El universo vuelve a tener soberana de la belleza. La cantante, modelo y presentadora filipina Catriona Gray se alzó con la corona de Miss Universo en el Centro de Exposiciones y Convenciones Impact Arena, en Muang Thong Thani, un suburbio del norte de Bangkok, Tailandia. En una gala llena cambios y luciendo un vestido rojo, Catriona se enfrentó en la recta final con las representantes de Sudáfrica y Venezuela.
Tal y como se había anunciado en días previos a la noche de coronación, la edición número 67 del certamen buscó promover pilares como la tolerancia, la aceptación al otro, el perdón y “el dejar los prejuicios a un lado”. Con el lema de “ser más que un concurso de belleza”, la gala de coronación se convirtió en una noche histórica para la organización de Miss Universo.
La gran noche de coronación comenzó con las 94 participantes en escena vistiendo atuendos brillantes en un escenario amenizado por tambores y la voz del ganador del Grammy, el artista estadounidense Ne-Yo. Como es usual, desde 2015, el presentador Steve Harvey fue el encargado de conducir la velada.
El primer gran hecho de la noche fue la presentación del jurado calificador que, por primera vez en la historia, estuvo conformado exclusivamente por mujeres, entre ellas una colombiana. Se trató de Lili Gil Valletta, una vallecaucana y empresaria galardonada que compartió la difícil decisión de elegir a la mujer más bella del universo junto a la diseñadora Monique Lhuillier, la arquitecta Richelle Singson-Michael, la presentadora Michelle McLean, la empresaria Janaye Ingram, la filántropa Bui Simon y la científica Iman Oubou.
Seguidamente, fueron anunciadas las primeras 20 finalistas, que en esta ocasión estuvieron divididas por cinco candidatas de América, cinco de Europa, cinco de Asía Pacífico y África y finalmente, un comodín, cinco representantes de cualquier parte del mundo. Pese a pertenecer al grupo de favoritas de varios reinólogos, la señorita Colombia Valeria Morales no ingresó a las finalistas, logro que venían conquistando las representantes de los últimos años.
Como parte de los cambios que instauró la organización del certamen, las candidatas tuvieron que ofrecer por primera vez un discurso en vivo sobre sus fortalezas y los objetivos que tendrían al conquistar la corona universal.
La española Ángela Ponce fue la protagonista de uno de los momentos más emotivos de la noche. Se convirtió en la primera mujer transgénero en hacer parte del certamen, participación que fue homenajeada por la organización de Miss Universo y por el público presente al brindar un mensaje de igualdad de género.
Sudáfrica, Vietnam, Venezuela, Filipinas, Costa Rica, Curazao, Nepal, Canadá, Tailandia y Puerto Rico clasificaron en el top 10. Seguidamente y, tras un desfile en traje de baño y traje de gala, el jurado calificador eligió a Puerto Rico, Vietnam, Filipinas, Sudáfrica y Venezuela como las cinco semifinalistas de Miss Universo, quienes se enfrentaron a una ronda de preguntas realizadas por el jurado.
Gracias a su elocuencia y espontaneidad, Filipinas, Sudáfrica y Venezuela clasificaron como las tres finalistas. No obstante, fue el mensaje de amor propio de Miss Filipinas el que la llevó a conquistar la corona.