Julio Iglesias: del eterno seductor 75 años de la canción latina

Un artista que nació hace 75 años para romper todo tipo de récords, trabajar incansablemente, ser famoso en el mundo, e incluso convertirse en un meme recurrente; ese es Julio José Iglesias De la Cueva, conocido simplemente como Julio Iglesias, quien hoy le agrega una vela más a su pastel de cumpleaños.

Paralelo a esta celebración de vida, el pasado 17 de julio se conmemoraron 50 años de actividad artística, desde cuando ganó el Festival de Benidorm (España), con La vida sigue igual. Aquello fue su lanzamiento al estrellato, un impulso tipo cohete espacial que lo llevó a ver la vida desde la estratósfera, recorriendo los cinco continentes.

Para muestra un botón: ocho años después de aquel recital en la costa española, Iglesias actuaba por primera vez en el Madison Square Garden de Nueva York, batiendo récords de taquilla al agotar las entradas en menos tiempo que cualquier otro artista. El hijo del mediático doctor Iglesias Puga y María del Rosario De la Cueva, se convirtió en el cantante español y europeo con más éxito a nivel internacional.

Con unos 80 álbumes publicados, es uno de los 10 artistas con más discos vendidos en el mundo, y el cantante latino con el récord de ventas absoluto, con unos 350 millones de copias despachadas. También suma más de 2.600 Discos de Oro y Platino certificados con sus obras.

A este artista también se le debe aplaudir porque con su canto se ha convertido en un embajador del habla hispana, donde quiera que ha ido sus presentaciones son 100% en español, él ha sido fiel a sus raíces y pese a los avances tecnológicos, se ha mantenido cantando baladas en su más pura esencia.

TAMBIÉN REINA ENTRE LOS JÓVENES

Y aunque pudiéramos pensar que su voz es cosa del pasado, de generaciones con una cierta madurez, nos engañaríamos. Según datos de la plataforma musical Spotify, la franja de edad que más escucha a Julio Iglesias es la que va de los 36 a los 55 años (44%), pero también el 22% de los usuarios que lo escuchan tiene entre 23 y 35 años. Es más, el 8% de los que ponen sus canciones tan solo tiene entre 14 y 22.

Quizá estos últimos lo conozcan por su extraordinaria versatilidad a la hora de convertirse en un meme. El culpable de que todo esto ocurriera es un enfermero muy generoso. Así como lo lee, un enfermero. Julio Iglesias tenía anhelos de convertirse en abogado y futbolista. Mientras estudiaba Derecho en la Universidad Complutense, lo fichó el Real Madrid como portero.

Pero el 22 de septiembre de 1963, un día antes de que cumpliera los 20 años, tuvo un grave accidente de tránsito en el que se fracturó ambas piernas, y sufrió una lesión en la columna vertebral que lo dejó semiparalítico durante año y medio. La convalecencia fue larga y tediosa, pero sirvió para componer La vida sigue igual, su boleto al estrellato.

Entonces, un enfermero le regaló una guitarra, que despertó toda su pasión por la música. Luego llegaría Benidorm y los otros 5.000 conciertos que se calcula ha ofrecido por el mundo. Algunos recitales, ante más de 100.000 personas, como en Chile o Brasil. Y el contador no se ha parado. El 10 de septiembre comenzó en Taskent (Uzbekistán), su enésimo regreso a los escenarios.

“No os podéis imaginar lo que significa estar de vuelta en el escenario después de dos años, es maravilloso. Gracias a la fortaleza de mi mente y mi corazón”, dijo Iglesias al público, que tuvo la oportunidad de deleitarse con éxitos memorables como Me olvidé de vivir y Caruso. Ahora llegará con su gira ‘50 años’ a Dubái (Emiratos Árabes, 1 y 2 de octubre), Tel Aviv (Israel, 6 de octubre) y a Moscú (Rusia, 17 de octubre).

UN VERDADERO ‘LATIN LOVER’

Pero además de su faceta como prolífico músico, Iglesias es reconocido internacionalmente como un galán, por la cantidad de veces que ha aparecido en las portadas de revistas del corazón. Varios medios españoles han afirmado que la fama corresponde a la realidad, y que el cantante, que tiene ocho hijos, ha conquistado más de 3.000 mujeres a lo largo de su vida, lo que lo tiene inmerso en la actualidad en una demanda de paternidad.

Según las cifras publicadas por la revista española Maxim, el cantante español habría dormido, descontando los años de minoría de edad, con unas 66 mujeres distintas al año. Es decir, cada semana, con una. O, incluso, con dos. Según el escalafón de mayores fornicadores en la historia, Iglesias ocupa el cuarto lugar.

Solo lo supera Umberto Billo, un portero de un hotel veneciano que se ha ido a la cama con 8.000 huéspedes. En segundo lugar aparece el actor Charlie Sheen, con 5.000 mujeres; mientras que la tercera casilla es para Gene Simons, integrante del grupo Kiss, con 4.600 damas.

“La primera vez que vine a Punta del Este (Uruguay) tenía 24 años y hacía el amor tres veces al día. No podía subirme a un escenario a cantar si antes no hacía el amor. Entonces era como un conejito, ‘chaca, chaca, chaca’... y me iba a cantar.

Pero era espantoso, porque después, mientras estaba en el escenario, quería terminar rápido sabiendo que tenía una mujer desnuda esperándome en la habitación”, declaró a medios uruguayos en 2010. Julio Iglesias logró domar a los fotógrafos para que siempre lo retrataran por su mejor perfil, el derecho. Una vez salió bufando de la consulta de un cirujano plástico porque se negó a operarlo con 40 años —lo cuenta su exmánager Alfredo Fraile en Secretos confesables—, el libro en el que se basará la serie de 13 capítulos, que Disney prepara sobre el artista.

EL RUNRÚN DE SUSALUD

Iglesias alcanza los tres cuartos de siglo envuelto en el misterio de sí podrá seguir trepado en las tarimas. La falta de información ha hecho crecer el runrún de sus posibles problemas de salud. La movilidad es el talón de Aquiles desde el accidente que sufrió en su juventud, y siempre que desaparece del mapa se disparan las especulaciones a cuenta de sus dificultades para caminar.

Su única visita confirmada al quirófano por este problema fue en el 2015, cuando padeció fuertes dolores que le afectaban la espalda. Lejos quedan los años en los que su fotógrafo José María Castellví, le susurraba al oído cuando llegaba a un nuevo país: “Julio, una foto tuya con una mujer al lado es una portada”.

Atraídas por ese imán, fueron muchas las que posaron junto a él, aunque solo unas pocas, como Sydne Rome, Virginia Sipl o Priscilla Presley, alcanzaron la categoría de amante o novia oficial en los años locos de divorciado de oro que siguieron a su separación de Isabel Preysler. “A nosotros ya nos iba bien dar esa imagen de Latín Lover para vender más discos. A menudo, yo mismo se lo recordaba: ‘Julio, tú no cantas, tú seduces’”, recuerda su exmánager Alfredo Fraile.