Las historias de terror que rodean la Semana Santa en el Caribe
En Semana Santa existen varios mitos como no bañarse un Viernes Santo porque el agua se convertiría en sangre, no comer carne, no ir al monte o tener relaciones sexuales, entre otros.
Ha comenzado la Semana Santa, temporada de reflexión y ritualismo católico que con sus símbolos representativos en misas y procesiones adentran a los feligreses a un profundo ambiente de meditación espiritual para mejorar sus acciones.
Sin embargo, desde el pasado hemos crecido con advertencias atemorizantes de no hacer ciertas cosas en esta sagrada semana porque nos pasarían sucesos escalofriantes en los que las experiencias son aterradoras, castigando así a aquellos incrédulos que sienten escepticismo por estos días.
En la región Caribe existen historias clásicas paranormales acontecidas en Semana Santa que son joyas de nuestra tradición oral, las cuales han sido contadas desde la década de los 50 por nuestros ancestros, quienes relataban de personas que deshonraron la Semana Mayor y vivieron experiencias infartantes; por ejemplo: ver el agua convertida en sangre, también ver cómo se abría la tierra para tragárselos y otros castigos del mundo espiritual. Hoy en nuestros Archivos X conoceremos estas historias antiguas y algunas más recientes que dejarán sin aliento a muchos.
CASTIGOS DEL MÁS ALLÁ
Castigos místicos predicados en Semana Santa como no bañarse un Viernes Santo porque el agua se convertiría en sangre o no comer carne, ni ir al monte o tener relaciones sexuales, son escuchados por las personas incrédulas como solo mitos. Sin embargo, son varios los testimonios que se han registrado en este sentido. Uno popular es el de Jesid Herrera, quien afirma que un Sábado Santo del 2008, el agua se le convirtió en sangre mientras se duchaba. Lo anterior pone a pensar sobre estas situaciones y si realmente son simples mitos o castigos que vienen del más allá. Algunos historiadores religiosos cuentan que estas leyendas fueron creadas por la santa inquisición en el Medievo para generar terror y respeto frente a estos días.
¡ELENITA FUE TRAGADA POR LA TIERRA!
“¡Elenita fue tragada por la tierra!”, era una frase amenazante muy utilizada por las madres en Semana Santa para asustar a los niños groseros, haciendo referencia a la historia de Elenita, una niña que un Martes Santo le dijo vulgaridades a su progenitora porque esta le advirtió que saltara por encima del sahumerio con que estaba purificando el patio de su casa en El Carmen de Bolívar. Tras comenzar a insultar a su mamá, la tierra tembló y se rasgó, tragándosela hasta sus caderas, y en medio de su llanto comenzó a pedir perdón, hasta que su cuerpo desapareció por completo. Esta es una leyenda que aún resuena en los municipios de la costa y que se aviva para esta temporada.
‘NO CREO EN EL DIABLO’
Una historia actual sobre el castigo por no creer en la Semana Santa, es la confesada por David Bustamante, quien cuenta que un Jueves Santo estaba tomado cervezas con sus amigos en una tienda del barrio Galán, cuando de repente tocaron el tema del diablo. “Yo les dije que no creía en esas pendejadas, de hecho quisiera que se me apareciera para quitarle el trinche”, cuenta David sobre esta experiencia y agrega que el tendero lo regañó por ser escéptico.
Posteriormente se fue a acostar junto a su hermana de 8 años y a eso de las 3 de la madrugada la menor lo llamó para que la acompañar al baño porque tenía miedo, David se enojó y se golpeó con la cabecera de la cama. “De repente vi al quitarme la sabana que mi hermana seguía dormida y me dije quién carajos me está llamando entonces. Pronto escuché una voz que me dijo ‘¡Mírame acaso el diablo no existe!’ y vi un rostro demoniaco”, Bustamante cuenta que gritó y sus padres perdieron la luces y no vieron nada, aunque en el cuarto quedó un fuerte olor a azufre. Llorando del miedo se arrepintió de haber bebido y de haber invocado al diablo en estos días.