho presentaciones las que ofrecieron durante su primer Carnaval, iniciando el sábado 24 de febrero y concluyendo el martes 27 de febrero, algunas fueron gratuitas con el fin de dar a conocer la agrupación.
El sábado actuaron en el Parque de los Locutores; el domingo en el bulevar del barrio Recreo; el lunes en una plazoleta anexa a la piscina olímpica, y el martes estuvieron en el Salón Manara, en la calle 72. Todos estos eventos fueron auspiciados por Pepsi Cola. Además cumplieron unas presentaciones privadas en el salón de baile Veracruz, bautizado en esa ocasión como ‘Jala-jala’, en honor a la prestigiosa orquesta que visitaba la ciudad.
El encargado de traerlos fue el señor Fuad Saade, quien los había visto actuar en Islas Canarias (Espa ña) a finales de 1967. Le impresionó tanto su música, que les propuso desplazarse hasta Barranquilla para la temporada carnavalera de 1968. “No firmamos ningún contrato, la sola palabra fue suficiente para sellar nuestro viaje. A nosotros nos convenía mucho porque queríamos expandir nuestro radio de acción, triunfar en Colombia, y vaya que lo logramos. El resto es historia, ahora nos han declarado ciudadanos colombianos y tenemos una orden en grado de Caballero, la máxima distinción que se otorga en este país, por eso amamos a Barranquilla porque por aquí entró nuestra música. Dios tenía un propósito con nosotros en este país, fíjate que sin haber pisado esta tierra le grabamos un boogaloo que anunciaba nuestro romance por acá. Yo nací en BrooklynNew York (EE. UU.), no tenía ni idea dónde quedaba Colombia, pero hoy a todo el que puedo se la recomiendo porque para mí es mi tierra amada”,sentenció Richie Ray.