El futuro apareció por el Este: las islas Samoa, Fiyi y Nueva Zelanda fueron los primeros países en dar vuelta la página de un tumultuoso 2018 y recibir un año nuevo lleno de incertidumbres.
En Auckland, las doce campanadas de medianoche, anunciadas por una cuenta regresiva luminosa proyectada en la famosa Sky Tower, estuvieron marcadas por los fuegos artificiales lanzados desde la parte alta de esta torre de televisión.
En Australia el nuevo año llegó con el espectáculo más grande de fuegos artificiales que se haya celebrado hasta ahora en la emblemática bahía de Sídney.
El año 2018 estuvo marcado por la agravación de numerosas crisis y el surgimiento de nuevas tormentas, entre el ascenso de los populismos, la creciente preocupación por el clima, el Brexit y movilizaciones como la de los "chalecos amarillos" en Francia.
Los más positivos, no obstante, pueden quedarse con la distensión alcanzada en la península de Corea, que había terminado 2017 bajo la amenaza de un apocalipsis nuclear.
En cualquier caso, estas consideraciones geopolíticas no impedirán que multitud de personas, de Fiyi a Rio de Janeiro, salgan a las calles para dar la bienvenida al Año Nuevo.
El Cristo Redentor, monumento icónico de Rio de Janeiro y de Brasil, será iluminado con proyecciones tridimensionales durante la tradicional fiesta de fin de año, que espera reunir a más de 2 millones de personas en la playa de Copacabana para recibir el 2019.
Esta fiesta playera incluirá un juego de luces durante 14 minutos a partir de medianoche y solo unas horas antes de la investidura presidencial en Brasilia del ultraderechista Jair Bolsonaro.
La exuberancia de Sídney
Una cantidad récord de artefactos pirotécnicos, con colores y efectos inéditos, iluminaron durante 12 minutos el cielo de Sídney, un espectáculo del que disfrutaron un millón y medio de espectadores.
"Estoy seguro de que vamos a deleitarnos con el espectáculo en nuestra magnífica bahía, iluminada como nunca antes", había prometido el alcalde de Sídney, Clover Moore.
Para conmemorar el año internacional de las lenguas indígenas, en 2019, la bahía de Sídney fue escenario de ceremonias para celebrar las culturas aborígenes, con la proyección de animaciones en los pilares del Sydney Harbour Bridge.
Por todo el mundo
Las celebraciones se ampliarán con el correr de las horas al resto del mundo, en ocasiones en un contexto de fuerte presencia policial debido a los riesgos de atentado.
En Hong Kong se espera que 300.000 personas acudan a orillas del Victoria Harbour para contemplar 10 minutos de fuegos artificiales lanzados desde cinco embarcaciones.
Los japoneses acudirán a los templos para llamar al nuevo año, mientras en Saitama, al norte de Tokio, el boxeador estadounidense Floyd Mayweather y el joven campeón japonés de kickboxing Tenshin Nasukawa se enfrentarán en un combate-espectáculo.
Los parques de Moscú acogerán conciertos y espectáculos de luz, y más de 1.000 pistas de hielo estarán abiertas para festejar el nuevo año en la capital rusa.
En el corazón turístico de París las celebraciones tendrán lugar bajo fuertes medidas de seguridad, con un perímetro en torno a los Campos Elíseos, puntos de registro y controles en los transportes públicos. Junto a curiosos y turistas estarán los "chalecos amarillos", que prometieron "un evento festivo y no violento".
Londres cambiará de año celebrando su relación con Europa en un momento en que los británicos están extremadamente divididos sobre el Brexit. Los fuegos artificiales lanzados sobre el London Eye estarán acompañados por música de artistas de Europa continental.