“San Antonio de Padua y el niño Jesús ya no son los mismos”, repiten con asombro y desazón los fieles del patrono de Soledad.
“No quedó igual. Ya no tiene cara angelical, sus facciones son fuertes”, asegura Patricia Rosales, quien por más de 20 años le ha orado ante el altar mayor de la Iglesia de Soledad.
“Lo maquillaron demasiado, sobre todo los labios y los ojos”, apunta el exsecretario de Cultura Giovanni Montero, quien fue uno de los que puso a circular las imágenes que han causado revuelo entre los católicos soledeños.
Tanto Rosales como Montero se refieren a la nueva imagen de San Antonio de Padua luego de varios meses de ser sometido a una restauración general debido al deterioro por efectos del comején.
Las fotos del santo patrono han empezado a circular por las redes sociales y los comentarios no son nada favorables a los trabajos a los que fue sometido el célebre “santo de los enamorados”.
Para Montero, la nueva imagen es una verdadera afrenta al patrimonio religioso de Soledad, por lo que defensores soledeños han emprendido un movimiento para pedir una explicación sobre las personas que estuvieron a cargo de la restauración.
“San Antonio lo trajeron a la Iglesia pero aún no lo suben al altar mayor en donde ha permanecido por más de 150 años. Los feligreses se sienten ofendidos porque el santo es patrimonio del municipio. Le recargaron el maquillaje y con el perdón de los fieles, tiene los labios y los párpados demasiado pintados”, afirma Montero.
Juan Camilo Duque, experto restaurador, fue uno de los primeros en lanzar sus comentarios a través de Facebook. “Esta pieza data del siglo XVII, tallada en madera policromada que hasta nuestros días se conservaba en buen estado, pero hace unos meses fue atacada por xilófagos (insectos) y fue enviada a restaurar”.
Para el especialista esta restauración no debió efectuarse sin previa consulta a la comunidad. “Debió ser compartida de una manera incluyente y participativa porque las decisiones que se tomen sobre el patrimonio no pueden ser tomadas por una sola institución ya que este pasó de ser un asunto exclusivo de expertos para convertirse en un compromiso y una responsabilidad de todos los colombianos”.
AL DÍA llamó varias veces al párroco de Soledad, padre Humberto Brun, pero no logramos una respuesta sobre la restauración.