Mañana lunes es el primer día de clases en las instituciones públicas y privadas de Calendario A del país en el 2018. Lo más probable es que esto se convierta en una revolución familiar con los madrugones, la preparación, el baño y el desayuno de los más de 15 millones de alumnos en Colombia que irán por primera vez o retomarán sus estudios en los distintos niveles académicos.
Se prevé que las calles y el sistema vial de las principales ciudades y municipios de Colombia se congestionarán con este retorno a clases.
Durante la temporada de vacaciones el tráfico se reduce considerablemente en las principales avenidas. Sin embargo, a partir de que se inaugura el periodo escolar los trancones serán desesperantes y se generarán intensas discusiones entre conductores debido a los cierres viales, contraflujos y desvíos de tránsito.
PARA LOS PADRES: EL REGRESO A CLASES ¿JÚBILO O TORMENTO?
No dejó de ser gratificante el haber tenido en casa más de un mes a los hijos durante las vacaciones navideñas y de cambio de año.
Hay que reconocer que ese derroche de incansable energía desplegada por los niños en los juegos, trasnochos y salidas de vacaciones trajo alegría a los hogares colombianos. Pero también dejó algo estropeado los bolsillos y el paciente ánimo de sus cansados padres debido a la responsabilidad de estar vigilando día a día sus acciones y ocurrencias. Es por esto que para algunos papás este retorno a las aulas se convierte en un alivio y un descanso, pues ya sus hijos no van a andar “sueltos” inventando programas y salidas.
Pero es de reconocer que lo que más afecta y vuelve difícil esta temporada es enfrentar la cascada de gastos en las necesidades y detalles que esto incluye. El aspecto más serio es el de la matrícula, en especial en aquellos padres con hijos en colegios privados, pues ha sido una bendición el que, a partir del 2012, el Gobierno Nacional determinara que los estudiantes de los establecimientos estatales no paguen derechos académicos, ni servicios complementarios.
Los costos de inicio de clases se convierten en un dolor de cabeza para muchos padres debido a los bonos, las donaciones, las cuotas mensuales adicionales, los gastos de uniforme y zapatos de diario y deportivos, las recargadas listas escolares las cuales incluyen libros supercostosos, gastos de transporte, morrales especiales y otros elementos absurdos y carísimos con marcas específicas. Amén de la tendencia cibernética a la exagerada solicitud de artículos tecnológicos que van desde sofisticadas calculadoras científicas, hasta computadores portátiles, memorias USB, cámaras web, tablets, tinta para la impresora, discos duros externos, entre otros.
El año pasado www.tiendeo.com.co (portal de ofertas y catálogos en línea geolocalizados), calculó que los hogares colombianos destinan en promedio unos $665.000 por hijo para la compra de sus útiles. Es por esto que esta época del año es una de las más esperadas por comerciantes, editoriales de libros, papelerías y negocios de venta de artículos escolares en donde con sus ferias de descuentos aumentan hasta en 80% la actividad económica.
Todo esto ha convertido a los padres de familia colombianos en esta temporada en ingeniosos cazadores de ofertas y regateadores de descuentos con tal de estirar el presupuesto con tantos requerimientos que les piden en los colegios de sus hijos.
¿CÓMO AFECTA A LOS HIJOS EL REGRESO A LAS AULAS?
Es ideal que los niños disfruten del regreso al colegio, pero en ocasiones esto no sucede pues la realidad ha demostrado que muchos menores padecen cuadros de ansiedad, insomnio y depresión, generados por el temor de volver a la escuela.
Después de estar un mes con su familia, el hecho de separarse siempre provocará algún grado de ansiedad y temor. “El problema se presenta cuando los niños padecen los síntomas descritos de una forma aguda y constante por más de 15 días: aquí es indispensable poner atención porque detrás del miedo de ir a la escuela, puede haber un problema más serio”, explicó la doctora Claudia Sotelo, directora del Centro de Estudios Psicológicos de la Infancia de México.
LOS CASOS DE DESADAPTACIÓN ESCOLAR QUE MÁS SE PRESENTAN SON:
La pataleta del primer día: Son famosas las dramáticas reacciones que escenifican ciertos niños sobreprotegidos y que no han aprendido a tener autonomía. Hacen pavorosos berrinches y se tornan ingobernables debido al miedo irracional a la separación de sus padres. Estos padres tienen que quedarse durante varios días durante la jornada escolar hasta que sus críos se adapten.
En estos casos los papás tienen que mostrarles a sus hijos las bondades que ofrece la escuela. No es recomendable amenazar. Es necesario regular hábitos tales como dormir temprano, desayunar siempre y hacerles ver que el colegio es divertido y que allí se goza.
Fobia escolar: Esto se presenta en especial si ha existido un problema de acoso escolar constante ya sea por parte de compañeros o de profesores (bullying o matoneo), o si el niño no se siente integrado desde el aspecto social a su colegio.
Ciertos niños y adolescentes luego de las vacaciones pueden sufrir de desadaptación pedagógica.
Estudiantes con problemas de aprendizaje. Cuando se ven frustrados constantemente porque su aprovechamiento escolar no es bueno estos alumnos sienten frustración, depresión y verán minada su autoestima.
No todas las escuelas son para todos los niños. Un pequeño que tiene problemas de aprendizaje no necesariamente tiene coeficiente intelectual bajo, si no que puede padecer problemas emocionales que le impiden aprender. A lo mejor la opción sería cambiar a un sistema escolar adecuado a la capacidad intelectual y emocional del niño.
Es por eso que existe gran expectativa nacional con el experimento educativo y social que emprende el municipio de Soledad en donde su alcalde, Joao Herrera, decretó que a partir de este 2018 los niños de transición y primaria de 11 instituciones oficiales iniciarán la jornada académica a las 7:30 a.m. Además prohíbe llevar tareas a casa.
En fin, el retorno al colegio, así como puede convertirse en una experiencia familiar feliz, también tiene sus bemoles que hay que saber manejar para un desenvolvimiento positivo del alumno el resto del año.