Desde finales de 1970, y a raíz de la publicación del libro El oro de Rennes, de la autoría de Gérard de Sède, el pequeño pueblo francés de Rennes le Chateau, ha recibido gran cantidad de turistas, asociado casi siempre a lo paranormal y lo esotérico, debido a una leyenda moderna sobre el antiguo párroco Bérenger Saunière y a su parroquia, la única en el mundo que tiene un demonio como monumento central.
El párroco Bérenger Saunière fue el encargado de la construcción de este templo.
A comienzos del siglo XXI, y debido al éxito del libro El código da Vinci, de Dan Brown, se dispararon el número de visitas a esta población, ya que el argumento de esta novela tiene numerosas conexiones con la leyenda del legendario párroco.
La leyenda cuenta que el párroco Bérenger Saunière (1852-1917) habría encontrado unos documentos o un tesoro secreto en uno de los pilares del altar de la iglesia mientras llevaba a cabo una reforma de la misma en 1908.
Este es un documental sobre el párroco:
Dos pergaminos que están reproducidos y expuestos en el museo de este pueblo, serían parte del secreto que fue encontrado por el sacerdote. En uno de ellos se muestra el árbol genealógico de la dinastía merovingia, cuyos miembros, según algunasteorías que interpretan esta leyenda, serían descendientes de Jesús de Nazaret.
Se dice que al mismo tiempo que el cura descubrió el “secreto oculto de la iglesia”, su nivel de vida se disparó, y empezó a frecuentar selectos y restringidos círculos entre cuyos integrantes no faltaban miembros de la realeza europea. Los escépticos apuntan que este enriquecimiento se debía a que el padre Saunière vendía misas, haciendo caso omiso a las estrictas limitaciones de dicha actividad indicadas en el código eclesiástico; y que además solicitaba donativos para la construcción de una residencia de sacerdotes ancianos o enfermos que nunca se edificó, fondos que desvió muchas veces para su propio uso.
De igual modo, la leyenda asocia el descubrimiento del fabuloso tesoro al inicio de una serie de peculiares construcciones en el pueblo, tales como La Torre Magdala -dedicada a María Magdalena-, así como la reconstrucción de la iglesia parroquial, en la queel abate dejó varias señales, como una inscripción en la entrada en la que se lee: “Terribilis est locus iste (Este lugar es terrible, cita extraída del Génesis)”.
Una de las peculiares construcciones del pueblo, es La Torre Magdala (dedicada a María Magdalena).
LA ESTATUA DE ASMODEO
Pero quizás lo más llamativo de este templo religioso es que cuenta con una escultura que representa al demonio Asmodeo, guardián de los secretos, la cual sostiene la pila bautismal. Además tiene un viacrucis muy peculiar, ya que algunas estaciones difieren de las habituales, lo cual se interpreta como nuevas claves del misterio dejadas por el sacerdote Saunière. En la segunda estación por ejemplo un joven se arrodilla sobre un casco dorado y recoge un trozo de lanza. Jesús viste una túnica roja. Se observa una escalera orientada hacia el cielo. Algo que en ningún otro templo católico se volverá a observar.
Según datos históricos Saunière también habría llevado a cabo una ‘reforma’ en el cementerio de la iglesia, cambiando de lugar varias lápidas y borrando totalmente algunas de ellas.
Hoy, existe una ordenanza municipal que prohíbe expresamente excavar en el pueblo; sin embargo, los partidarios de los misterios afirman que los símbolos continúan allí para quien sepa verlos, y que éstos parecen querer ofrecer a los visitantes ciertas pistas sobre lo que se oculta en Rennes le Château.