Todo el sabor que Joe Quijano le impregnó a su obra musical en los más de 60 años de carrera artística que construyó, no se escuchó durante la ceremonia de despedida preparada por familiares del denominado ‘Rey de la Pachanga’. Durante su adiós realizado el pasado domingo en la funeraria Borinquen Memorial de Carolina (Puerto Rico), por petición de sus hijos solo fueron interpretados temas cristianos, uno de ellos Cuán grande es el señor, ejecutado por el reconocido trompetista Luis ‘Perico’ Ortiz. Un pastor cristiano también ejecutó la guitarra durante su prédica e invitó a los tres hijos del artista que falleció el pasado 4 de abril a que unieran sus voces. Junto a las cenizas del creador de clásicos como Es ilusión, fueron puestas varias fotos de sus momentos gloriosos y un arreglo floral ofrecido por Augusto Onna, director del conjunto Cachana durante los últimos 40 años, quien lo decoró con una bandera de Colombia y otra de Puerto Rico. “Esas son las naciones que él siempre quiso, decía que había nacido en Puerto Rico, pero que Colombia lo acogió como un hijo más y por eso le hice este homenaje en su funeral”, dijo Onna en dialogo con AL DÍA. Reconocidas figuras del circuito salsero se hicieron presente, entre ellas el bajista Bobby Valentín, el percusionista y director de orquesta Willie Rosario, Johnny ‘el Bravo’ López, el trompetista Mickey Cora, entre otros. Pese a que falleció de pulmonía, según informó su hermano, José Ramón Quijano, él adquirió en el hospital una bacteria. “Sufrió mucho luego de haber tenido un accidente en moto en 1993. Desde entonces su cuerpo enfrentó una enfermedad tras otra. Tenía la condición de dolor crónico”, detalló. Por su parte Johnny ‘el Bravo’ quien tomó la vocería y realizó una oración, recordó el valor de la amistad. “Nos conocimos en 1966 durante mi primer viaje a New York en el Bronx Casino, allí tocamos junto a Richie Ray y Bobby Cruz, esa noche se filmó la película de El Bronx Casino. Desde entonces compartimos muchos conocimientos musicales y no pasó un mes en que habláramos de nuestras familias, éramos del mismo pueblo, eso también nos unió mucho”, contó a este medio el percusionista oriundo de Puerta de Tierra (Puerto Rico). Por su parte Bobby Valentín contó como Joe le dio la mano cuando llegó a la ‘Gran Manzana’ como parte del Conjunto Cachana. “Era una persona bien culta, tenía visión para los negocios y le aprendí muchísimo. Ha dejado un legado importante para nosotros y las nuevas generaciones, porque era demasiado emprendedor. Hace unos meses me llamó porque iba para Medellín. Tenía muchos proyectos. Para nosotros los que estamos en el ambiente no existe la muerte, estamos creando hasta que Dios diga, aunque sea en silla de ruedas como él”.
‘MERECE SER RECORDADO’
José Nieves, presidente del Salón de la Fama de la Música boricua, y amigos de la familia, contaron que están pidiendo a las autoridades pertinentes que Quijano sea considerado para estar en la Plaza de los Salseros en Villa Palmeras. “Merece ser recordado, es un referente para las nuevas generaciones no solo por su música, sino por el estilo de vida tan sano que tuvo”, expresó su hija Mía Quijano. La menor de los tres hijos del fallecido músico también contó que hay un plan listo para cambiarle el nombre a la calle San Pelayo en Puerta de Tierra, por donde su padre dio sus primeros pasos y renombrarla como ‘Joe Quijano’.