Alberto Constantino Rada Ospino, ‘El gallo negro’ quien nació en El Difícil (Magdalena), el 18 de agosto de 1941 fue el acordeonero más incansable en el folclor vallenato lo que le permitió brillar por ser auténtico. De esta manera comenzó a escribir su historia de perseverancia en el Festival de la Leyenda Vallenata donde participó en la categoría profesional durante 15 oportunidades hasta que en el año 1993 ganó la corona de Rey Vallenato. Siempre estuvo en los puestos de honor, 7 segundos puestos e igual número de terceros, lo que llevó a sus contrincantes a decirle jocosamente que se le había acabado el negocio.
Lo que sí se le terminó el pasado sábado fue su paso por este mundo terrenal en una clínica de Valledupar donde se encontraba internado tras sufrir varios quebrantos de salud. Beto Rada había sufrido hace un tiempo una isquemia cerebral, y su ímpetu fue mermando.
SU GESTA
Hace 26 años en la tarima ‘Francisco El Hombre’ de la plaza Alfonso López, cuando contaba con 52 años, el Rey Vallenato Alberto ‘Beto’ Rada, interpretó y cantó las siguientes canciones de su propia autoría. Paseo, El gallo negro; Merengue, Llegó el pollo a la valla; Son, Cuando yo muera y la Puya, Yo soy el que toca y canta. En la caja lo acompañó Renzo Sierra y en la guacharaca, su hijo Roberto Rada Andrade.
A los pocos días de alzarse con la anhelada victoria compuso una canción en la que plasmó su testimonio de haber escrito su nombre con letras de oro en la historia del Festival de la Leyenda Vallenata. “Se oyeron versos bonitos de mi memoria/quedó mi nota plasmada en el pedestal/y con mi nombre y mi apellido/pasé a la historia del festival”.
EL HOMBRE RÉCORD
En total durante sus presentaciones en el Festival de la Leyenda Vallenata sumó 60 canciones inéditas de las 250 que compuso, algunas grabadas por distintos cantantes vallenatos como Diomedes Díaz, Silvestre Dangond, Farid Ortiz, Rafael Santos, Miguel Herrera, Joaco Pertuz, Enrique Díaz y Carlos Narváez, entre otros. También se añade que grabó 25 producciones musicales, y se quedó con el deseo de grabar una nueva que había acordado con su hijo el compositor Eliécer ‘Cheche’ Rada, pero el deterioro de su salud lo impidió.
En su casa del barrio Casimiro Maestre en Valledupar, quedó una vitrina llena de trofeos, medallas y diplomas, que son el mayor testimonio de sus innumerables triunfos a lo largo de todo el país.
También sus elocuentes palabras donde dio a conocer que tenía tres acordeoneros que fueron su espejo. Su papá, Francisco ‘Pacho’ Rada, Luis Enrique Martínez y Alejandro Durán. “De esa trilogía es mi escuela y toda la vida he sido fiel a ese legado. Ellos, son la mezcla ideal del vallenato puro”, expresó.
PREPARADO PARA LA MUERTE
La muerte cumplió su cometido en el cuerpo del hombre que estaba listo para recibirla. Ya lo había dicho en su última entrevista. “Para la muerte estoy preparado. No le tengo miedo porque estoy a paz y salvo con Dios. He servido al vallenato con amor y espero nunca olviden a este viejo que no pidió nada y dio mucho”.
Para el cantautor Eliécer ‘Cheche’ Rada, su papá fue un hombre guerrero, ejemplar y querendón con toda su familia. En cierta ocasión se propuso hacerle una canción y sin dar tantas vueltas lo logró.
Ahora cuenta ese momento. “Una vez al llegar a la casa lo vi que estaba arrastrando los pies. Me dije, mi viejo se está envejeciendo y su voz se está apagando. De eso hace dos años, y entonces me dediqué a hacerle la canción ‘Como mi padre no hay otro’, donde entregué todo mi corazón y sentimiento de hijo”.
“Cada día veo que mi padre/se está envejeciendo/ya lo noto cansado de tanto luchar/lentamente sus pasos se están deteniendo/si pudiera darle unos años/se los daría a papá”, reza en la composición.