“Ay mis hijos”, es el lamento que ha trascendido de generación en generación por todos los países latinoamericanos. El desgarrador grito según cuentan los ancestros proviene de una mujer de rostro cadavérico, cubierta de harapos pringados por la lluvia y el sol.
Generalmente sale entre los cafetales y los yarumos, en las noches de luna llena, es en esos días cuando se escucha el grito de la Llorona. Según la tradición oral, se presenta como el alma en pena de una mujer que asesinó o perdió a sus hijos, busca a estos en vano y asusta con su sobrecogedor llanto a quienes la ven u oyen. Si bien la leyenda cuenta con muchas variantes según su región, los hechos medulares son los mismos.
En México varios investigadores estiman que la Llorona, como personaje de la mitología y de las leyendas mexicanas, tiene su origen en algunos seres o deidades prehispánicas como Auicanime. Siempre se le identifica con el inframundo, el hambre, la muerte, el pecado y la lujuria. Según la versión de la leyenda en la tradición colombiana, la Llorona es el fantasma errante de una mujer que recorre los valles y montañas, cerca de los ríos y lagunas, vestida con una bata blanca que la cubre hasta los talones.
Tiene el cabello largo, negro y rizado, algunos dicen que de color plateado, café y dorado, y en él se posan grillos, luciérnagas, cocuyos y mariposas. Su rostro es una calavera aterradora, y en las cuencas de sus ojos giran dos bolas incandescentes. Las mangas de la batola le llegan hasta sus muñecas y con sus manos grandes, huesudas y ensangrentadas, arrulla a un bebé muerto.
Al gemir, la Llorona derrama lágrimas de sangre sobre la mortaja azul de la criatura que conserva una expresión angelical y con sus ojos parece acusar a la madre que le quitó la vida. Dice la leyenda que las personas la esuchan llorar en los llanos, cuando no hay ruido o gente. También dicen que la Llorona asusta a las muchachas que han cometido actos de los cuales sus padres no estarían orgullosos. Cualquiera que sea la aparición nadie desea verla.
Basta con reconocer su grito desesperado, para saber que algo terrible se esconde en la maleza. Pese a que su historia es muy antigua, son abundantes los testimonios que afirman haber tenido contacto con ella en estos tiempos. Su figura incluso traspasó el campo y en las grandes capitales también se atestigua haber escuchado su célebre lamento “Ay mis hijos”.
Su historia se remonta al año 1550, durante la dominación española a nuestras tierras y se basa en Luisa, amante de Muno Móntez Claro, un caballero ilustre de cuna. Ella le había dado tres hijos. Muno la dejó para casarse con una mujer de más categoría, y Luisa optó por matar a sus tres hijos.
SERÁ LLEVADA AL CINE
La presencia de la Llorona, o mejor dicho, de una mujer sonámbula a la que confunden con aquel espectro es común en los programas de televisión de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito. Sin embargo, ahora se estrenará una película inspirada en esta popular leyenda.
La producción estará ambientada en los años 70 y narrará la historia del alma de una mujer que murió tras asesinar a sus hijos, y cuyo espíritu lamenta la muerte de sus pequeños mientras ataca a otros niños que siguen vivos por las calles. La película será dirigida por Michael Chaves y se estrenará en abril del próximo año. Ahora las pesadillas de muchos tendrán como protagonista nuevamente a este espectro.